La selección del jurado está programada para comenzar esta semana en el caso federal de delitos con armas del primer hijo Hunter Biden.
La primera ronda del proceso de selección del jurado comenzará el 3 de junio en el Tribunal Federal J. Caleb Boggs de Wilmington, Delaware.
Biden ha estado en el centro de una serie de controversias desde la época de la campaña del ciclo electoral de 2020 por una serie de supuestos fracasos personales, empresariales y legales.
Ahora, el primer hijo está a punto de enfrentarse a la perspectiva de un juicio que seguramente será muy publicitado y corre el riesgo de pasar años en una penitenciaría federal.
El juicio se centrará en las declaraciones supuestamente falsas que el señor Biden hizo en un formulario para recibir un arma de fuego en 2018.
El inicio del juicio representa un nuevo desafío para el asediado presidente Joe Biden, quien hace apenas unos días escribió en X, antes conocido como Twitter, que «nadie está por encima de la ley» después de que su rival de 2024, el expresidente Donald Trump, fuera condenado por 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales en Nueva York.
Esto es lo que debe saber ahora que comienza la selección del jurado para el juicio:
Los cargos
El Sr. Biden se enfrenta a cargos relacionados con una acusación de tres cargos presentada por el abogado especial David Weiss, que lleva el caso para el gobierno.
Los dos primeros cargos se refieren a las declaraciones supuestamente falsas que el Sr. Biden hizo en un formulario para recibir un arma de fuego que no estaba legalmente autorizado a poseer.
Al comprar un arma de fuego, la gente tiene que llenar un formulario a través de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos certificando varias cosas antes de que se les permita recibir el arma.
Por ejemplo, en el formulario se pregunta si el comprador ha sido condenado por un delito grave, si ha sido licenciado con deshonor, si es un fugitivo y, lo que es crucial en el caso del Sr. Biden, si el posible comprador es «adicto o consumidor ilegal» de marihuana o de cualquier otra droga clasificada a nivel federal.
Según los dos primeros cargos de la acusación del Sr. Biden, marcó «no» en respuesta a esta última pregunta a pesar de que más tarde admitió que consumía crack en ese momento.
Esta supuesta falsedad constituye un delito federal.
El tercer cargo de la acusación está relacionado con la posesión real del arma de fuego, ya que la ley federal también prohíbe la posesión de armas a quienes abusan de las drogas.
Al parecer, el Sr. Biden poseyó el arma durante un total de 11 días, momento en el que su novia, que al parecer estaba preocupada por su salud mental, se deshizo de ella.
Personajes principales
El juicio en sí contará con un elenco completo de personajes en ambos lados de la cuestión.
En el centro del juicio está el propio Biden.
El juicio será supervisado por la jueza federal Maryellen Noreika, nombrada por Trump, cuyo rechazo de una propuesta de acuerdo de culpabilidad el año pasado dio lugar al juicio.
La juez Noreika ha rechazado los esfuerzos del Sr. Biden para desestimar el caso, pero también ha dado victorias a ambas partes en cuestiones probatorias clave en el caso.
Liderando el caso para el gobierno es el Sr. Weiss, un nombramiento de Trump que se ha enfrentado a una letanía de críticas de la derecha por ser supuestamente demasiado indulgente con el Sr. Biden.
Los fiscales federales del caso han declarado que tienen previsto llamar a declarar a una docena de testigos, entre los que destacan tres ex parejas sentimentales de Biden.
La más destacada de ellas es Hallie Biden, la esposa de Beau, el hermano fallecido de Biden, que mantuvo una relación con Biden tras la muerte de su marido en 2015.
Recientemente, una visita a la señora Biden por parte del presidente Biden causó un frenesí mediático de corta duración, con muchos críticos planteando preocupaciones sobre la posible manipulación o intimidación de testigos.
El caso también contará con el testimonio de Kathleen Buhle, exmujer de Biden, y Lunden Roberts, madre de uno de sus hijos.
Según el juez Noreika, unos 250 ciudadanos de Delaware han sido convocados como posibles miembros del jurado.
A medida que avance el juicio, ese número se reducirá a 12 jurados y algunos suplentes.
Dada la naturaleza política del caso, una pregunta clave para estos jurados se basará probablemente en dónde obtienen sus noticias. La misma pregunta fue clave durante la selección del jurado en el juicio del presidente Trump en Nueva York.
Los abogados tendrán que encontrar jurados capaces de ser objetivos en el caso, sean cuales sean sus sentimientos hacia el presidente Biden y la primera familia.
