El estudio más reciente de China sobre la prevalencia de la infección luego de un confinamiento no descubrió una transmisión del virus del PCCh entre personas que estuvieron en contacto cercano con pacientes asintomáticos, lo cual contradice la narrativa actual de que la transmisión asintomática juega un rol importante en la pandemia.
Un portador asintomático es alguien quien no ha mostrado síntomas luego de infectarse, pero que podría transmitir el virus a otras personas. Esto es diferente de alguien que es presintomático, lo cual significa que la persona no se siente ni parece enferma, pero eventualmente muestra síntomas posteriormente, y transmite el virus durante esa fase presintomática.
El estudio, publicado en Nature, identificó 300 casos positivos asintomáticos a través de un programa de detección masivo de más de nueve millones de ciudadanos chinos luego del confinamiento en Wuhan —donde se originó el virus del PCCh (Partido Comunista Chino)— del 4 de mayo al 1 de junio, mediante pruebas PCR.
También se cultivaron en el laboratorio muestras de todos los casos asintomáticos y no se descubrió “ningún virus viable”, lo que significa que no puede transmitir un virus. Los autores también descubrieron que 190 de las 300 muestras asintomáticas dieron positivo en anticuerpos (IgG y/o IgM), lo cual indica una posible infección reciente por COVID-19 o la prueba de PCR resultó en un falso positivo.
Los científicos identificaron y dieron seguimiento a 1174 contactos cercanos de los casos asintomáticos y descubrieron que ninguno de los contactos dio positivo por COVID-19. Ellos señalaron que «en comparación con los pacientes sintomáticos, las personas infectadas asintomáticas generalmente tienen una cantidad baja de cargas virales y una diseminación viral de corta duración, lo cual disminuye el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2».
«Este estudio confirma lo que los médicos han sabido y lo que los no científicos han sospechado durante milenios: es decir, que la transmisión asintomática nunca ha sido la causa principal de los brotes», dijo el Dr. Simone Gold, MD, y fundador de America’s Frontline Doctors a The Epoch Times en un correo electrónico.
Antes de la pandemia del virus del PCCh, la guía para el tratamiento y el diagnóstico de un brote viral respiratorio —incluido el brote de síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2003 y el brote de síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS) en 2012— se centró principalmente en los casos sintomáticos para detener la transmisión de la enfermedad.
La guía más actualizada de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América sobre el diagnóstico, tratamiento, y manejo de los brotes durante la temporada de influenza recomienda que solo las personas con síntomas se hagan la prueba de la influenza.
Suecia, la cual no ha recurrido a confinamientos, pruebas masivas de sus ciudadanos, o uso obligatorio de mascarillas desde que comenzó la pandemia, no cree que la propagación asintomática sea común. «Basados en la experiencia del COVID-19 y otras enfermedades similares, la evaluación es que la propagación de la infección de personas sin síntomas representa una pequeña proporción», según la Agencia Sueca de Salud Pública.
Para evitar infecciones, se recomienda a los suecos que no se toquen la cara, distanciarse físicamente en lugares públicos, practicar la higiene de manos, estornuden o tosan en el pliegue del brazo, y que se queden en casa cuando se sientan enfermos.
Otros estudios
Existe evidencia que indica que la propagación asintomática no es tan frecuente como afirmaron los estudios anteriores que era, hasta el 81 por ciento, y que el riesgo de transmisión de pacientes asintomáticos es bajo.
En una revisión sistemática y un metanálisis que incluyó 79 estudios, los científicos descubrieron que los portadores asintomáticos «demostraron una eliminación viral más rápida», lo cual indica un «período infeccioso más corto».
En un estudio de metanálisis diferente publicado online el 9 de octubre, los investigadores descubrieron que sus «estimaciones de la prevalencia de casos asintomáticos por COVID-19 y las tasas de transmisión asintomática son más bajas que muchos estudios que fueron ampliamente difundidos».
La tasa general de casos asintomáticos fue del 17 por ciento, y los portadores asintomáticos tenían un 42 por ciento menos de probabilidades de propagar el virus del PCCh en comparación con los individuos sintomáticos.
El estudio involucró a 21,708 personas de 13 estudios que dieron seguimiento a los pacientes durante «al menos 7 días para distinguir los casos asintomáticos de los presintomáticos».
Varios estudios ampliamente difundidos como el crucero Diamond Princess, el estudio de Islandia y el refugio para personas sin hogar en Boston, citados por muchos gobiernos y funcionarios de salud pública para justificar algunas de sus políticas, fueron excluidos de este estudio por su falta de seguimiento de los pacientes para determinar si eran realmente asintomáticos o presintomáticos.
El primer informe que sugirió propagación asintomática fuera de China también fue excluido. El informe llegó a los titulares nacionales antes de que se descubriera que tenía fallas. Los autores se basaron únicamente en relatos de los cuatro pacientes alemanes sin hablar con la empresaria «asintomática» de Shanghai, quien había desarrollado síntomas mientras estaba en Alemania.
Los autores abordaron el error enviando un apéndice complementario adjunto al final del documento (pdf), en lugar de hacer una corrección en el documento en sí.
Pruebas a personas sanas
Varios países a nivel mundial están realizando pruebas y pidiendo que usen mascarillas a las personas sanas como un intento por mitigar la propagación asintomática, a pesar de que no hay pruebas concluyentes que respalden que las infecciones asintomáticas son un factor impulsor de la pandemia.
En su guía actualizada sobre por qué se debe usar mascarillas de tela en la comunidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirman que hay una tasa de transmisión del 50 por ciento por parte de las personas asintomáticas, sin diferenciar entre los individuos asintomáticos y presintomáticos.
«Las mascarillas están destinadas principalmente a reducir la emisión de gotitas cargadas de virus («control de la fuente»), la cual es especialmente relevante para usuarios infectados asintomáticos o presintomáticos (…) quienes se estima que representan más del 50 [por ciento] de las transmisiones».
Las universidades de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido han apoyado sitios de prueba improvisados para evaluar a los estudiantes y al personal, mientras que la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha implementado un protocolo de testeo asintomático para los estudiantes y el personal que participan en el programa de aprendizaje presencial de las escuelas públicas del estado.
Yesterday, @MayorBowser outlined new asymptomatic COVID-19 testing protocols for students and staff participating in DCPS in-person programming. https://t.co/3Ddimfotju
— DC Public Schools (@dcpublicschools) December 3, 2020
“Estamos orgullosos del robusto sistema de pruebas que hemos construido en [el Distrito de Columbia], y ahora podemos usar esa infraestructura para apoyar este programa”, dijo Bowser en un comunicado de prensa el 2 de diciembre.
Los estudiantes cuyos padres o tutores hayan firmado un formulario de consentimiento podrán recibir una «prueba de PCR de hisopado nasal» aproximadamente cada 10 días en la escuela, mientras que al personal se le ofrece un kit de prueba por correo una vez por semana, todo sin costo.
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