La Conselleria de Sanidad de la Comunitat Valenciana ha informado que son ya 30 los casos de personas intoxicadas en el restaurante Riff, incluida una mujer que murió, después de encuestar a 75 personas que comieron en el local con una estrella Michelin entre el 13 y el 16 de febrero.
Todos los casos, excepto la persona fallecida, han presentado una sintomatología muy leve, principalmente vómitos y con buena evolución, han indicado las mismas fuentes.
La mujer que falleció había consumido el menú degustación que incluye, entre otros platos, un arroz con setas que se investiga como posible origen de la afección gástrica.
Las setas que sirvió el restaurante valenciano Riff procedían de China y se repartieron desde una empresa ubicada en la provincia de León que las distribuyó a varios establecimientos.
Esta partida de setas (hongo colmenilla) se envió a establecimientos de varias comunidades, por lo que se ha activado un protocolo de alerta para retirarlas, según han informado a Efe la Delegación de la Junta de Castilla y León.
Según han confirmado a Efe fuentes de la Delegación de la Junta de Castilla y León, al tener conocimiento de que las setas se habían distribuido desde León, la Conselleria de Sanidad de Valencia se puso en contacto con la administración castellanoleonesa, que procedió a realizar una inspección el pasado viernes en la citada empresa, cuyo propietario ya había decidido paralizar todos los pedidos hasta que se aclare la causa de la intoxicación.
Además, él mismo solicitó una analítica para comprobar si el producto era apto para el consumo.
El Servicio Territorial de Sanidad de León ha trasladado toda la documentación derivada de la inspección a la consellería valenciana, donde el Juzgado de Instrucción número 1 instruye la causa abierta por este caso.
El peligro de los alimentos «Made in China»
Los escándalos asociados a los alimentos chinos son noticia desde hace años. Desde melamina mortal en los productos lácteos hasta miel en mal estado, China permite hace tiempo que muchos productos alimenticios tóxicos (y otras exportaciones peligrosas) salgan de sus fronteras.
Las regulaciones en China no son buenas, y el régimen intenta cubrir los escándalos nacionales de alimentos. Las verduras no son la excepción. Los campesinos chinos usan a menudo cantidades peligrosas de pesticidas químicos, fertilizantes y preservantes para dar a los vegetales una engañosa apariencia saludable. E incluso si el producto es etiquetado como “orgánico”, en realidad nadie corrobora que lo sea.
Un informe oficial del gobierno en 2014 mostró que casi un quinto del suelo de China está contaminado con metales pesados como cadmio y arsénico, y también insalubres cantidades de pesticidas y fertilizantes. La contaminación ha manchado todos los ríos principales con grandes cantidades de químicos industriales y desperdicios.
La Gran Época informó anteriormente sobre los diferentes productos importados de China con los que hay que prestar especial atención. Lea el artículo aquí.
Con información de EFE.
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