El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que espera ver un aumento de la vacunación entre los trabajadores de la ciudad en línea con su mandato, diciendo a los periodistas que la «realidad humana» es que los empleados de la ciudad decidirán recibir la vacuna en lugar de enfrentarse a una licencia no remunerada.
De Blasio hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa celebrada el 28 de octubre, en vísperas de la fecha límite del 29 de octubre para que los trabajadores municipales reciban al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19, sin opción de someterse a pruebas, o se enfrenten a ser enviados a casa sin sueldo a partir del lunes 1 de noviembre.
Miles de trabajadores municipales salieron a la calle para protestar a principios de esta semana, después de que De Blasio anunciara la semana anterior una amplia orden por la que se exigía a toda la plantilla de la ciudad que se vacunara, sin opción a las pruebas.
A la pregunta de un periodista en la rueda de prensa del jueves sobre si se estaba replanteando la orden dada la probabilidad de que algunos policías, bomberos y trabajadores de la salud prefirieran renunciar o irse de baja antes que vacunarse, el alcalde de Nueva York respondió negativamente.
«No, no he cambiado de opinión», dijo de Blasio. «Esperábamos que muchas de las vacunaciones se produjeran hacia el final del plazo. También sabemos que mucha gente toma la decisión cuando se da cuenta de que no va a recibir la paga. Esa es simplemente la realidad humana».
De Blasio se refirió a la experiencia pasada con los trabajadores de la salud y la educación a los que se les exigió la vacuna contra el COVID-19 a principios de octubre.
«Miren el patrón, miren lo que pasó con los trabajadores de la salud. Todo el mundo dijo, oh Dios, va a haber una disrupción horrible. No la hubo. Y terminamos con el 95% de ellos vacunados», dijo.
«El Departamento de Educación, tremenda preocupación por lo que iba a pasar. Es casi como si no hubiera habido transición alguna. Nos metimos de lleno en la nueva realidad. Al final terminamos con el 96% de los empleados de las escuelas vacunados», dijo de Blasio.
Hasta el 27 de octubre, alrededor del 86% de los 378,000 trabajadores municipales de Nueva York habían recibido al menos una dosis de la vacuna, según la oficina de de Blasio. Se estima que las tasas entre los servicios de emegencia sean más bajas, con alrededor del 65% de los bomberos y alrededor del 80% de los miembros del Servicio de Emergencias Médicas vacunados, según las cifras actualizadas que de Blasio proporcionó el jueves.
Ante la oposición a la orden, miles de bomberos protestaron el jueves frente a la residencia del alcalde, suscitando la preocupación de que se produzcan paros y jubilaciones. El miércoles, el comisionado del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), Daniel Nigro, dijo que hasta un 20% de las estaciones de bomberos de la ciudad podrían cerrar el lunes y que habría alrededor de un 20% menos de ambulancias en las calles debido a la escasez de personal, reportó The Gothamist.
«Los tiempos de respuesta podrían duplicarse o triplicarse. No tenemos ni idea de lo que va a pasar. Los incendios van a aumentar. Las víctimas de ataques cardíacos, no podremos llegar a tiempo. La gente atrapada en los ascensores puede estar atrapada en ellos durante horas», dijo Andrew Ansbro, presidente de la Asociación de Bomberos Uniformados, a The Gothamist. «Los servicios básicos de la ciudad están a punto de detenerse bruscamente».
Cuando se le preguntó en la rueda de prensa del jueves sobre las perspectivas de despido de los trabajadores municipales que se nieguen a cumplir la orden, de Blasio dijo que esperaba no llegar a eso, pero añadió que era una posibilidad.
«Lo que hemos dicho desde el principio es que nuestro objetivo no es despedir a la gente», dijo, añadiendo que la ciudad tiene derecho a despedir a la gente por incumplimiento.
«Si se vacunan antes de la fecha límite, todo continúa», dijo de Blasio. «Si no se vacunan antes de la fecha límite, se van de licencia sin sueldo. Todavía tienen la oportunidad de rectificar. Si durante un periodo de tiempo interminable se niegan a vacunarse, eso puede llevar a que se vayan».
«La consecuencia, que es importante, es no cobrar el sueldo», continuó. «Pero el objetivo aquí es ciertamente no ver a nadie dejar el servicio de la ciudad, sino llegar a una resolución y avanzar».
La encuesta de la Kaiser Family Foundation revela que el 37% de los trabajadores no vacunados dejaría su trabajo si su empleador les exigiera que se sometieran a las pruebas semanales de COVID-19 o que se vacunaran.
Mientras que el 25% de los adultos encuestados dijeron que conocían a alguien que había dejado su trabajo debido a la obligación de vacunarse contra el COVID-19, el 5% de los trabajadores no vacunados —o el 1% de todos los adultos— han dejado su trabajo.
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