Miles de personas fueron evacuadas en autobuses con éxito este viernes desde Mariúpol, la asediada ciudad ucraniana, informó el presidente Volodimir Zelenski, quien calificó la situación local como una «catástrofe humanitaria».
En un discurso por vídeo a primera hora del sábado, Zelenski dijo que estaba operativo un corredor humanitario de Zaporiyia, el que está permitiendo la evacuación de 3071 residentes de Mariúpol.
Decenas de miles de personas quedaron atrapadas en la ciudad asediada con escaso acceso a alimentos y agua.
La Cruz Roja dijo que su equipo trató de facilitar el viernes un paso seguro fuera de Mariúpol, pero tuvieron que dar la vuelta y regresar a Zaporiyia después de encontrar condiciones que «hicieron imposible proceder».
«Lo intentaremos de nuevo mañana», dijo la Cruz Roja, añadiendo que «es fundamental que las partes respeten los acuerdos y ofrezcan las garantías de seguridad necesarias».
En varias ocasiones, Rusia y Ucrania acordaron la creación de corredores humanitarios para facilitar la evacuación de los civiles, pero esos esfuerzos han terminado a menudo en el fracaso, con ambas partes intercambiando las culpas.
La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, dijo que se habían previsto siete corredores de este tipo para el sábado.
Mariúpol es un objetivo clave de la operación militar de Moscú y ha sido objeto de amplios bombardeos.
La toma de la ciudad permitiría a las fuerzas rusas asegurarse un puente terrestre hacia Crimea y consolidar su control a lo largo de la costa del mar Negro en el sureste de Ucrania.
Catástrofe humanitaria
Zelenski dijo que había hablado con el presidente francés Emmanuel Macron el viernes a raíz de la situación humanitaria en las ciudades ucranianas bombardeadas por las fuerzas armadas rusas, incluyendo en Mariúpol.
«Europa no tiene derecho a reaccionar en silencio ante lo que ocurre en nuestra Mariúpol. El mundo entero debe reaccionar ante esta catástrofe humanitaria», dijo el presidente.
Mariúpol ha sido testigo de uno de los peores sufrimientos de la guerra. Se cree que en la ciudad quedan unas 100,000 personas de las 430,000 que había antes del inicio de las hostilidades. Semanas de bombardeos y combates urbanos provocaron una grave escasez de agua, alimentos, combustible y medicamentos.
«Se nos acaban los adjetivos para describir los horrores que han sufrido los residentes en Mariúpol», dijo el portavoz de la Cruz Roja, Ewan Watson.
Tamila Mazurenko, una evacuada de Mariúpol, expresó su exasperación por la situación que se vive en la ciudad, según declaraciones a The Associated Press.
«Solo tengo una pregunta. ¿Por qué? Solo vivíamos como personas normales. Y nuestra vida normal fue destruida. Y lo hemos perdido todo», dijo Mazurenko, añadiendo que perdió su trabajo y no ha podido encontrar a su hijo, que vivía en la otra parte de la ciudad, cerca de la línea del frente.
Esperanzas de paz
Zelenski dijo que se están llevando a cabo conversaciones entre Ucrania y Rusia sobre la retirada de los heridos y muertos de Mariúpol, con Turquía como mediadora.
Turquía comparte frontera marítima con Ucrania y Rusia en el mar Negro, tiene buenos lazos con ambos países y ha intentado mediar en el conflicto. Uno de los principales objetivos de la mediación turca ha sido reunir a los presidentes de Ucrania y Rusia para mantener conversaciones de paz.
El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, dijo que había hablado por teléfono en los últimos días tanto con Zelenski como con el presidente ruso Vladimir Putin.
Erdogan indicó que había transmitido a Putin su deseo de «coronar los esfuerzos de paz» reuniendo a los dos líderes para mantener conversaciones, y a Zelenski, le dijo que creía que las conversaciones mediadas por Turquía habían dado hasta ahora un «impulso significativo» a los esfuerzos para poner fin a la guerra.
El presidente turco afirmó que «las esperanzas de paz se reavivaron» desde que los negociadores de ambas partes se reunieran previamente en Estambul para mantener las conversaciones.
El martes, al término de las conversaciones en Estambul, Rusia dijo que empezaría a reducir las operaciones cerca de Kiev como señal de buena voluntad.
Los líderes occidentales se han mostrado escépticos ante la declaración de Moscú, calificando sus afirmaciones como una cortina de humo para reposicionar a los soldados y renovar los ataques en el este de Ucrania.
Por su parte el ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus fuerzas han completado las operaciones de reagrupación en torno a Kiev y están preparadas para una nueva ofensiva en el este de Ucrania.
«El objetivo del reagrupamiento de las Fuerzas Armadas rusas es intensificar la acción en las zonas prioritarias y, sobre todo, completar la operación para la liberación total de Donbas», dijo el ministerio ruso.
La región de Donbas se encuentra al este de Ucrania y abarca dos llamadas «repúblicas populares», que están controladas por los separatistas que Rusia afirma estar ayudando a liberar.
Mientras tanto, las fuerzas armadas ucranianas siguen avanzando contra las fuerzas armadas rusas en los alrededores de Kiev, dijo el sábado la inteligencia británica.
Zelenski advirtió que aunque las fuerzas armadas rusas se estaban retirando de los alrededores de Kiev, no era seguro para los ucranianos el regreso debido a las minas y trampas explosivas.
A medida que las fuerzas armadas rusas se retiran, «están minando todo este territorio. Minando casas, equipos, incluso los cuerpos de las personas asesinadas», dijo Zelenski.
«Hay demasiadas minas trampa, demasiados otros peligros».
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