El rapero transformado en cantante de country Jelly Roll, cuya adolescencia y sus veinte años estuvieron marcados por numerosas estancias en la cárcel y condenas por delitos graves, es la prueba viviente de que las segundas oportunidades son posibles tras jurar su cargo como ayudante del sheriff el pasado fin de semana.
El 27 de julio, Christopher Swanson, sheriff del condado de Genesee, sorprendió a este hombre de 39 años, cuyo nombre legal es Jason Bradley DeFord, con una tarjeta de identificación oficial y una placa de sheriff durante la ceremonia de inauguración de un nuevo estudio de música en la cárcel del condado de Genesee, en Flint, Michigan.
Un video del acto fue compartido en la cuenta de Instagram de 99.5 WYCD, una emisora de radio de Detroit.
«De convicto a ayudante del Sheriff», dijo Jelly Roll en el video antes de levantar la mano derecha para hacer su juramento.
«Este es el verdadero trato», dijo Swanson después de tomar juramento al cantante de «Son of a Sinner» como ayudante del sheriff de la Community Cares Task Force, una iniciativa que Swanson comenzó en marzo de 2020 para ayudar a los residentes del condado de Genesee durante la pandemia de COVID-19.
«Ahora entras en cualquier centro y puedes decirles que eres ayudante del sheriff del condado de Genesee», dijo. «Eso son segundas oportunidades».
Estudio musical Jailhouse
Jelly Roll, que creció en Antioch, un suburbio de Nashville, Tennessee, estuvo asociado con Swanson para apoyar el programa I.G.N.I.T.E. de la Oficina del Sheriff del condado de Genesee, acrónimo de «crecimiento natural e intencionado de los reclusos a través de la educación».
Fundada por Swanson en 2020, la iniciativa trabaja para «invertir el ciclo de encarcelamiento generacional a través de la educación», según el sitio web del programa educativo.
«Al proporcionar a los reclusos una valiosa formación laboral, se les dota de habilidades que pueden utilizar en el momento de su puesta en libertad para obtener un empleo significativo y reducir su probabilidad de reincidir», se lee en el sitio web. «También se descubrió que los programas educativos reducen el encarcelamiento generacional al ofrecer a los reclusos una forma de salir del ciclo perpetuado por las generaciones anteriores».
El Jelly Roll Jailhouse Music Studio, creado en colaboración con el Flint Institute of Music, es uno de los últimos esfuerzos de Swanson por rehabilitar a los reclusos.
«Nunca pensé que diría que me siento bien al volver a la cárcel, pero así es», dijo Jelly Roll en un video compartido por 99.5 WYCD.
«Creo que el arte expresa a veces lo que no podemos ver», dijo el cantante, añadiendo que creía que en el nuevo estudio de la cárcel del condado de Genesee se escribiría una canción de éxito.
«Pero lo que es más especial que el hecho de que alguien escriba una canción de éxito desde esta cárcel es que creo que la gente va a verter en esta habitación, aquí mismo, el dolor que ha estado aguantando toda su vida, que van a soltar las maldiciones generacionales y los traumas que les han estado oprimiendo», continuó. «Y creo que, escriban una canción de éxito o no, la gente saldrá de esta habitación siendo mejores [improperios] personas».
Estudios Jelly Roll
El nuevo programa de rehabilitación de la cárcel del condado de Genesee no es el primer estudio de música que el galardonado artista de música country abre en un centro penitenciario.
A principios de este año, Jelly Roll puso en marcha un estudio musical en el Centro de Detención de Menores del condado de Davidson, en Nashville, Tennessee, donde pasó unos tres años y medio cuando era adolescente.
El cantante donó la recaudación de su concierto en el Nashville Bridgestone Arena, en diciembre de 2022, para ayudar a poner en marcha los Jelly Roll Studios. El proyecto se llevó a cabo en colaboración con la organización sin ánimo de lucro The Beat of Life, con sede en Nashville, que ofrece a personas encarceladas y vulnerables acceso a talleres de composición y música a través de su programa Redemption Songs.
«Nunca podría haber soñado, cuando me encontraba allí sentado, que algún día volvería para presentar un estudio y colaborar con The Beat of Life», dijo Jelly Roll en el acto inaugural del estudio el 19 de febrero.
Jelly Roll ya habló en otras ocasiones de sus problemas de salud mental y su adicción, así como de sus diversos delitos, como robo con agravantes y posesión de drogas. Durante su intervención en el acto de inauguración de Jelly Roll Studios, el exrapero reflexionó sobre el tiempo que pasó encarcelado en el centro de detención de menores de Nashville, donde fue encarcelado a los 14 años tras su primera detención.
«Cuando estaba en el centro de menores, nunca recibíamos visitas. Nunca tuvimos un mentor, nunca vino nadie a vernos», ofreció. «Poder volver en estas condiciones es un sueño que tenía y esto es sólo el principio».
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