La Asociación Nacional de Sheriffs pidió al gobierno de Biden que asegure la frontera y proteja a los estadounidenses dada la creciente preocupación por el incremento de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera sur.
Entre los peligros que acompañan a los miles de cruces fronterizos ilegales que se producen cada mes, se incluyen el tráfico de personas, el contrabando de drogas, el potencial de terrorismo, la muerte a manos de los coyotes, los bandidos y las inclemencias del tiempo. Pero lo que complica significativamente los retos a los que se enfrentan la patrulla fronteriza y las fuerzas del orden, es la pandemia del COVID-19, dijo la asociación en un borrador de resolución sobre seguridad fronteriza. El documento se someterá a votación en una reunión en Arizona en junio, según The Washington Examiner.
Hasta el 50 por ciento de los inmigrantes ilegales están dando positivo en las pruebas de COVID-19, la enfermedad que provoca el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), escribió la asociación de sheriffs.
«Nosotros ya estamos observando tensiones en el sistema de salud pública de las comunidades fronterizas. La suspensión de las deportaciones llevó a la liberación de personas indocumentadas en las comunidades fronterizas. Entonces tenemos la responsabilidad afirmativa de proporcionarles atención médica si se infectan con COVID», dice la declaración. «Esto en un momento en que nuestras comunidades ya están lidiando con esta emergencia de salud pública y tratando desesperadamente de desplegar las vacunas. Ahora nos enfrentamos a una grave crisis potencial de salud pública a lo largo de la frontera».
«En cualquier otra concepción, tasas de infección tan altas serían motivo de alarma para los funcionarios de salud pública. Sin embargo, actualmente estamos aplicando políticas que potencialmente abrieron, en lugar de restringir, el tráfico de indocumentados hacia Estados Unidos», dijeron los sheriffs en la resolución.
En febrero, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 100,000 inmigrantes ilegales en la frontera sur, y unos 26,000 evadieron la captura, según Jaeson Jones, un excapitán del Departamento de Seguridad Pública de Texas, quien recibió los datos provisionales de la Patrulla Fronteriza de fuentes internas, las que fueron revisadas por The Epoch Times.
Muchos de los que cruzan ahora son menores no acompañados (9457 en febrero), los que deben transferirse al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en un plazo de 72 horas, pero el gran número de menores desbordó el sistema.
El HHS acaba de abrir un segundo centro para el creciente número de menores.
Cuando se le preguntó qué es lo que cree que estaría impulsando la tendencia, Jones dijo que «ciertamente hay una inestabilidad económica en la región que no tiene parangón».
«Solo hay que mirar la pandemia (…) las tasas de infecciones de COVID cayó en América del Sur y Central», dijo. «Recientemente hemos tenido un huracán, la violencia continua, el desempleo. Así que si se juntan todos esos problemas (…) se va a ver a la gente buscando una mejor forma de vida».
Con información de Charlotte Cuthbertson.
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