El líder en espera de Hong Kong, John Lee, fue respaldado para el puesto más alto de la ciudad, el domingo, por un comité repleto de leales pro-Beijing, en un momento en que el centro financiero continúa su alineamiento con la dirección del Partido Comunista Chino (PCCh). El respaldo se dio después de varios años de protestas contra la presión de Beijing a la ciudad.
Lee, el único candidato, recibió los votos de 1416 miembros de un comité electoral pro-Beijing el domingo por la mañana, lo que le otorgó la mayoría necesaria para ungirlo como el próximo líder de Hong Kong. Ocho votaron por “no apoyarlo”.
En un discurso posterior, Lee afirmó que su «misión histórica» era liderar un nuevo capítulo para Hong Kong, al tiempo que se comprometía a unir la ciudad y preservar el estatus internacional de Hong Kong como el centro financiero abierto y más competitivo que sirva de puente entre China y el mundo.
Pocos de los 7.4 millones de habitantes de la ciudad tienen algo que decir en la elección de su líder, a pesar de las promesas de la China comunista de otorgar algún día una democracia plena a la antigua colonia británica, que volvió al dominio chino en 1997.
La seguridad era estricta alrededor del lugar y la policía impidió que se acercara un pequeño grupo de manifestantes.
“Creemos que representamos a muchas personas de Hong Kong al expresar su oposición a esta elección de un solo candidato al estilo de China”, dijo Chan Po-ying, un manifestante de la Liga de Socialdemócratas, sosteniendo una pancarta que exige democracia plena.
Lee, exsecretario de seguridad de Hong Kong, ha implementado enérgicamente la ley de seguridad nacional del PCCh que se ha utilizado para arrestar a decenas de personas que se oponen al gobierno comunista del régimen, disolver grupos de la sociedad civil y cerrar medios de comunicación liberales, como el Apple Daily y Stand News.
Los gobiernos occidentales, incluido Estados Unidos, dicen que las libertades y el estado de derecho se han visto socavados por la legislación de seguridad que impuso Beijing en 2020.
Sin embargo, Lee reiteró la opinión de Beijing de que la ley es necesaria para restaurar la estabilidad después de las prolongadas protestas a favor de la democracia y contra el PCCh en 2019, que se presentaron en respuesta al proyecto de ley de extradición propuesto por el gobierno pro-Beijing. Dicho proyecto de ley habría permitido que los residentes de Hong Kong fueran enviados al continente para enfrentar un juicio en los tribunales politizados de China.
Lee eludió las preguntas sobre si buscaría la reconciliación con los defensores democráticos de la oposición y los que han sido encarcelados.
“Salvaguardar la soberanía, la seguridad nacional y los intereses de desarrollo de nuestro país, y proteger a Hong Kong de las amenazas internas y externas, y garantizar su estabilidad seguirá siendo de suma importancia”, le dijo Lee a la prensa.
Algunos críticos afirman que los intentos de Lee de relanzar Hong Kong a nivel internacional podrían verse afectados por las sanciones que le impuso Estados Unidos en 2020 por lo que, según Washington, fue su papel en «estar involucrado en la coacción, el arresto, la detención o el encarcelamiento de personas» en virtud de la ley de seguridad.
El propietario de YouTube, Alphabet Inc., dijo que eliminó la cuenta de YouTube de la campaña de Lee para cumplir con las leyes de sanciones de EE.UU.
Lee dijo que su prioridad sería aumentar la oferta de viviendas en uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo y reforzar la eficacia de las políticas con un «enfoque orientado a los resultados» para abordar este problema arraigado.
Con información de Reuters.
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