La Organización Mundial de la Salud (OMS) defendió a comienzos de esta semana que la única manera de poner fin a la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como nuevo coronavirus, era la cooperación entre todos los países del mundo después de que se tuviera el conocimiento de que regímenes como el de China o Rusia estaban ofreciendo las dosis a cambio de contrapartidas, una práctica que ya se conoce como “diplomacia de vacunas”.
Un informe de la Federación Internacional de Periodistas (IFJ) puso de manifiesto algunas políticas implementadas por el régimen de Beijing para difundir mensajes positivos del país asiático a través de los medios internacionales. Por ejemplo, indicó que más del 80 % de los encuestados informó un aumento en desinformación en el último año. El hallazgo contempla a múltiples fuentes, incluida China.
La cifra fue más alta en América Latina y América del Norte, con el 100 % de encuestados que informaron un aumento de la desinformación.
El informe subraya que los países “tendieron a subestimar el impacto de Beijing en sus sistemas mediáticos” durante la pandemia, convencidos de que “la propaganda de Beijing era torpe e irrelevante” y confiados en que “sus propios sistemas políticos o de alfabetización mediática protegería el ecosistema de la invasión china”.
Sin embargo, las consecuencias no han sido las que se esperaban. “Cuando se ve a nivel mundial, los resultados se ven muy diferentes, y se ve a China saliendo de la pandemia con más resultados globales positivos en cuanto a la cobertura de sus acciones”, revela.
El estudio se centra en todo el mundo pero presta especial atención a la región del continente americano ya que el 100 % de los encuestados admitieron que hubo un incremento de la desinformación por parte de China en los países de Norteamérica y Latinoamérica.
Específicamente, en esta última región, “tres cuartas partes de los encuestados no estaban seguros de si la influencia china en sus medios nacionales era positiva o negativa”, una tendencia que también se ha visto en otras zonas del mundo como en el Medio Oriente y el norte de África y en Europa.
Las políticas de desinformación de China
Es lo que revela el informe “La historia del COVID-19: desenmascarando la estrategia global de China”, publicado este miércoles por la Federación Internacional de Periodistas (IFJ, por sus siglas en inglés), que pone en evidencia las políticas impulsadas por China en temas de desinformación sobre la pandemia para aprovechar y ganar presencia en todo el mundo.
“China ha utilizado la pandemia del COVID-19 para mejorar su imagen en la cobertura mediática global”, señala el informe elaborado por Louisa Lim, Julia Bergin y Johan Lidberg y al que ha tenido la Voz de América.
El documento se realizó tras encuestar a 54 periodistas de 50 países diferentes de todo el mundo entre diciembre de 2020 y enero de 2021 con el objetivo de analizar el impacto de China en los medios de comunicación entorno a la pandemia.
“Beijing parece estar tomando un enfoque más intervencionista y más del 80 por ciento de los países expresaron preocupación por la desinformación en sus medios nacionales”, agrega al respecto.
Objetivo: desviar la atención mediática
En febrero, otro informe producido por el Laboratorio de Investigación Digital Forense (DRFLab en inglés) y la agencia Associated Press también presentó algunas pruebas para concluir que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, había llevado a cabo una campaña de desinformación sobre el origen del virus.
La investigación refleja las pretensiones del régimen de Xi Jinping para desviar la atención mediática y contrarrestar los datos del alcance de la pandemia en el país.
Lijian, después de que la OMS declarara oficialmente la pandemia el 11 de marzo de 2020, señaló directamente a Estados Unidos en varias declaraciones a la prensa.
“Podría ser el Ejército de Estados Unidos el que llevó la epidemia a Wuhan. ¡Han de ser transparentes! ¡Tienen que publicar los datos! ¡Estados Unidos nos debe una explicación!”, dijo el alto funcionario de Beijing en algunas de sus comparecencias públicas sobre el tema.
¿En qué consiste la diplomacia de vacunas según la ONU?
“La diplomacia de vacunas no es cooperación, es una maniobra geopolítica. No podemos vencer este virus haciéndonos competencia, si competimos por los recursos o por una ventaja geopolítica es el virus el que toma ventaja”, dijo Tedros Adhanom, director general de la OMS, durante una conferencia de prensa.
Por ejemplo, el Gobierno de Honduras ha confirmado que El Salvador le prestará ayuda en la compra de vacunas contra el COVID-19 a China ya que el ejecutivo de Tegucigalpa no mantiene relaciones diplomáticas con China.
Esta cuestión, el de la diplomacia de vacunas, es algo que se está vigilando por parte de los organismos internacionales encargados de velar por las estrategias de control y mitigación del virus. Pero, más allá de eso, las estrategias del régimen de Beijing están teniendo sus efectos.
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