WASHINGTON—Es probable que los consumidores estadounidenses desempeñen un papel crítico en impulsar la recuperación económica a medida que los estados de todo el país comiencen a levantar las ordenes de confinamiento en casa y a aflojar las restricciones sobre negocios no esenciales.
Se espera que la economía de EE.UU. experimente casi un 35 por ciento de impacto en el segundo trimestre debido al virus del PCCh. Pero muchos economistas ahora predicen que el crecimiento económico se reanudará en el tercer trimestre. Y a pesar de que el camino hacia la recuperación es incierto, se espera que los consumidores se vuelvan más optimistas si el mercado de valores continúa subiendo y más estados reabren sus economías de manera segura.
«Vamos a tener un gran tercer trimestre, un gran cuarto trimestre», dijo el presidente Donald Trump el 29 de mayo durante una mesa redonda sobre la reapertura, junto con ejecutivos de la industria en la Casa Blanca.
«Creo que el próximo año será uno de nuestros mejores años».
La pandemia ha provocado pérdidas de empleos sin precedentes y ha descarrilado la confianza del consumidor. Más de 40 millones de estadounidenses han solicitado subsidios de desempleo desde marzo.
Un aspecto positivo es que el ingreso personal general aumentó un 10.5 por ciento en abril, impulsado por los pagos de rescate, incluidos los cheques de estímulo únicos de USD 1200. Y millones de trabajadores que perdieron sus empleos recibieron USD 600 adicionales por semana, lo cual duplicó con creces los beneficios semanales de desempleo en la mayoría de los estados.
Sin embargo, con los cierres a nivel nacional, los estadounidenses no han tenido la oportunidad de gastar el dinero, lo cual hizo que el consumo disminuyera un 13.6 por ciento en abril, de acuerdo a los datos del Departamento de Comercio.
A medida que aumentaron los ingresos y disminuyeron los gastos, la tasa de ahorro subió a 33 por ciento en abril desde 12.7 en el mes anterior. Los economistas dicen que este aumento dramático en el ahorro les da a los consumidores un poder adquisitivo significativo en la segunda mitad del año.
El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, ha sido una fuente importante de crecimiento interno.
«A medida que abramos y abran las tiendas, veremos un auge en el gasto», dijo el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, durante la mesa redonda.
La tasa de ahorro es «casi 10 veces la norma», dijo, y agregó que está viendo buenas señales de «brotes verdes».
El crecimiento del gasto también ayudará a impulsar el envío de carga, los viajes aéreos y las reservas de hotel, señaló.
Gap Inc., que tiene 2500 tiendas en todo Estados Unidos, ha comenzado el proceso de reapertura.
«Antes de la COVID, teníamos más de un millón de clientes estadounidenses caminando por nuestras puertas todos los días», dijo Sonia Syngal, CEO de Gap, en la mesa redonda.
La compañía opera Old Navy, que es la segunda marca de ropa más grande del país, así como las marcas Athleta, Banana Republic y Gap.
Syngal dijo que la compañía perdió el 70 por ciento de las ventas de la noche a la mañana debido al cierre que comenzó en marzo y como resultado tuvo que dar licencia a sus trabajadores. Ella espera traer a más de 100,000 empleados de vuelta al trabajo con la reapertura.
Ella dijo que Gap ha implementado «protocolos seguros de compra» al igual que otros minoristas, que incluyen distanciamiento social, así como también proporcionar mascarillas y desinfectantes a los clientes dentro de las tiendas.
«Estamos ansiosos por reabrir nuestras tiendas con estos protocolos y estamos entusiasmados con lo que está sucediendo hasta ahora mientras abrimos», dijo. «Nuestros empleados se sienten seguros, nuestros clientes se sienten seguros y vuelven para comprar con nosotros».
Ella dijo que Gap está en camino de abrir al menos 800 tiendas cuando los estados comiencen a levantar las restricciones.
El sector minorista es el mayor empleador del sector privado del país, apoyando uno de cada cuatro empleos en EE.UU.
La industria ha estado en crisis durante años y la pandemia ha llevado a muchos minoristas al borde económico. Algunos grandes nombres como J. Crew, Neiman Marcus, Stage Stores y JC Penney se declararon en quiebra en mayo.
Durante la mesa redonda en la Casa Blanca, David Hoffman, CEO de Dunkin’ Brands Group Inc., dijo que había comenzado a ver «mucha esperanza y optimismo» en su negocio.
Él dijo que el 90 por ciento de los restaurantes Dunkin’ Brands, que incluye Dunkin’ Donuts y Baskin-Robbins, permanecieron abiertos durante la crisis.
«Estamos viendo realmente buenas señales de alentar los brotes verdes en este momento», dijo. «Estamos trabajando con los franquiciados, nuevamente, para que Estados Unidos vuelva a funcionar, examinando una campaña de contratación realmente agresiva durante el verano».
Los principales economistas bancarios de la nación creen que el gasto del consumidor verá un «gran repunte» en el tercer trimestre a medida que la reapertura suceda en todo el país.
El Comité Consultivo Económico de la Asociación Americana de Banqueros, compuesto por 17 economistas, pronostica que el consumo personal aumentará casi un 22 por ciento en el tercer trimestre luego de contraer un 42 por ciento en el segundo trimestre.
Sin embargo, estas proyecciones dependen en gran medida de si las personas se sienten lo suficientemente seguras como para volver a las tiendas, restaurantes y cines.
«El gasto del consumidor podría estar limitado por algún tiempo, y los consumidores podrían sentirse inciertos sobre la seguridad laboral y el salario», declaró el comité en un comunicado de prensa.
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