Beber té verde tiene muchos beneficios para el cuerpo humano. No sólo es una bebida refrescante, sino que también es conocido por sus beneficios para la salud. Entre otros efectos beneficiosos, es antioxidante e inhibe la hipertensión.
Un estudio japonés demostró que el extracto de té verde es prometedor para los enfermos de cáncer. El 27 de marzo, un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Farmacéutica de Japón en Nagoya (Japón) demostró que el extracto de té verde puede aliviar la diarrea grave causada por el medicamento contra el cáncer irinotecan (CPT-11). El estudio fue presentado por el Dr. Tomoo Hosoe, de la Universidad Hoshi de Tokio.
Efectos secundarios del té verde y la quimioterapia
El irinotecán es un fármaco antitumoral utilizado para muchos tipos de cáncer, incluido el de colon. Sin embargo, este fármaco de quimioterapia tiene efectos secundarios graves, como la diarrea.
El irinotecán causa diarrea debido a su contenido en SN-38G. En el intestino, la bacteria β-glucuronidasa convierte el SN-38G en SN-38, que inhibe el crecimiento tumoral. Sin embargo, el proceso también daña la mucosa intestinal.
En un estudio con ratones, el equipo del Dr. Hosoe descubrió que los altos niveles de catequina, un antioxidante natural, en el extracto de té verde inhiben la diarrea inducida por el irinotecán.
Los investigadores dividieron a los ratones en dos grupos. A un grupo se le administró irinotecán solo, y al otro, irinotecán más extracto de té verde. Los resultados mostraron que los ratones a los que solo se administró irinotecán presentaron un aumento de 3,5 veces en el contenido de agua fecal (diarrea). En el otro grupo, los ratones a los que se administró una combinación de extracto de té verde e irinotecán mostraron un aumento de 1,5 veces en la diarrea, que fue significativamente menor que la del grupo al que solo se administró irinotecán.
En cuanto a la actividad de las bacterias productoras de β-glucuronidasa, el número de bacterias se redujo significativamente en el grupo mezclado con extracto de té verde en comparación con el grupo al que se administró irinotecán solo. Además, el aumento de la dosis de extracto de té verde fue más eficaz para reducir la actividad de la β-glucuronidasa.
Té verde: Más buenas noticias para los pacientes de cáncer
Durante años, los investigadores japoneses estudiaron la relación entre el té verde y el cáncer. Aunque la mayoría de los estudios se centran en el papel del té verde en la prevención del cáncer, un estudio del 2004 demostró que el extracto de té verde tenía un efecto inhibidor sobre el crecimiento de la angiogénesis tumoral.
Investigadores de la Universidad japonesa de Osaka estudiaron el efecto del extracto de té verde sobre el crecimiento de los vasos sanguíneos utilizando células endoteliales de la vena umbilical humana (HUVEC). Veinticuatro horas después de la adición de extracto de té verde (0-25 mg/ml) a las células endoteliales cultivadas en medio, se analizaron la viabilidad celular, la capacidad de proliferación celular, la capacidad de migración celular y la capacidad de formación celular.
Los resultados mostraron que la viabilidad celular de las células endoteliales no cambió, pero la proliferación celular, la formación de tubos y la capacidad de migración celular se redujeron significativamente, dependiendo de la concentración de extracto de té verde añadida. Además, la actividad del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) en las células endoteliales también se redujo al aumentar la dosis de extracto de té verde.
El equipo de investigadores concluyó que el extracto de té verde inhibía la angiogénesis tumoral al reducir la expresión de los receptores del VEGF. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Japanese Society for Home Economics Research Publications en mayo del 2004.
La larga historia del té en Japón
La historia del té comenzó en China y se extendió por todo el mundo. Durante la dinastía Tang (618-907 d.C.), el té se introdujo en Japón desde China. En aquella época, durante el periodo Nara de Japón (710-1192 d.C.), el país intentaba aprender y adoptar los sistemas y la cultura chinos más avanzados. El té era extremadamente preciado y solo un número muy reducido de nobles y monjes podían disfrutarlo.
Durante el periodo Kamakura (1192-1392 d.C.) en Japón, un sacerdote budista japonés llamado maestro zen Eisai visitó China y trajo de vuelta a Japón hojas de té verde. Eisai escribió «Cómo mantenerse sano bebiendo té», que recogía los efectos de las hojas de té y cómo preparar té. El primer libro completo sobre el té en Japón, el libro de Eisai tuvo un gran impacto en la difusión de la cultura del té.
Hoy en día, la mayor parte del té que se tuesta en Japón es té verde. De hecho, el té japonés se conoce generalmente como té verde japonés. Existen varios tipos de té verde, como el sencha, el té a la menta, el té verde y el bancha. El té verde se cultiva mucho en Japón.
Según el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón, en 2021 Japón exportó 2254 toneladas de té verde a Estados Unidos, 775 toneladas a Europa y 1497 toneladas a Taiwán, para un total de exportaciones mundiales de 6179 toneladas.
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