El Departamento de Transporte de EE.UU. (DOT) anunció el viernes que la cantidad de vuelos semanales entre Estados Unidos y China se duplicará para fines de octubre, en parte para acomodar a estudiantes internacionales.
En mayo, la administración Biden permitía 12 vuelos semanales desde China a Estados Unidos, en lugar de ocho.
Esto aumentará a 18 vuelos semanales de ida y vuelta a partir de septiembre «para satisfacer un aumento anticipado de la demanda alrededor del comienzo del año académico», dijo el DOT.
El número de vuelos semanales aumentará a 24 la semana del 29 de octubre. Los vuelos estadounidenses semanales a China también se duplicarán.
Sin embargo, la cifra es mucho más baja que la que reportaba más de 150 viajes semanales entre los países antes de que se impusieran las restricciones de viaje por la pandemia en 2020.
Esto se produjo cuando China levantó las restricciones de la era de la pandemia en las giras grupales, hace solo un día, a países como Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Australia. Air China presentó ante el DOT ese mismo día el permiso para agregar un nuevo vuelo semanal entre Beijing y Los Ángeles.
China Eastern, Xiamen Airlines y China Southern también ofrecen servicios regulares a Estados Unidos. United Airlines, American Airlines y Delta Airlines actualmente operan vuelos de pasajeros a China.
United aumentará su número de vuelos entre los países, reanudando vuelos a Beijing y vuelos diarios a Shanghai.
Airlines for America, un grupo comercial de la industria, dijo que era un hecho positivo y una oportunidad para que «las aerolíneas estadounidenses compitan en el mercado».
La embajada china en Washington dijo que la medida era una señal de una mayor cooperación entre los Estados.
«Los vuelos directos son esenciales para aumentar las visitas mutuas entre los pueblos chino y estadounidense. Esperamos que la restauración de más vuelos sea beneficiosa para el flujo de personas y el comercio entre los dos países».
El viaje de Blinken a China
A mediados de junio, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, realizó una visita con tres objetivos a China tras las tensas relaciones entre EE.UU. y China. El Sr. Blinken tenía la intención de establecer canales de comunicación abiertos que permitieran la competencia sin conflictos, hablar sobre los valores e intereses de EE.UU. y discutir asuntos de seguridad y cooperación regionales y globales.
Tras el viaje de dos días, Blinken señaló que había mantenido una «intensa conversación» con el líder chino Xi Jinping y otros altos diplomáticos en Beijing. La reunión con Xi sólo duró 35 minutos, pero también habló con el entonces ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, recientemente sustituido, y con el máximo diplomático del régimen, Wang Yi.
El Sr. Blinken fue el funcionario estadounidense de mayor rango en viajar a China desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo y el primer secretario de Estado en visitar China desde octubre de 2018.
“Vine a Beijing para reforzar los retos de comunicación a alto nivel, para dejar claras nuestras posiciones e intenciones en áreas de desacuerdo, y para explorar áreas en las que podríamos trabajar juntos cuando nuestros intereses coincidan en retos transnacionales compartidos. Y hemos hecho todo eso», declaró Blinken en una rueda de prensa tras la reunión con Xi. Hablaron de la guerra entre Rusia y Ucrania, de las provocaciones del Partido Comunista Chino (PCCh) en el estrecho de Taiwán y en los mares de China Meridional y Oriental, y de las violaciones a los derechos humanos en Xinjiang, el Tíbet y Hong Kong.
Blinken también les dijo a los periodistas que ambas partes querían plantear cuestiones sobre políticas económicas, incluido el trato injusto de China a las empresas estadounidenses.
En ese momento, algunos analistas advirtieron que el viaje solo reforzaría la imagen del PCCh.
«Si su relación con Estados Unidos continúa deteriorándose o llega al punto de conflicto, los inversionistas extranjeros acelerarán el ritmo de extracción de dinero de China, lo que hará que su economía, ya inestable, sea más frágil», dijo el comentarista de asuntos de China, Li Linyi, a The Epoch Times el 19 de junio.
El Departamento de Transporte (DOT) dijo que el aumento de los viajes entre los dos países se debía a las comunicaciones iniciadas por el Sr. Blinken, que «han hecho posible este importante paso».
«Nuestro objetivo primordial es un entorno mejorado en el que los transportistas de ambas partes puedan ejercer plenamente sus derechos bilaterales para mantener un equilibrio competitivo y una oportunidad justa e igualitaria entre los transportistas aéreos estadounidenses y chinos», dijo el DOT en su orden de aprobación el viernes.
Relación entre Estados Unidos y China
El martes, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva para restringir las inversiones estadounidenses en China en los campos de inteligencia artificial, tecnología cuántica y semiconductores, declarando una emergencia nacional.
El jueves, el presidente Biden dijo que la economía de China era una «bomba de relojería», lo que provocó la ira de las autoridades chinas, quienes rápidamente comentaron a través de los medios estatales que los funcionarios y los medios estadounidenses estaban hablando mal de un competidor.
El presidente Biden ha desestimado las preguntas y los comentarios que decían que su caracterización de Beijing está afectando negativamente los asuntos entre Estados Unidos y China. Después de la visita del Sr. Blinken, los líderes chinos dieron la bienvenida a otros dos altos funcionarios de la administración y los informes de los medios indican una posible visita de la secretaria de Comercio, Gina Raimondo.
Sin embargo, los funcionarios chinos han dicho que se reservan el derecho de tomar contramedidas ante la reciente orden ejecutiva que restringe inversiones en China. De hecho, los analistas han dicho que tal movimiento podría impedir con éxito el ascenso de China al poder.
En junio, durante el viaje de Blinken, el experto en China Feng Chongyi, profesor asociado de la Universidad Tecnológica de Sydney, describió la relación de China con Estados Unidos como «parasitaria».
Cuando el Sr. Xi asumió el liderazgo del país, reveló la ambición de que China aumentaría su poder militar y económico y se enfrentaría al mundo libre, dijo el Sr. Feng a The Epoch Times, y necesita que Estados Unidos lo haga. Basándose en la tecnología y los dólares estadounidenses, e incluso en la agricultura, China se ha afianzado en el escenario mundial. Como Estados Unidos generalmente tiende a «desvincularse gradualmente» de relaciones tan riesgosas, Feng advirtió que la lenta desvinculación era similar a «jugar con fuego». China ya ha anunciado sus intenciones de volverse autosuficiente en áreas como la seguridad alimentaria.
“[El PCCh] todavía quiere continuar parasitando el mercado de capitales. Es como este virus que no puede sobrevivir sin su huésped o capital”, dijo Feng.
Con información de Reuters.
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