Jair Bolsonaro, el expresidente brasileño apodado el «Trump de los trópicos», está en observación en un hospital de Florida tras quejarse de molestias en el abdomen, anunció su esposa el 9 de enero.
«Queridos todos, les [informo] que mi marido, Jair Bolsonaro, está en observación [en] un hospital debido a molestias abdominales, como consecuencia de la puñalada que recibió en 2018 de un exmilitante del PSOL (Partido Socialismo y Libertad)», anunció Michelle Bolsonaro en un posteo de Instagram.
Pidió oraciones tanto para su marido como para Brasil.
En los cuatro años transcurridos desde que lo apuñalaron, Bolsonaro fue hospitalizado por complicaciones derivadas de la misma en múltiples ocasiones, según CNN.
Imágenes de Twitter muestran que Jair Bolsonaro salió a tomarse fotos con simpatizantes en Orlando, Florida, hace apenas un día.
La noticia de su herida se produjo un día después de que sus partidarios atacaran el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial de Brasil.
Los alborotadores destrozaron los edificios, rompiendo ventanas, muebles y obras de arte. También robaron la Constitución original del país de 1988.
Bolsonaro perdió las elecciones brasileñas de 2022 frente al socialista Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores.
Silva ganó con el 50.9 por ciento de los votos, como se reportó anteriormente.
Bolsonaro dijo que las protestas tras su aparente derrota eran fruto de la «indignación y el sentimiento de injusticia».
Sus partidarios salieron a las calles.
En todo Brasil, bloquearon carreteras en 190 localidades y causaron trastornos generalizados en la distribución de combustible, la actividad industrial y la logística alimentaria.
Hasta ahora, el gobierno de Silva ha detenido a más de 1200 seguidores de Jair Bolsonaro. El presidente también ha culpado a su predecesor de los disturbios.
«Ustedes saben que hay varios discursos del expresidente alentando esto. Y esto también es responsabilidad suya y de los partidos que lo apoyaron», dijo Silva en un post en Twitter.
Bolsonaro respondió a los disturbios con su propio mensaje en Twitter, diciendo al público que no apoyaba la violencia, según un posteo.
«Las manifestaciones pacíficas, en la forma de la ley, son parte de la democracia», dice el posteo. «Sin embargo, los estragos e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, cruzaron la línea».
Agregó que repudia las acusaciones en su contra por parte de Silva.
Después de las elecciones y antes de terminar su mandato, Bolsonaro voló a Florida.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo a periodistas en la Ciudad de México que Estados Unidos aún no ha recibido: «Ninguna solicitud oficial del gobierno brasileño relacionada con Bolsonaro».
Sin embargo, los demócratas, entre ellos la representante Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y.), la representante Ilhan Omar (D-Minn.) y el representante Joaquin Castro (D-Texas) pidieron la extradición de Jair Bolsonaro.
«No se puede permitir que los terroristas domésticos y los fascistas utilicen el libro de jugadas de Trump para socavar la democracia», dijo Castro. «Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes».
Bolsonaro no asistió a la toma de posesión de Silva.
Bolsonaro, un exsoldado, sirvió en el Senado de Brasil durante 27 años. Durante ese tiempo, se mantuvo como un fuerte conservador político. Cambió de partido cuatro veces a lo largo de su carrera, y llegó a la presidencia como miembro del Partido Social Liberal de Brasil.
Se opone al aborto y apoya a las familias tradicionales. También es partidario de estrechar alianzas con Israel y Estados Unidos.
Bolsonaro ha expresado admiración por el expresidente Donald Trump. Ganó las elecciones de 2018 con el 55% de los votos.
Lo que más admira de la Administración Trump, dijo Bolsonaro, es «la unión, el patriotismo y Trump hablando de Dios y la familia, valores que no se siguen en Brasil».
Bolsonaro también habló en contra de los fuertes lazos de Brasil con China.
Según el New York Times, Bolsonaro anunció a diplomáticos que temía que las elecciones brasileñas de 2022 estuvieran arregladas. Los piratas informáticos lograron violar los sistemas internos de las autoridades electorales brasileñas. Sin embargo, los funcionarios electorales desestimaron las preocupaciones de Bolsonaro.
También dijo que la policía le dijo que «los hackers podrían cambiar el nombre de los candidatos, tomar el voto de un candidato y enviarlo al otro».
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