Las autoridades españolas dijeron que 514 personas murieron de la noche a la mañana por la nueva enfermedad COVID-19, elevando el número de muertos del país a 2696.
Las nuevas muertes marcaron un aumento del 23,5 por ciento en 24 horas.
La enfermedad es causada por el nuevo coronavirus, al que The Epoch Times se refiere como el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) porque el encubrimiento y la mala gestión del PCCh permitieron que se propagara por toda China y creara una pandemia mundial.
España también informó de un fuerte aumento en el número de casos positivos registrados de COVID-19.
Los funcionarios dijeron que estaban realizando más pruebas, lo que llevó a un aumento de casi el 20 por ciento en los casos confirmados, cuyo total asciende ahora a 39,673.
Entre todos los casos, 2636 están siendo atendidos en unidades de cuidados intensivos mientras que otros 3794 ya se han recuperado, según el Ministerio de Sanidad español.
Madrid y los alrededores tienen más de 12,000 infectados y vieron un aumento de 1777 pacientes en las últimas 24 horas. Cataluña en cambio vivió su mayor incremento, un aumento de 1939 casos.
España es el segundo país europeo con mayor número de casos, después de Italia. Las muertes en España son todavía menos de la mitad en comparación con Italia.
Las autoridades italianas han informado de 6077 muertes hasta este martes.
China, donde el virus comenzó el año pasado, ha reportado oficialmente más de 81,000 casos y miles de muertes, pero documentos internos obtenidos por The Epoch Times muestran que el brote allí fue más serio de lo que se informó.
Estados Unidos tienen el tercer número más alto de casos en el mundo con más de 46,000 positivos, sin embargo, tiene una baja tasa de mortalidad que se sitúa cerca del 1,3 por ciento en comparación con la tasa de España de 6,8 por ciento y la tasa de Italia de 9,5 por ciento.
Morgue en la pista de hielo
Las autoridades españolas dijeron que alrededor del 14 por ciento de todas las infecciones en el país se dan entre los trabajadores de la salud, lo que el jefe de emergencias sanitarias, Fernando Simón, atribuyó a la limitada disponibilidad de equipos de protección y a varios grupos tempranos del virus que se difundieron en los hospitales.
También advirtió que la presión sobre las unidades de cuidados intensivos podría continuar después de que la transmisión del virus entre la población general haya alcanzado su punto máximo.
Haciéndose eco de sus preocupaciones, el sindicato de enfermeras SATSE pidió kits de prueba y medidas drásticas para ayudar a apuntalar los hospitales de Madrid, que dijo estaban «al borde del colapso».
Entre las medidas para atender la crisis, las autoridades de la capital española acordaron el lunes transformar el centro comercial Palacio de Hielo, donde se encuentra una pista de hielo de tamaño olímpico, en un depósito de cadáveres.
Además el lunes los militares desinfectaron 179 hogares de ancianos y planeaban limpiar otros 96 el martes, dijeron las autoridades.
El fiscal del Estado abrió una investigación después de que la Ministra de Defensa, Margarita Robles, dijera que el ejército había encontrado cuerpos desatendidos en los asilos. Ella no reveló qué había causado sus muertes.
En la región sur de Andalucía, el alcalde de un pequeño pueblo pidió ayuda después de informar que 38 de los 42 residentes de la residencia de ancianos local habían dado positivo al virus, junto con el 60 por ciento del personal.
«El virus no mata a la gente (…) lo que está matando a la gente es el sistema», según Rafael Aguilera, alcalde de Alcalá del Valle en una conferencia de prensa.
«Necesitamos oxígeno, ambulancias y hospitales», dijo en un video publicado en la página de Facebook de la ciudad. «Una persona murió en nuestros brazos porque no pudimos conseguir oxígeno».
Reuters contribuyó a este informe.
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