Funcionarios de varios estados están advirtiendo a los acreedores que los cheques y depósitos de ayuda para la pandemia, enviados por el gobierno federal, no deben ser usados para pagar deudas.
El sábado, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, indicó que los cobradores de deudas y los bancos no pueden embargar o congelar los pagos de estímulo que fueron aprobados por el Congreso y el presidente Donald Trump el mes pasado. Hace una semana, se enviaron pagos de hasta USD 1200 por persona, USD 2400 para una pareja y USD 500 por cada niño, a millones de estadounidenses en virtud de la medida que se aprobó para compensar las pérdidas económicas sufridas durante la pandemia del virus del Partido Comunista Chino (PCCh).
«Estos pagos de estímulo de emergencia no fueron designados como exentos de embargo, lo cual permitió a los cobradores de deudas beneficiarse potencialmente de los consumidores», escribió James en un comunicado.
La fiscal argumentó que, en virtud de la ley del estado de Nueva York, las prestaciones públicas como la asistencia pública, la seguridad social y las prestaciones de veteranos y de jubilación «están exentas de ejecución, impuesto, embargos u otros procesos legales por parte de un acreedor que pretenda satisfacer una sentencia monetaria».
A su vez, el Fiscal General de Ohio, David Yost, también advirtió a los acreedores que los pagos de ayuda están protegidos por la ley estatal.
«Los cheques de estímulo estaban destinados a ser utilizados durante una emergencia, para poner comida en la mesa, mantener las luces encendidas y un techo sobre nuestras cabezas», indicó Yost en una declaración la semana pasada. «Estos no estaban previstos para pagar una deuda vieja».
Más de 80 millones de estadounidenses debían recibir los pagos antes del 15 de abril, según el Departamento del Tesoro.
La gobernadora de Oregon, Kate Brown, por su parte firmó una orden el 17 de abril para que los cobradores de deudas y acreedores no puedan embargar los pagos de estímulo enviados a los residentes.
«Muchos residentes de Oregon, sin tener la culpa, están luchando para pagar sus cuentas, su alquiler, o incluso comprar productos esenciales como alimentos y medicamentos recetados», señaló Brown en una declaración. «Estos cheques de recuperación tenían como objetivo proporcionar alivio, no recompensar a las agencias de cobro de deudas, aprovechándose de los oregonianos que han perdido sus medios de vida debido a la pandemia del COVID-19».
La semana pasada, más de dos docenas de fiscales generales de los estados enviaron una carta al Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, para proporcionar protección a los estadounidenses que pudieran tener sus pagos embargados.
«Durante esta crisis económica y de salud pública, los estados no creen que los miles de millones de dólares asignados por el Congreso para ayudar a mantener a flote a los estadounidenses trabajadores deban ser objeto de embargo», escribieron los funcionarios.
Algunos defensores jurídicos han dicho que los cheques de estímulo no parecen estar explícitamente fuera del alcance de los acreedores o de los cobradores de deudas, señalando una laguna en el lenguaje de la medida.
Lauren Saunders, directora adjunta del Centro Nacional de Derecho del Consumidor, dijo a USA Today que su organización ha [escuchado] muchas historias de personas cuyas cuentas bancarias «están congeladas», debido al embargo.
Un portavoz del Departamento del Tesoro ha dicho que la Casa Blanca está investigando el tema.
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