El Ministerio Público (Fiscalía) de Honduras presentó este jueves un requerimiento con órdenes de captura contra dos estadounidenses, varios policías y servidores judiciales implicados en una red de explotación sexual infantil, trata de personas y otros delitos.
La red operaba en el departamento de Islas de la Bahía, una de las regiones turísticas más importantes de Honduras, y según indicó la Fiscalía en un comunicado, la red desarticulada operaba desde 2019, en perjuicio de jóvenes y menores de edad.
La investigación fue encabezada por la Unidad Contra la Trata de Personas del Ministerio Público y la Dirección Policial de Investigación (DPI), logrando identificar «a todos los miembros de la banda criminal, a quienes luego de un riguroso trabajo se logró establecer cómo se aprovechaban de niñas y adultos».
Según la versión oficial, todo comenzó cuando fue capturado el estadounidense Gary Lee, implicado en la desaparición de la joven hondureña Angie Peña, en la isla de Roatán, desde el 1 de enero de 2022, sin que hasta ahora se conozca su paradero.
Con la captura de Gary Lee, en agosto de 2022, se fue descubriendo que existía una red de explotación sexual infantil y otras evidencias de relaciones sexuales con sus víctimas menores de edad, delitos en los que también están implicados otros dos estadounidenses y varios hondureños, entre policías y servidores judiciales, señaló la Fiscalía.
Los implicados son Harold Green, William James Murdock, Gustavo Trejo y Antonu Frank Grayson, contra quienes se ha dictado orden de captura.
Además, la red estaba integrada por el secretario del Juzgado de Paz de Roatán, «y entre ellos se denominaban ‘Delta Teams’, dedicados también a la venta de drogas y tráfico de armas, delitos cometidos con algunos policías y el asesoramiento de un juez de Paz que les ayudaba con procesos ficticios y falsificación de documentos, utilizados para amedrentar a otras personas».
Los señalados por la Fiscalía operaban con los dineros provenientes en su mayoría del delito de trata de personas.
Las investigaciones también llevaron al hallazgo de varios negocios vinculados como The Dock Resort, Happy Harris Hideaway, Ikigai e Ipanema, «donde abusaban de sus víctimas y las marcaban para siempre con secuelas físicas, psicológicas y emocionales que las marcarán para toda la vida».
La Fiscalía indicó además que se ha solicitado el aseguramiento de todos los negocios y privación de dominio a favor del Estado ligados a la red desarticulada.
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