Estrategia de demócratas sobre la violencia cambia de ignorarla a culpar peligrosamente a Trump

Por Thomas Del Beccaro
02 de septiembre de 2020 3:15 PM Actualizado: 03 de septiembre de 2020 4:57 PM

Comentario

El mundo sabe que los demócratas no dijeron ni una palabra sobre la violencia en las grandes ciudades que gobiernan durante su convención nacional. Poco después, se volvió evidente que fue una mala estrategia política. En lugar de arriesgarse a enfurecer a su base exigiendo un cese inmediato, los demócratas han vuelto a su libro de jugadas de culpar a Trump.

Durante el fin de semana, los titulares resonaron.

Uno decía: «‘Eres tú’: El alcalde de Portland culpa al ‘racista’ Trump por la violencia«. Otro titular decía: «El alcalde Ted Wheeler culpa a Trump por el miembro de Patriot asesinado en Portland – lo llama racista«. Lo ha leído bien. El presidente es culpable porque alguien disparó a un simpatizante de Trump.

Para no ser quedar fuera, Adam Schiff afirmó que Trump está «atizando el fuego» de la violencia, y el candidato demócrata Joe Biden dijo que Trump está «alentando imprudentemente la violencia».

No importa que los reclamos de racismo por parte de la policía hayan incrementado bajo el presidente Obama, así como lo hizo la violencia en contra de los policías. No se deje persuadir por el hecho de que la violencia en Portland ha estado ocurriendo, casi desenfrenadamente, por más de tres meses. No considere los efectos del movimiento de «desfinanciar» a la policía en la ola de jubilaciones policiales ni en las decisiones de la policía de renunciar frente a la violencia.

Lo mismo para las acciones de un fiscal del Distrito de California, que fue financiado en parte por un grupo George Soros, que recientemente estableció directrices para acusar a los saqueadores dependiendo de si el saqueador cometió el robo por «necesidad personal«.

Si un problema existe hoy en día en Estados Unidos, muchos demócratas dicen que tiene que ser la culpa del presidente Trump.

Tenga en cuenta que la resistencia a la elección de la presidencia de Trump solo ha sido eclipsada en la historia de Estados Unidos con la separación del Sur de la Unión con la elección de Lincoln.

Los demócratas espiaron/investigaron a Trump antes y después de que fuera electo. Cuando los atraparon, culparon a Trump por solicitar la interferencia Rusa. No importaba que la administración de Obama supiera de las acciones de Rusia relacionadas con las elecciones (no relacionadas con Trump o su campaña) y no hiciera nada al respecto.

Sobre el Covid, los demócratas afirman que el Presidente Trump es responsable de cientos de miles de muertes. No les importa que sus dos mayores líderes del partido, Biden y Pelosi, se opusieran a la decisión «xenofóba» de Trump (como Joe Biden la calificó) para cortar los viajes desde China, una decisión que salvó incontables vidas.

Los demócratas en Washington, D.C. y en muchos estados azules continúan exigiendo políticas de cierre. Pero, de acuerdo con ellos, la mala economía es culpa de Trump porque debió de haber actuado antes —aun cuando se opusieran  a sus primeras acciones.

Si Trump quiere recortar el impuesto sobre la nómina, será su culpa si la seguridad social se ve afectada. No importa que ellos hayan votado a favor de un recorte del impuesto sobre la nómina y que el presidente Obama lo haya vuelto ley.

En 2017, menos de un año en su cargo, los demócratas culparon al presidente Trump por el aumento de las primas del Obamacare, aunque durante «el último año del mandato del presidente Obama … las primas subieron en promedio un 25 por ciento«.

La lista por lo que culpan los demócratas a Trump puede seguir y seguir, incluyendo el cierre del gobierno de 2018/2019 (a pesar de sus demandas de gasto) y las crisis en la frontera (como si la inmigración ilegal fuera causada por Trump). No olvide el uso de «jaulas» en la frontera que fueron construidas en la administración de Obama o la política de la «separación» familiar que empezó bajo Obama.

En pocas palabras, las políticas de los demócratas nunca tienen la culpa ni los demócratas. Tampoco aquellos que violan la ley o que incluso matan a la policía o a otros ciudadanos.

Si algo está mal hoy en Estados Unidos, es la culpa del presidente Trump a pesar de que Joe Biden ha estado en Washington por 51 años, o que el líder del Senado Chuck Schumer ha estado allí por 45 años o que la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi haya estado allí durante 33 años.

Esta vez es diferente. Esta mentira es peligrosa. La diferencia es que los demócratas no solo ignoran la violencia, culpando a Trump, sino que oficialmente la consienten.

Verá, es un artículo de fe entre muchos de los violentos y peores que están justificados en su violencia y asesinato. Se siente justificados porque han escuchado a sus líderes llamar racista a Trump repetidas veces, incluyendo a Sanders, Pelosi, AOC y Biden.

También han escuchado durante cuatro años a los medios de comunicación de extrema izquierda sobre cómo Trump es malo. Acaban de escuchar la mentira de Joe Biden de que Trump nunca a opinado en contra de los nacionalista blancos.

Así que, cuando los demócratas culpan a Trump por la violencia en sus ciudades que no pudieron controlar, se ponen completamente del lado de los criminales. Están justificando su comportamiento. Les están dando una causa.

Pocas cosas en la política podrían ser menos responsables y pocas cosas necesitan la derrota de los demócratas este noviembre más que lo que están haciendo ahora.

Thomas Del Beccaro es un aclamado autor, conferencista, escritor de opinión de Fox News, Fox Business y Epoch Times, y expresidente del Partido Republicano de California. Es autor de las perspectivas históricas “The Divided Era” y “The New Conservative Paradigma”.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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