El escritor, guionista y director de cine chileno Luis Sepúlveda falleció este jueves en España por COVID-19.
Luis Sepúlveda, de 70 años, falleció en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de Oviedo, España, donde había permanecido internado en estado grave desde el 29 de febrero.
The Epoch Times se refiere al virus comúnmente conocido como nuevo coronavirus, o SARS-CoV-2, como el virus del PCCh, porque la mala gestión y el encubrimiento del Partido Comunista Chino del brote de COVID-19 en Wuhan, permitieron su propagación global.
Sepúlveda llevaba 48 días ingresado en hospital, la mayor parte de ellos conectado a un respirador en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció a las 10:18 horas.
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Su estado de salud se fue deteriorando en las últimas semanas al no responder a los tratamientos sucesivos ni a los antibióticos y haber sumado a la neumonía inicial otras patologías y problemas asociados a distintos órganos vitales, señalaron a EFE fuentes sanitarias.
El escritor y su esposa, la poetiza Carmen Yañez, estuvieron en Portugal del 18 al 23 de febrero para Correntes d’Escritas, una reunión anual de escritores, según el diario El Comercio.
El funcionario señaló en la misma conferencia que la esposa del escritor tenía algunos síntomas compatibles con el virus del PCCh como fiebre, pero sin síntomas respiratorios, por lo que también fue trasladada al HUCA para hacerle la prueba.
Carmen Yañez, estuvo ingresada hasta el 18 de marzo con síntomas asociados pero los análisis dieron negativo.
Sepúlveda nació en la ciudad chilena de Ovalle en 1949 y empezó a militar en las Juventudes Comunistas de Chile a los 13 años. Fue hijo de un militante comunista y de una enfermera mapuche, él decía que había nacido «profundamente rojo», lo que le llevó a militar en distintos partidos y a admirar al expresidente socialista Salvador Allende.
Detenido por el régimen de Augusto Pinochet, el escritor huyó de Chile en 1977 y pasó gran parte de su vida viajando. En Ecuador, conoció a los indígenas amazónicos shuar y se inspiró para escribir «El viejo que leía novelas de amor» (1988), un rotundo éxito internacional con más de 18 millones de ejemplares vendidos y traducida a más de 60 idiomas.
También, mientras viajaba por Latinoamérica, participó en la revolución sandinista, encabezada por fuerzas de la guerrilla de izquierdas, que puso fin a la dictadura de la familia Somoza en Nicaragua en 1979.
Tras luchar en Nicaragua se asentó unos años en Alemania, donde trabajó para la ONG Greenpeace, y luego se mudó junto a su esposa, Carmen Yáñez, a Oviedo, la capital de Asturias.
El autor era miembro del grupo de escritores latinoamericanos posteriores al «boom» del realismo mágico y en 1976 fue galardonado con el Premio Gabriela Mistral de Poesía.
Entre sus obras figuran el «Mundo del fin del mundo», «Nombre de torero», el libro de viajes «Patagonia Express», y los volúmenes de relatos «Desencuentros», «Diario de un killer sentimental», «Yacaré» y «La lámpara de Aladino». Escribió obras juveniles como «Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar», señaló El Español.
Desde España siguió muy cerca la ola de protestas sociales que estallaron en Chile el pasado octubre y en una de sus últimas columnas en la edición chilena de Le Monde Diplomatique calificó al presidente Sebastián Piñera de «fantoche inepto y de reconocido prontuario delictual».
Con información de EFE.
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