Comentario
Después de que dos chicas jóvenes murieran participando en un reto viral, TikTok, la app más popular del mundo, está siendo demandada por promover «algoritmos peligrosos».
Creada en China y exportada al mundo, TikTok es una app que realmente debería ser prohibida. Sin embargo, es importante recordar que existen otras plataformas peligrosas.
Además de TikTok, hay otra plataforma que está siendo utilizada por cientos de millones de jóvenes, incluidos millones de estadounidenses, que merece ser examinada. Esta promueve el gore, guts, la violencia y el material sexualmente explícito. Lo más probable es que, si usted tiene más de una edad (digamos 25 años), nunca haya oído hablar de esta plataforma. Pero millones de jóvenes sí.
En Estados Unidos, una de las plataformas de transmisión en directo más populares se llama Twitch. Esta plataforma, propiedad de Amazon, se dirige principalmente a los videojugadores y ofrece programas de música, transmisiones de negocios y transmisiones «en la vida real» (IRL).
El streaming IRL consiste en transmitir actividades no relacionadas con el videojuego o con los negocios. Según el autor, Alex Bybyk, el streaming IRL «incluye todo, desde la retransmisión en directo de sus talentos o aficiones especializadas, hasta el vlogging de sus aventuras de viaje y su vida cotidiana». Aunque contenidos similares son populares en Facebook y YouTube, Twitch es el «rey indiscutible» del streaming IRL.
Según su página web, Twitch «no permite contenidos que representen, glorifiquen, alienten o apoyen el terrorismo o a actores o actos extremistas violentos». Nos dice que esto «incluye amenazar o animar a otros a cometer actos que podrían resultar en un daño físico grave a grupos de personas o una destrucción significativa de la propiedad».
Sin embargo, la realidad ofrece un cuadro muy diferente. Twitch se asemeja a un espectáculo de terror, lleno de guts, gore e incluso groomers.
En Estados Unidos, la plataforma es tremendamente popular. Se espera que la actual cifra de 44 millones de espectadores/usuarios —casi la población combinada de Nueva York y Florida— crezca hasta los 51.6 millones en 2024. El 41 por ciento de los espectadores/usuarios tienen entre 16 y 24 años. Los menores pueden unirse a la plataforma desde los 13 años.
Lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Qué están viendo exactamente estos niños? ¿Y quién los vigila?
Un patio de recreo virtual lleno de pervertidos
Aunque millones de personas pasan en Twitch horas viendo a los jugadores hacer lo suyo, otros pasan horas viendo contenido sexualmente ofensivo y están siendo preparados por depredadores de niños, según Internet Safe Education. Twitch es una especie de patio de recreo no regulado, con individuos peligrosos acechando en las sombras digitales.
Curiosamente, la plataforma también facilita la transmisión de peleas de gallos, un «deporte» brutal que promueve niveles perversos de crueldad animal. Como el contenido se transmite en tiempo real, la moderación es casi imposible. Se puede decir, hacer o exponer cualquier cosa. La acción retroactiva es posible, por supuesto. Pero eso no da precisamente consolación.
Como he mencionado antes, Twitch es utilizado principalmente por los jugadores. El videojuego —o más concretamente el videojuego crónico— conlleva otros riesgos notables.
El vínculo entre el juego y el aislamiento social es particularmente fuerte. Los estudios han demostrado que socializar con otros seres humanos conduce a mejorar los niveles de felicidad y satisfacción con la vida. Para que quede claro, por socializar me refiero a las interacciones reales cara a cara. Por desgracia, plataformas como Twitch animan a los espectadores a encerrarse en dormitorios y sótanos, cambiando la luz del Sol por el tiempo en la pantalla y las conversaciones en el mundo real hacia los chats de texto.
Un estudio reciente publicado en la revista Neurology describe cómo el aislamiento social está relacionado con cambios en la estructura del cerebro y el razonamiento. Según los autores, el aislamiento social conlleva el riesgo de desarrollar demencia en años posteriores. Esto tiene sentido. Hemos evolucionado para comunicarnos y cooperar en grupo, para buscar y cazar alimentos. Hemos evolucionado para pasar más tiempo al aire libre, caminando y hablando, es decir, viviendo la vida. Evolucionamos para trabajar en equipo, no para Twitch.
El año pasado, los espectadores consumieron casi 23,000 millones de horas de contenido relacionado con Twitch. Esto supuso un aumento del 22 por ciento en 2020. El usuario medio pasa un mínimo de 95 minutos diarios, o unas 10 horas a la semana, en Twitch. Eso es 40 horas en un mes, es decir, el equivalente a una semana laboral completa de 9 a 5. Eso es mucho tiempo. Además, mucho tiempo sin supervisión debo añadir.
¿Qué hacer?
La mayoría de nosotros estamos de acuerdo en que TikTok debe prohibirse. ¿Pero qué pasa con Twitch? No estoy pidiendo necesariamente que el gobierno tome medidas, aunque, teniendo en cuenta que la oficina central está en San Francisco, no estaría de más hablar con ellos.
Me he puesto en contacto con Twitch para que comenten. Al momento de escribir este artículo, no ofrecieron ningún comentario.
En lugar de hacer un llamado a los funcionarios del gobierno, hago un llamado a los padres para que vigilen a sus hijos, especialmente a aquellos que tienen adolescentes viviendo bajo su techo. Lo más probable es que si tiene un hijo o hija adolescente, probablemente esté en Twitch.
Por supuesto, el juego en sí no es exactamente peligroso, pero puede llevar a la gente por caminos peligrosos. Esto es especialmente cierto en Twitch, una plataforma comercializada para los jugadores, pero que abastece a un público mucho más amplio, incluidos los depredadores de niños.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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