Aunque Delaware no es ni mucho menos un bastión azul oscuro como lo es Manhattan, el estado todavía se inclina fuertemente hacia los demócratas, un hecho que podría hacer difícil reunir un jurado dispuesto a condenar al hijo de un presidente demócrata en un año electoral.
Lo que está en juego
El caso tiene mucho en juego para todos los implicados.
Para el propio Sr. Biden, significa la diferencia entre la libertad y el confinamiento: Si es condenado, el Sr. Biden se enfrenta a 25 años en una penitenciaría federal.
Dicho esto, el Sr. Biden sería un delincuente por primera vez por lo que es poco probable que se enfrente a tanto tiempo.
Aún así, si es declarado culpable de los tres cargos, es muy probable que pase meses o años entre rejas.
El caso también podría tener amplias ramificaciones políticas en un momento en que la campaña electoral y los tribunales están más estrechamente vinculados que nunca en la política.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha dicho que el Presidente Biden no indultaría a su hijo si fuera declarado culpable.
Pero si el presidente Biden pierde su intento de reelección en noviembre, podría verse sometido a una gran presión por parte de su familia para que indulte a su hijo antes de abandonar la Casa Blanca.
Una condena podría tener un impacto limitado en la campaña del presidente Biden.
Las encuestas muestran que la mayoría de los votantes no culpan de los supuestos pecados del hijo al padre, pero algunos sí: Eso podría ser mortal en una carrera que podría decidirse por un margen de inclinación en algunos estados disputados.
Para los republicanos, el caso podría quitar parte de la atención mediática del presidente Trump y volver a ponerla en el presidente Biden.
En caso de que el Sr. Biden sea absuelto, los republicanos podrían utilizar la absolución para continuar con sus afirmaciones de que el sistema judicial ha sido fundamentalmente roto y politizado por actores dentro del Departamento de Justicia.
El presidente Biden, por su parte, se ha mantenido en gran medida al margen del caso, limitándose a decir a la prensa que está «orgulloso de su hijo» y mostrando un gran apoyo en sus escasas declaraciones públicas sobre el asunto.
Un acuerdo fallido
El Sr. Biden está a punto de enfrentarse a un jurado de sus pares, pero originalmente, no se suponía que iba a ser así en absoluto.
El año pasado, Biden compareció en el mismo tribunal donde será juzgado.
Escoltado por agentes del Servicio Secreto y su poderoso equipo legal, Biden compareció por primera vez ante un tribunal en julio de 2023.
En ese momento, Biden esperaba que la juez Noreika aprobara un acuerdo que, según los críticos, daba la mayoría de sus ventajas al acusado.
Durante su comparecencia de julio, el Sr. Biden fue llevado ante el tribunal por varios cargos de delito menor relacionados con su presunta falta deliberada de pago del impuesto sobre la renta y tres cargos de delito grave relacionados con su posesión de un arma de fuego mientras era un usuario ilegal de una sustancia controlada.
Pero en virtud de un acuerdo de desviación previo al juicio propuesto, el Sr. Biden probablemente no habría visto ningún tiempo en la cárcel.
En virtud del acuerdo preliminar entre los abogados del Sr. Biden y el Sr. Weiss —que no era un abogado especial en ese momento— el Sr. Biden acordó declararse culpable de los cargos fiscales a cambio de inmunidad por otros posibles delitos fiscales, de armas y drogas que pudieran haberse cometido durante el período comprendido entre 2014 y 2019. Los fiscales recomendaron la libertad condicional como parte del acuerdo.
El acuerdo conmocionó a los críticos, que lo condenaron como un «trato de favor» que se produjo debido a la connivencia entre el gobierno y el equipo del Sr. Biden.
En última instancia, la juez Noreika se puso del lado de los críticos y, afirmando que los términos del acuerdo eran demasiado amplios, en particular en sus disposiciones que concedían inmunidad general para una letanía de delitos, anuló el acuerdo.
Inmediatamente después de esta decisión, el Fiscal General Merrick Garland ascendió finalmente al Sr. Weiss, que estaba a cargo del caso, a consejero especial, lo que le dio mucho más control sobre los cargos que se presentaban en el caso.
Sin embargo, los críticos también se han mostrado escépticos con el Sr. Weiss por permitir el trato indulgente en primer lugar, y muchos dijeron en su momento que debería haberse elevado a otro fiscal a la categoría de abogado especial.
En cualquier caso, la decisión de la juez Noreika de rechazar el acuerdo fue en última instancia la responsable de que el caso, que nunca se esperaba que llegara a juicio, llegara ante un jurado.
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