Un estudio sobre veteranos estadounidenses sugiere que la distribución de suplementos de vitamina D en todo el país podría haber evitado más de 110,000 muertes por COVID-19 y millones de infecciones por el virus.
La falta de vitamina D en el cuerpo humano se ha relacionado desde hace tiempo con una inmunidad deficiente, que hace a las personas más propensas a las infecciones víricas. Varios estudios han demostrado que las personas con carencia de vitamina D tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19 y experimentar síntomas graves. Sin embargo, no se ha aclarado mucho si el tratamiento con vitamina D puede reducir el riesgo de muerte por COVID-19.
El estudio, publicado a principios de este mes en Scientific Reports, una subdivisión de Nature, analiza la relación entre la administración de suplementos de vitamina D2 y D3 y el riesgo de morir por COVID-19 en los 30 días siguientes a la infección.
A partir de los datos proporcionados por el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) de EE.UU., el equipo de investigación llevó a cabo un análisis de 199,498 veteranos que fueron tratados con vitamina D3 y 33,216 veteranos tratados con D2 entre el periodo prepandémico, del 1 de enero de 2019 al 31 de diciembre de 2020, y durante la pandemia, del 1 de marzo de 2020 al 31 de diciembre de 2020. Cada paciente fue emparejado uno a uno con un paciente del VA no tratado como control.
Los investigadores también realizaron un análisis de subgrupos en función de la raza y el sexo. Se sabe que las personas con piel más oscura suelen tener niveles más bajos de vitamina D que las de piel más clara, ya que una mayor cantidad de melanina reduce la capacidad de las personas para sintetizar la vitamina D del sol. También se ha descubierto que las mujeres tienen mayores niveles de vitamina D en sangre que los hombres.
Los resultados
Según los investigadores, la administración de suplementos de vitamina D2 y D3 durante la pandemia redujo la probabilidad de infección por COVID-19 en un 20 por ciento y un 28 por ciento, respectivamente. Con una dosis media diaria de 50,000 UI, se produjo una reducción del 49 por ciento de la infección por COVID-19 en los pacientes con niveles de vitamina D en sangre inferiores a los normales.
El estudio también descubrió que la administración de suplementos de vitamina D3 estaba relacionada con un 33 por ciento menos de riesgo de morir en los 30 días siguientes a la infección por COVID-19, aunque el tratamiento con vitamina D2 no produjo resultados estadísticamente significativos en ese sentido.
En lo que respecta al género, el equipo de investigación descubrió que la vitamina D3 es casi tan eficaz para reducir las tasas de infección por COVID-19 en los pacientes masculinos como en los femeninos. También observaron una mayor reducción de las tasas de infección por COVID-19 en los pacientes negros tratados con D3 (28 por ciento) que en los blancos (18 por ciento) en comparación con los controles no tratados.
«Si extrapolamos nuestros resultados de la administración de suplementos de vitamina D3 a toda la población estadounidense en 2020, se habrían producido aproximadamente 4 millones menos de casos de COVID-19 y se habrían evitado 116,000 muertes», escribieron los investigadores de la Universidad Johns Hopkins y las Universidades de Michigan y Chicago.
«Hemos calculado estos valores aplicando nuestra estimación de reducción media del 20 por ciento de la infección y del 33 por ciento de la mortalidad tras la infección por la vitamina D3 a un total de 19,860,000 casos y 351,999 muertes hasta 2020», explicaron.
En el VA, se han producido 343,094 casos y 14,981 muertes conocidas desde marzo hasta octubre de 2020. Utilizando el mismo cálculo, los investigadores estimaron que habría 69,000 casos menos de veteranos infectados y 4,900 muertes menos durante ese periodo.
Los investigadores admitieron, sin embargo, que su cálculo podría haber subestimado el beneficio potencial de que todos los estadounidenses tomaran suplementos de vitamina D durante la pandemia. A la inversa, sus estimaciones también podrían estar infladas si sus sujetos tuvieran una mayor prevalencia de deficiencia de vitamina D que la población general de Estados Unidos.
«Aun así, dados nuestros hallazgos, la ausencia de efectos secundarios graves y la amplia disponibilidad de la vitamina D3 a bajo coste, la vitamina D3 presenta una oportunidad única para reducir la propagación y la gravedad de la pandemia de COVID-19», concluyeron.
Estudio anterior
A principios de este año, un equipo de investigadores con sede en México descubrió que la administración de suplementos de vitamina D puede ayudar a prevenir COVID-19 sin que se produzcan efectos adversos graves, independientemente del estado de vitamina D del individuo.
En el estudio, publicado en Archives of Medical Research, participaron 321 trabajadores sanitarios de primera línea de cuatro hospitales de Ciudad de México, que dieron negativo en las pruebas de COVID-19 entre el 15 de julio y el 30 de diciembre de 2020. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir 4000 UI de vitamina D o un placebo cada día durante 30 días.
Un total de 94 personas del grupo de la vitamina D y 98 del grupo del placebo completaron el seguimiento del estudio. Los investigadores descubrieron una tasa de infección por COVID-19 significativamente menor en el grupo de la vitamina D (6.4 por ciento) que en el grupo del placebo (24.5 por ciento).
«Los resultados de nuestro estudio prospectivo, doble ciego y controlado con placebo, demuestran que la administración de suplementos de vitamina D es eficaz para prevenir la infección por SARS-CoV-2 en el personal sanitario de primera línea de alto riesgo», dice el artículo.
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