Estudios publicados en Nutrients e International Journal of Molecular Sciences descubrieron que los compuestos de las ramitas de morera inhiben eficazmente la infección por COVID-19. La investigación clínica completó su transferencia tecnológica y entró en fase de comercialización.
La morera es un tesoro de la naturaleza
Durante miles de años, la morera se ha utilizado como hierba medicinal en China, Corea del Sur y otros países. Las ramitas de morera son ramas jóvenes secas del árbol de la morera (Morus alba) y se utilizan ampliamente para tratar el dolor de la artritis, los derrames cerebrales, la parálisis parcial, los edemas, el pie de atleta y la irritación de la piel.
En la medicina occidental, las ramas de morera se consideran diuréticas, antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales, y ayudan a prevenir el desarrollo del cáncer.
En los estudios mencionados, el equipo de investigación surcoreano confirmó que dos componentes de las ramas de morera, el mulberrofuran G y el kuwanon C, bloquean eficazmente el proceso de penetración de los virus en las células huésped durante la fase inicial de la infección por COVID-19.
La morera previene la infección por COVID-19
Una vez entra en el cuerpo humano, el coronavirus se une al receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) de las células epiteliales humanas y penetra en las células huésped a través de la proteína de espiga de la superficie del virus.
Mediante experimentos clínicos, el grupo de investigación descubrió que tanto el mulberrofuran G como el kuwanon C se adhieren fuertemente a la proteína de espiga y al receptor ACE2, impidiendo eficazmente la unión mutua de la proteína de espiga y el receptor ACE2.
Además, el equipo de investigación verificó mediante experimentos celulares que el mulberrofuran G y el kuwanon C podían inhibir las infecciones de virus simulados y del coronavirus real. Bloquea la penetración en la célula huésped en la fase inicial de la infección por COVID-19.
La morera suprime los virus resistentes a los fármacos
En la actualidad, las terapias contra el COVID-19 aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) incluyen inhibidores de la replicación del ARN vírico en forma de moléculas pequeñas, como remdesivir y Paxlovir. También existen inhibidores de la ósmosis celular del virus basados en macromoléculas.
Sin embargo, algunas nuevas variantes de coronavirus son resistentes a los inhibidores de la replicación del ARN y, como terapia con anticuerpos, solo pueden administrarse por vía intravenosa.
El Dr. Choi Jang-Gi, profesor del centro de aplicación de medicina coreana del Instituto Coreano de Medicina Oriental, declaró al medio coreano NEWSIS que el virus COVID-19 utiliza ARN como material hereditario. Por lo tanto, lo más probable es que el virus desarrolle resistencia a los antimicrobianos, un fenómeno en el que los microorganismos mutan y se vuelven resistentes a fármacos previamente eficaces.
Choi Jang-Gi dijo: «El uso de Mulberrofuran G y kuwanon C como inhibidores de la ósmosis, junto con las terapias inhibidoras de la replicación del ARN actualmente disponibles y aprobadas, mejorará la tasa de recuperación contra el virus COVID-19, además de impedir la aparición de virus resistentes a los fármacos».
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