Un estudio reciente revela que el consumo frecuente de cannabis de alta potencia puede dejar cambios mensurables en el ADN humano, lo que suscita preocupación por las repercusiones en la salud mental de los productos derivados de la marihuana, cada vez más disponibles y más potentes.
Los investigadores descubrieron alteraciones en genes relacionados con la función mitocondrial e inmunitaria entre consumidores habituales de cannabis con concentraciones de tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo de la planta de cannabis, superiores al 10 por ciento, lo que podría afectar al metabolismo energético y a las respuestas inmunitarias.
Efectos psicológicos adversos ya asociados al cannabis
Un gran número de estadounidenses (alrededor de 129 millones de personas) afirman haber consumido marihuana en algún momento de su vida. A medida que varios estados aprueben medidas de legalización, se prevé que esta cifra aumente.
Cada vez hay más pruebas de que esta tendencia podría tener graves consecuencias para la salud mental y física.
Las investigaciones demuestran que los porros de marihuana aportan a los pulmones al menos cuatro veces más alquitrán que los cigarrillos de tabaco comparables.
Un estudio de 2019 publicado en The Lancet Psychiatry indica que el consumo diario de cannabis, en particular el de alta potencia, tiene una fuerte correlación con la aparición de psicosis.
Los hallazgos sugieren un aumento significativo de nuevos casos de psicosis en ciudades donde el cannabis de alta potencia está fácilmente disponible. «Nuestros resultados concuerdan con estudios anteriores que demuestran que el consumo de cannabis con una alta concentración de THC tiene efectos más nocivos para la salud mental que el consumo de formas más débiles», declaró en un comunicado de prensa la Dra. Marta Di Forti, autora principal del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia. «También indican por primera vez cómo afecta el consumo de cannabis a la incidencia de trastornos psicóticos a nivel poblacional».
Nuevos datos sobre el cannabis de alta potencia y el ADN
En un estudio reciente publicado en Molecular Psychiatry, Di Forti y su equipo descubrieron que el cannabis de alta potencia puede dejar una marca distintiva en el ADN humano. Se trata del primer estudio que demuestra los efectos biológicos mensurables del cannabis de alta potencia en la biología humana, señalaron.
La investigación se centró en la metilación del ADN, un proceso químico que altera la expresión de los genes sin modificar la secuencia del ADN, utilizando muestras de sangre de 682 participantes, entre ellos 188 consumidores actuales de cannabis y 494 personas sin antecedentes de consumo.
El estudio analizó datos de dos cohortes: el estudio GAP, dirigido a pacientes con psicosis de primer episodio del sur de Londres, y el estudio EU-GEI, que incluía a pacientes y controles sanos de varios países europeos y de Brasil.
Según los resultados, la mayoría de los participantes categorizados como consumidores frecuentes de cannabis declararon haber comenzado su consumo a una edad media de 16 años, consumiendo principalmente cannabis de alta potencia más de una vez a la semana.
El análisis determinó que los consumidores frecuentes de cannabis de alta potencia, definido como aquel con un contenido de delta-9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC) igual o superior al 10 por ciento, presentaban alteraciones en el gen CAVIN1, asociado a la función mitocondrial e inmunitaria. Estos cambios podrían afectar al metabolismo energético y a las respuestas inmunitarias.
A modo de aclaración, mientras que el THC es una clase de cannabinoides del cannabis, el delta-9-THC es la forma más abundante de la clase y es conocido por sus potentes propiedades psicoactivas.
Los resultados también sugieren que los efectos del cannabis en el ADN difieren entre los individuos que experimentan su primer episodio psicótico y los que no lo han sufrido. Esto plantea la posibilidad de desarrollar análisis de ADN en sangre para identificar a los consumidores de cannabis con riesgo de psicosis.
«Con el aumento de la prevalencia del consumo de cannabis y la mayor disponibilidad de cannabis de alta potencia, existe una necesidad acuciante de comprender mejor su impacto biológico, sobre todo en la salud mental», afirmó Di Forti en un comunicado de prensa.
Problemas concurrentes de salud mental y consumo de cannabis
Los problemas de salud mental y los trastornos por consumo de sustancias van a veces de la mano. Según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, el consumo de sustancias puede desencadenar síntomas de salud mental, mientras que los trastornos de salud mental pueden llevar al consumo de sustancias como forma de automedicación. Ambos comparten causas subyacentes, como factores genéticos, cambios cerebrales y traumas. Más de una cuarta parte de los adultos con trastornos mentales graves también tienen problemas con el consumo de sustancias, sobre todo los que padecen depresión, trastornos de ansiedad, esquizofrenia o trastornos de la personalidad.
The Epoch Times consultó al Dr. Matthew Sherman, jefe de psiquiatría ambulatoria para adultos y salud conductual de Stony Brook Medicine, sobre la relación entre el consumo de cannabis y otros trastornos mentales. Según su experiencia, el consumo simultáneo de cannabis y trastornos mentales es frecuente y suele afectar negativamente a los resultados del tratamiento.
«Creo que cualquier sustancia psicoactiva como el cannabis influye enormemente en los resultados del tratamiento de forma negativa», añadió, destacando las interacciones con los medicamentos psicotrópicos y los efectos de la intoxicación o la abstinencia de cannabis en la salud mental de los pacientes.
Consideraciones éticas de las pruebas de ADN para detectar el riesgo de psicosis
Existen muchas consideraciones éticas a la hora de utilizar el ADN para identificar riesgos, explicó a The Epoch Times Sanam Hafeez, neuropsicóloga y directora de Comprehend the Mind, un proveedor de evaluaciones y valoraciones neuropsicológicas de la ciudad de Nueva York.
«Por un lado, este tipo de huella de ADN, aunque posiblemente valiosa, abre la puerta a [la pregunta] [¿]’qué más'[?] puede cambiar mis genes», dijo.
En caso de que las pruebas de ADN se generalicen, podrían tener repercusiones para los enfermos mentales, como «el uso indebido de su ADN o incluso su estudio sin consentimiento, implicaciones legales y [la posibilidad de] modificación genética mediante el uso de sustancias como el cannabis», señaló Hafeez.
Por el contrario, Sherman se mostró optimista sobre el potencial de las pruebas de ADN para beneficiar a los pacientes. Con las herramientas y los recursos de laboratorio adecuados, «creo que puede ser una prueba muy práctica para nuestros pacientes», afirmó. «Éticamente, creo que esto sólo podría beneficiar a nuestros pacientes al poder identificar a aquellos que tienen más riesgo de desarrollar psicosis con el consumo de cannabis».
Añadió que está «bastante intrigado» por los hallazgos, «ya que actualmente no tenemos un método fuera de la evaluación clínica y los factores de riesgo como los antecedentes familiares para determinar cuáles de nuestros pacientes pueden estar en mayor riesgo de desarrollar psicosis».
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