El interés por la vitamina del sol se disparó durante la pandemia debido a sus efectos potenciadores de la inmunidad. Un nuevo estudio revela que tomar regularmente suplementos de vitamina D está relacionado con una reducción significativa del riesgo de melanoma.
Los investigadores también descubrieron que las personas que tomaban regularmente suplementos de vitamina D también presentaban un menor riesgo de padecer otros tipos de cáncer de piel.
Tomar vitamina D con regularidad reduce el riesgo de melanoma
El nuevo estudio se llevó a cabo en el marco del Programa de Cáncer de Piel de North Savo, en Finlandia, e incluyó a 498 pacientes adultos con un riesgo estimado de cáncer de piel aumentado por:
-Carcinoma basocelular
-Carcinoma de células escamosas
-Melanoma
Se analizaron los niveles séricos de calcidiol, una medida de la vitamina D en sangre, en aproximadamente la mitad de los pacientes y se comprobó que correspondían con la ingesta de suplementos de vitamina D declarada por los propios pacientes.
Un hallazgo clave fue que entre los consumidores habituales de vitamina D había porcentajes más bajos de participantes con antecedentes de melanoma pasado o presente: solo el 18 por ciento, frente al 32 por ciento de los que no tomaban suplementos de vitamina D.
Cuando los investigadores analizaron otros tipos de cáncer de piel, solo el 62 por ciento de los consumidores habituales de suplementos tenían antecedentes de la enfermedad, en comparación con casi el 75 por ciento de los no consumidores.
«El uso regular de vitamina D se asocia con menos casos de melanoma, en comparación con la no utilización, pero la causalidad entre ambos es oscura», concluyeron los autores del estudio.
El Dr. Adam Starr, oncólogo del Hospital Universitario de Staten Island, que forma parte de Northwell Health en Nueva York, declaró a The Epoch Times que hay varias razones posibles por las que la vitamina D podría tener un efecto antimelanoma.
«Las razones podrían incluir la modulación del sistema inmunitario y los efectos antioxidantes de la vitamina D», explicó. «Además, la relación entre el metabolismo de la vitamina D y la exposición a la luz solar, más el melanoma y la exposición a la luz solar pueden tener alguna interacción».
Las investigaciones demuestran que la vitamina D también reduce la inflamación asociada a un mayor riesgo de cáncer, tiene propiedades antitumorales e incluso mejora la eficacia de algunas terapias contra el cáncer.
Se sabe que la vitamina D ayuda a nuestro organismo a absorber y retener el calcio y el fósforo, cruciales para unos huesos sanos. Muchos órganos y tejidos tienen receptores para la vitamina D, lo que sugiere que este nutriente desempeña importantes funciones más allá de la salud ósea.
La exposición al sol es necesaria para la vitamina D, pero también es un riesgo de cáncer
La vitamina D es tanto una vitamina que se encuentra en los alimentos como una hormona que nuestro cuerpo produce cuando se expone a la luz solar.
Aunque exponer la piel a la luz solar es una de las mejores formas de obtener vitamina D, la luz ultravioleta natural también es uno de los principales factores de riesgo de melanomas y cáncer de piel no melanoma.
La exposición periódica al sol y las quemaduras solares durante la infancia y la adolescencia también se asocian a un mayor riesgo de melanoma, sobre todo en personas de piel clara y pelo rubio o pelirrojo. El tratamiento del melanoma se limita a la extirpación quirúrgica, ya que la enfermedad tiene un bajo índice de respuesta a la quimioterapia.
Sin embargo, alrededor del 35 por ciento de los adultos estadounidenses padecen deficiencia de vitamina D, y la Asociación Americana de Osteopatía culpa al uso de protectores solares (utilizados por muchos para prevenir el cáncer de piel) como culpable.
«La gente pasa menos tiempo al aire libre y, cuando sale, suele usar protector solar, lo que esencialmente anula la capacidad del cuerpo de producir vitamina D», dijo en un comunicado la Dra. Kim Pfotenhauer, médica osteópata de familia certificada y profesora adjunta de la Universidad Touro.
La solución es la moderación: pasar de cinco a 30 minutos al sol del mediodía dos veces por semana, dependiendo de su ubicación geográfica y la pigmentación de la piel (la piel más clara produce más vitamina D que la piel más oscura). Pfotenhauer dice que es importante olvidarse del protector solar durante estas sesiones porque el SPF 15 o superior puede disminuir la producción de vitamina D hasta en un 99 por ciento.
«No es necesario ir a tomar el sol a la playa para obtener los beneficios», recalcó Pfotenhauer. «Un simple paseo con los brazos y las piernas al descubierto es suficiente para la mayoría de la gente».
Límite superior de suplementos de vitamina D para personas sanas
Cuando se toman suplementos de vitamina D, hay una dosis diaria óptima, y tomar más de esa cantidad podría afectar negativamente a nuestra salud.
Starr advirtió que las necesidades de vitamina D dependen del nivel basal de vitamina D de una persona y de si padece una enfermedad de mala absorción.
«Por lo tanto, la cantidad que se debe tomar si se quiere tomar un suplemento debe consultarse con el médico», dijo.
Para los adultos sanos con una absorción normal, los Institutos Nacionales de Salud recomiendan un máximo de 4000 unidades internacionales (UI) al día a partir de los 19 años.
La cantidad de suplementos que es excesiva aún no está clara, pero hay pruebas de que tomar 60,000 UI al día durante varios meses podría ser tóxico.
El principal riesgo de un exceso de vitamina D es la hipercalcemia (exceso de calcio en la sangre), que puede provocar diversos síntomas neurológicos.
«Los síntomas de la hipercalcemia incluyen confusión, fatiga, coma, así como dolor de huesos, debilidad, dolor de estómago, náuseas, estreñimiento, aumento de la micción, problemas renales, entre muchos otros», dijo Starr.
La vitamina D podría proteger contra otros cánceres
En cuanto al estudio finlandés, Starr dijo que es interesante, pero aún no hay pruebas suficientes para recomendar tomar vitamina D para prevenir el melanoma porque ese estudio tenía demasiados factores de confusión.
«Por ejemplo, los pacientes que toman vitamina D también podrían ser más propensos a usar protección solar, y eso podría ser lo que realmente explica la diferencia», dijo. «Los autores hicieron un análisis estadístico para intentar eliminar estos sesgos, pero la historia de este tipo de estudio demuestra que realmente se necesita un ensayo clínico, o un estudio prospectivo con visión de futuro, para afirmar definitivamente que la vitamina D podría reducir el riesgo de melanoma».
Pero este es solo uno de los muchos estudios de los últimos años que encuentra una asociación entre los niveles de vitamina D y el riesgo de cáncer.
Una investigación publicada en 2018 que analizó los datos de alrededor de 13,000 personas descubrió que no tomar suficiente vitamina D podría aumentar nuestro riesgo de cáncer colorrectal hasta en un 31 por ciento.
Otro estudio encontró que las células de cáncer de próstata respondieron a la vitamina D con disminuciones en la proliferación, invasividad y metástasis (propagación en el cuerpo).
No todas las investigaciones demostraron un beneficio preventivo, pero los científicos observaron un efecto potencialmente salvador. Un metaanálisis reciente de ensayos controlados aleatorizados concluyó que los suplementos de vitamina D reducían significativamente la mortalidad total por cáncer, aunque no lograban reducir la incidencia total de cáncer.
Harvard Health recomienda que las personas de peso saludable con riesgo de desarrollar cáncer debido a su estilo de vida o a antecedentes familiares de cáncer tomen suplementos diarios de vitamina D a partir de los 50 años aproximadamente.
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