Estados Unidos y China reanudan conversaciones sobre la lucha contra el fentanilo

Es el primer debate de un nuevo grupo de trabajo para reactivar la cooperación de ambos países en la lucha contra el narcotráfico.

Por Dorothy Li
30 de enero de 2024 3:35 PM Actualizado: 30 de enero de 2024 3:35 PM

Funcionarios estadounidenses y chinos se reunieron el martes en Beijing para mantener sus primeras conversaciones, después de años, sobre la lucha contra el tráfico ilícito de fentanilo, una droga sintética mortal que ha estado matando a miles de estadounidenses cada año.

La reunión del martes marcó el primer debate de un nuevo grupo de trabajo creado después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder del régimen comunista chino, Xi Jinping, acordaran reanudar la cooperación en la lucha contra el tráfico de estupefacientes, uno de los logros de la reunión de ambos líderes en San Francisco el pasado noviembre.

En la casa de huéspedes Diaoyutai de Beijing, Wang Xiaohong, ministro de Seguridad Pública de China, dijo que su ayudante, que asistió a las conversaciones a puerta cerrada a primera hora del día, describió el ambiente como bueno. «Nosotros mantuvimos una comunicación en profundidad y fuimos pragmáticos. Llegamos a un acuerdo sobre el plan de trabajo», declaró el Sr. Wang a través de un intérprete.

Jen Daskal, viceconsejera de Seguridad Nacional, dijo que el presidente Biden envió una delegación de alto nivel para «subrayar la importancia de este asunto para el pueblo estadounidense».

En las conversaciones del martes participaron altos funcionarios estadounidenses de los Departamentos de Seguridad Interior, Justicia, Estado y Tesoro. También asistió el embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns.

Cooperación entre Estados Unidos y China en materia de fentanilo

En los últimos años, los legisladores estadounidenses han intentado detener el flujo de fentanilo que entra en el país y que, según ellos, se ha convertido en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años.

La cadena mundial de suministro de fentanilo, de acuerdo a las autoridades estadounidenses, suele partir de los fabricantes de productos químicos de China. Los cárteles de la droga en México compran en China las materias primas, conocidas como precursores, y prensan los productos químicos en pastillas antes de venderlas en suelo estadounidense.

El régimen chino había rechazado anteriormente las peticiones estadounidenses de cooperación en medio del deterioro de las relaciones entre las dos grandes potencias, respondiendo a menudo que Estados Unidos debería centrarse en resolver sus problemas internos y dejar de culpar a otros países.

Las conversaciones se suspendieron formalmente en agosto de 2022, cuando China suspendió la cooperación en varias áreas, incluida la lucha contra el narcotráfico, tras la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Altos funcionarios estadounidenses presionaron a China el año pasado en repetidas ocasiones para que aborde los problemas del fentanilo, pero Beijing se negó a discutir la cooperación, a menos que Washington levantara las sanciones al Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública. El Departamento de Comercio de EE. UU. impuso las sanciones en 2020, acusando a la agencia estatal de complicidad en violaciones de derechos humanos contra uigures y otros grupos étnicos predominantemente musulmanes, en la región china de Xinjiang.

La administración Biden acordó levantar las sanciones en noviembre pasado como parte del acuerdo con Beijing para lograr su cooperación en materia de fentanilo, lo que generó críticas de los republicanos. El portavoz del Departamento de Estado, Matt Miller, lo calificó como “un paso apropiado a dar”, dado lo que China estaba dispuesta a hacer con respecto al tráfico de precursores de fentanilo.

A principios de este mes, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, reconoció “la eliminación del obstáculo de las sanciones unilaterales” en un discurso sobre las relaciones entre China y Estados Unidos.

La asistente adjunta del presidente y asesor adjunto de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jen Daskal (2.º a la izquierda), y el ministro chino de Seguridad Pública, Wang Xiaohong (2.º a la derecha), asisten a una reunión en la residencia estatal Diaoyutai en Beijing el 30 de enero de 2024. (Ng Han Guan/Pool/AFP vía Getty Images)

Crisis del fentanilo en EE. UU.

El fentanilo es un opioide sintético que puede ser hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Basta una sola pastilla para que produzca consecuencias mortales, según la Agencia Antidrogas (DEA).

De 2016 a 2021, las muertes por sobredosis de drogas relacionadas con el altamente adictivo fentanilo se triplicaron, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La tasa de mortalidad relacionada con el fentanilo aumentó de 5.7 por 100,000 personas en 2016 a 21.6 por 100.000 en 2021, dijeron los CDC.

El número de muertes continúa aumentando en 2022. Casi el 70% de las 107,081 muertes por sobredosis de drogas reportadas involucraron opioides sintéticos, una clase de drogas dominada por el fentanilo, reveló una estimación federal.

En todo el país, se descubrió que el fentanilo se combina con drogas ilegales como la cocaína y la heroína. Además, el fentanilo también puede utilizarse para fabricar pastillas falsificadas.

Vínculo de la red criminal china con el PCCh

Un informe reciente de la Brookings Institution, un grupo de expertos con sede en Washington, predijo que las redes criminales vinculadas a China, que involucran a actores detrás del tráfico ilegal de drogas, “probablemente amplíen su alcance geográfico y profundicen su rol en varias economías ilegales” en 2024.

“Beijing rara vez actúa contra las altas esferas de los sindicatos criminales chinos. Esto es especialmente cierto para aquellos que también sirven a los objetivos de las autoridades chinas, a menos que contradigan específicamente un conjunto limitado de intereses del gobierno chino”, dice el informe.

Las redes criminales chinas brindan una variedad de servicios a las autoridades, al Partido Comunista Chino (PCCh) y a la empresa legal del país, dijeron los investigadores, incluido el seguimiento de la diáspora china y la adopción de medidas contra quienes hablan o van en contra del PCCh. “Por lo tanto, los funcionarios del gobierno chino a menudo extienden extraoficialmente el paraguas de protección del partido y autoridad gubernamental hacia estos actores”, dijo el grupo de expertos.

Ante una intensa presión internacional, el régimen chino puede tomar medidas contra los grupos criminales del país, dice el informe, pero “su solidez es función de su orientación geopolítica y sus relaciones bilaterales”.

Con información de The Associated Press. 


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