Un estudio internacional identificó tres compuestos que previenen la infección por COVID-19 en humanos, todos ellos procedentes de fuentes naturales, entre ellas un tipo de esponja marina hallada en la Columbia Británica.
Los científicos examinaron un catálogo de más de 350 compuestos procedentes de diversas fuentes naturales, como plantas, hongos y esponjas marinas, en busca de nuevos fármacos antivirales para tratar variantes del COVID-19.
Aunque 26 compuestos redujeron por completo la infección vírica, identificaron tres como los más eficaces: el alotaketal C, procedente de una esponja marina; la bafilomicina D, de una bacteria marina; y la holirina A, de una bacteria marina, todos ellos recogidos en aguas canadienses.
Tras bañar células pulmonares humanas en soluciones elaboradas a partir de estos compuestos y luego infectar las células con SARS-CoV-2, los investigadores comprobaron que los tres eran eficaces para prevenir la infección por COVID-19 incluso en dosis ínfimas.
«La ventaja de estos compuestos es que se dirigen a las células, en lugar de al virus, impidiendo que éste se replique y ayudando a la célula a recuperarse», explica Jimena Pérez-Vargas, investigadora asociada de microbiología e inmunología de la Universidad de British Columbia (UBC).
«Las células humanas evolucionan más lentamente que los virus, por lo que estos compuestos podrían funcionar contra futuras variantes y otros virus como el de la gripe si utilizan los mismos mecanismos».
El autor principal y profesor de microbiología e inmunología de la UBC, François Jean, afirmó que los tres compuestos son eficaces contra la gripe. François Jean, autor principal y profesor de microbiología e inmunología de la UBC, afirmó que los tres compuestos son eficaces contra la variante Delta y varias variantes Omicron y son «tan seguros para las células humanas como los tratamientos actuales contra el COVID-19».
Sin embargo, señaló que muchos de los tratamientos actuales están perdiendo eficacia debido a las mutaciones del virus.
«Muchos de estos tratamientos ya no son eficaces contra las variantes omicrón que circulan actualmente porque el virus está evolucionando. Esto pone de manifiesto la necesidad de nuevos antivirales», afirmó Jean.
Allanar el camino para futuras curas
Publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina, los científicos afirmaron que el descubrimiento era un punto de partida prometedor para el desarrollo de tratamientos. Y añadieron: «Dada la abundancia de la naturaleza, podría haber una gran cantidad de nuevos antivirales esperando a ser descubiertos».
El siguiente paso del estudio es la realización de pruebas en animales en los próximos seis meses.
«Nuestra investigación también está allanando el camino para probar a gran escala medicamentos a base de productos naturales que puedan bloquear la infección asociada a otros virus respiratorios, como el de la gripe A y el VRS», señaló Jean.
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