TOKIO— Una empresa espacial japonesa anunció que su segundo intento de poner en órbita un cohete que transportaba satélites fue abortado minutos después del despegue el miércoles y se autodestruyó nuevamente, nueve meses después de que el primer intento de lanzamiento de la compañía terminara en explosión.
El cohete Kairos Nº 2 de Space One despegó desde un sitio costero en la montañosa prefectura de Wakayama, en el centro de Japón.
La empresa comunicó que abortó el vuelo tras concluir que era improbable que completara su misión.
«Sentimos mucho no poder llegar hasta la fase final de la misión», declaró el miércoles en rueda de prensa el presidente de Space One, Masakazu Toyoda. «No lo consideramos un fracaso porque estamos obteniendo datos valiosos que nos ayudarán en nuestra búsqueda hacia un próximo reto».
Dijo que esperaba encontrar la causa para solucionar los problemas lo antes posible y lograr el éxito la próxima vez.
El ejecutivo de la empresa e ingeniero espacial Mamoru Endo dijo que es probable que la anomalía en la tobera del motor de la primera etapa o en su sistema de control haya causado un vuelo inestable del cohete, que empezó a girar en espiral en pleno vuelo y acabó autodestruyéndose unos tres minutos tras el despegue, utilizando su mecanismo autónomo de seguridad.
El cohete, que se elevó a más de 100 km del suelo, entró en el espacio antes de destruirse, según las autoridades.
Space One aspira a ser la primera empresa japonesa en poner un satélite en órbita, con la esperanza de impulsar la rezagada industria espacial nipona con un pequeño cohete para un negocio de transporte espacial asequible.
El vuelo del miércoles, aplazado dos veces desde el sábado debido a los fuertes vientos, se produjo nueve meses después de un vuelo de debut fallido en marzo, cuando se provocó la explosión intencionada del cohete cinco segundos después del despegue. El vuelo transportaba un satélite gubernamental destinado a vigilar los lanzamientos de misiles y otras actividades militares de Corea del Norte.
El cohete Kairos Nº 2 transportaba cinco pequeños satélites, entre ellos uno de la agencia espacial taiwanesa y varios de empresas japonesas.
Space One declaró que dio solución a la causa del fallo del primer vuelo, que se debió a un error de cálculo de la propulsión de la primera etapa del cohete.
Japón espera que la empresa pueda allanar el camino a una industria espacial nacional que compita con Estados Unidos.
Space One, con sede en Tokio, se creó en 2018 con inversiones de grandes empresas japonesas, entre ellas Canon Electronics, IHI, Shimizu y grandes bancos, para comercializar servicios de entrega espacial con costes más bajos y vuelos regulares hasta 20 veces al año, en comparación con los seis previstos actualmente por el programa espacial dirigido por el Gobierno.
Los programas de desarrollo espacial de Japón están dirigidos por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, o JAXA y líderes industriales como Mitsubishi Heavy Industries e IHI, que desarrollan dos cohetes principales, el gran cohete H3 y el mucho más pequeño Epsilon, para atender el creciente negocio del transporte de satélites.
Por Mari Yamaguchi.
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