Los esfuerzos potenciales para ayudar a Rusia a vender su petróleo y eludir las sanciones occidentales han generado temores sobre la supervivencia del orden económico mundial. Algunos se preguntan si la continua campaña de desdolarización de China y Rusia se expandirá, poniendo en peligro la hegemonía del dólar estadounidense en el sistema financiero mundial.
Durante más de una década, China y Rusia han estado tratando de diversificarse más allá del dólar estadounidense principalmente para proteger sus economías de las sanciones occidentales y reclamar el liderazgo económico mundial.
El dólar estadounidense ha sido la moneda de reserva principal del mundo desde la Segunda Guerra Mundial. El dólar representó el 59 por ciento de las reservas de divisas de los bancos centrales de todo el mundo en 2021, seguido del euro (21 por ciento) y el yen japonés (6 por ciento). El dólar estadounidense es también la moneda más utilizada para el comercio y las inversiones internacionales.
China tiene una gran cantidad de reservas de dólares y no permite que su moneda, el yuan, se negocie libremente en los mercados de divisas. Esto restringe el uso de la moneda en transacciones transfronterizas.
El yuan, también conocido como renminbi (RMB), representa solo el 2.7 por ciento de las reservas mundiales de divisas.
Si bien Beijing todavía depende sustancialmente del dólar, ha estado tratando de promover el yuan en sus acuerdos comerciales bilaterales. China impulsa el uso del yuan en su Iniciativa La Franja y la Ruta (BRI), un proyecto masivo de comercio e infraestructura que busca revivir la antigua Ruta de la Seda. Muchos países conectados al BRI han aceptado el yuan como moneda oficial para el comercio con China.
Beijing también introdujo contratos de petróleo a precio de yuanes en 2018 para hacer posible que los países exportadores de crudo, como Arabia Saudita, vendan su petróleo en la moneda china.
Pero el dominio del dólar estadounidense en el mercado del petróleo se mantiene firme. Cerca del 80 por ciento de las ventas mundiales de petróleo todavía se cotizan en dólares.
“En teoría, China tiene la capacidad de chasquear los dedos mañana y proporcionar un sólido contrapeso al dólar estadounidense”, según Christopher Balding, experto en economía china y autor de “Sovereign Wealth Funds: The New Intersection of Money and Politics” (Fondos soberanos de riqueza: La nueva intersección del dinero y la política).
Pero Beijing no permitirá eso, y la razón es muy simple, dice Balding.
“Para ser una moneda global, tiene que haber un precio global”, le dijo a The Epoch Times. “Tiene que haber flujos globales de la moneda. China no permitirá que eso suceda. No permitirán que se establezca un precio global con flujos libres del RMB. Entonces, hasta que China tome la decisión política de permitir eso, realmente no hay nada que discutir”.
Una alianza en crecimiento
Antes de la invasión a Ucrania, Moscú pasó años intentando protegerse de los efectos de las sanciones. Después de anexar Crimea en 2014, Rusia redujo drásticamente el uso de dólares estadounidenses. Sus reservas en dólares cayeron de casi el 40 por ciento de las reservas del banco central en 2017 al 16 por ciento en 2021. El gobierno ruso vendió la mayoría de sus activos del Tesoro de EE.UU. y eliminó los activos en dólares de su fondo soberano de riqueza.
Ante el deterioro de las relaciones con Occidente en los últimos años, Rusia y China han fortalecido sus lazos económicos, políticos y militares.
En 2019, ambos países firmaron un acuerdo para ampliar el uso del yuan y el rublo en su comercio bilateral. El mismo año, el banco central de Rusia aumentó la participación del yuan en sus reservas de divisas, del 5 por ciento al 15 por ciento.
Según Balding, China también parece estar preparándose para la posibilidad de fuertes sanciones o ser aislada de los mercados globales, en caso de una invasión a Taiwán. Por ejemplo, tienen a mano trigo para un par de años, dijo Balding. Beijing también ha estado tratando de asegurar su suministro de energía durante años. China llegó a un acuerdo de suministro de gas de 30 años con la empresa rusa Gazprom a principios de este año. También está tratando de impulsar la producción de carbón a nivel nacional para reducir la necesidad de importar carbón.
Las sanciones occidentales a Rusia le están dando a Beijing una oportunidad única para impulsar el estatus del yuan en los mercados internacionales. Los funcionarios chinos esperan que trabajar con Rusia los ayude a construir una infraestructura financiera basada en el yuan, incluido su Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo (CIPS), que es un rival de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT) de uso mundial, y un sistema de pago con tarjeta bancaria.
El crudo ruso se vende con un descuento significativo frente a los puntos de referencia mundiales. Y las refinerías de petróleo chinas están comprando discretamente crudo barato de Rusia. Algunos compradores chinos incluso tienen la flexibilidad de pagar en yuanes, según Bloomberg.
Y no es solo Rusia la que quiere adoptar el yuan. Arabia Saudita, cuya relación con Washington se enfrió después de que el presidente Joe Biden asumió el cargo, está considerando aceptar el yuan en lugar de dólares para las ventas de petróleo a China. China, el principal importador de crudo del mundo, compra más del 25 por ciento del petróleo que exporta Arabia Saudita.
Mientras tanto, India está comprando petróleo ruso con descuento y está explorando un esquema de intercambio de rupias y rublos para eludir las sanciones.
«Es un acontecimiento más o una prueba de estrés que demuestra que la globalización ha terminado», según Michael O’Sullivan, autor del libro «The Levelling: What’s Next After Globalization» (La nivelación: ¿Qué sigue después de la globalización?).
La gente se emociona con esto porque lo perciben como un momento en el que el dominio financiero de Occidente puede llegar a su fin, lo que es poco probable que suceda, le dijo O’Sullivan a The Epoch Times.
En el comercio mundial, el dólar estadounidense es, con mucho, la moneda más utilizada. De 1999 a 2019, el dólar representó el 96 por ciento de la facturación comercial en las Américas, el 74 por ciento en Asia-Pacífico y el 79 por ciento en el resto del mundo, según la Reserva Federal. La única excepción es Europa, donde el euro es la moneda dominante.
«Es muy difícil ver cómo los chinos van a profundizar en el uso de su moneda, especialmente en un momento en el que se están alejando del mundo occidental», dijo O’Sullivan.
El economista Milton Ezrati cree que el movimiento de desdolarización podría debilitar el liderazgo mundial de Estados Unidos a largo plazo.
Pero la pregunta, dice, es hasta dónde puede llegar.
El dólar estadounidense ya no es lo que era hace décadas, admitió Ezrati, pero sigue siendo la mejor opción y es poco probable que pierda su estatus en el corto plazo.
Desde el Acuerdo de Bretton Woods, de 1944, el dólar ha sido la moneda de reserva mundial. Según el Fondo Monetario Internacional, las reservas en dólares de los bancos centrales han disminuido hasta el 59 por ciento en 2021, frente al 71 por ciento de 1999.
La Reserva Federal enfrenta la inflación más alta en décadas y debe aumentar aún más las tasas de interés para controlarla, según Ezrati, ya que esta es la única forma de salvaguardar la posición del dólar estadounidense.
“La única mejor protección, si desea mantener su posición como moneda principal, es asegurar su valor en términos reales. Y eso significa luchar contra la inflación”.
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