Canadá y Estados Unidos llegaron a un acuerdo el martes para extender la prohibición de los viajes no esenciales entre las dos naciones por otros 30 días, dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
La prohibición de viajar, que afecta a los viajes a través de la frontera de 5500 millas entre Estados Unidos y Canadá, se inició a mediados de marzo para frenar la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), y ya se había extendido en abril hasta el 21 de mayo. La prohibición no cubre el comercio y los viajes por trabajo entre los dos países.
«Esta es una decisión importante que mantendrá seguras a las personas de nuestros dos países», dijo Trudeau durante una sesión informativa diaria sobre la respuesta de Canadá al virus.
Trudeau dijo que algunos funcionarios provinciales habían tratado de conseguir que se ampliara la prohibición de viajar, y añadió que Washington estaba totalmente de acuerdo en hacerlo.
«Hemos mantenido largas conversaciones con las provincias en las últimas semanas y éstas claramente desean que mantengamos las medidas actuales en la frontera», dijo.
El primer ministro aún no sabe si la prohibición de viajar se extenderá más allá del 21 de junio, diciendo que el gobierno está tomando decisiones «semana a semana».
«La situación está cambiando rápidamente y nos estamos ajustando constantemente a lo que son las medidas correctas para los canadienses, para conseguir el equilibrio correcto, manteniendo a la gente segura y restaurando una apariencia de normalidad y actividad económica en la que todos confiamos», dijo a los periodistas.
Según los datos proporcionados por las autoridades sanitarias canadienses, más de 5800 personas han muerto a causa del COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh. Se han confirmado más de 78,000 casos en Canadá, que tiene una población de unos 37 millones de habitantes.
En Estados Unidos, por su parte, se han registrado alrededor de 1.5 millones de casos del virus y más de 90,000 muertes.
Debido a las pérdidas récord de puestos de trabajo y a la angustia social causada tanto por las ordenes de permanecer en casa como por los cierres de los negocios, ha aumentado la presión para reabrir. Algunas familias cuyos miembros viven tanto en Canadá como en Estados Unidos han expresado su frustración por la prohibición de viajar.
Según el gobierno de Canadá, quienes pueden entrar en el país son ciudadanos canadienses, un residente permanente canadiense, una persona registrada en virtud de la Ley India de Canadá, una «persona protegida» y trabajadores extranjeros esenciales.
A miles de kilómetros al sur, sigue en marcha la construcción del emblemático muro fronterizo del presidente Donald Trump. La semana pasada, el jefe del Servicio de Aduanas y Protección de la Frontera (CBP) dijo que la barrera se está erigiendo más rápido que antes de la pandemia.
“Esta pandemia no ha frenado la construcción del sistema del muro fronterizo. De hecho, estamos incrementando el ritmo de la construcción”, dijo el comisionado interino del CBP, Mark Morgan, a Fox News el 14 de mayo. “El COVID-19 debería ser una llamada de atención para todos los estadounidenses de que la seguridad de la frontera es la seguridad nacional. Prevenir y ralentizar la introducción de un virus mortal en EE.UU. desde fuera de nuestras fronteras es justamente la razón del por qué la seguridad fronteriza importa, y por qué el muro importa”.
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