Las evidencias actuales no apoyan la imposición de más restricciones al virus del PCCh en Inglaterra, dijo el martes un ministro del gobierno.
El secretario del Medio Ambiente, George Eustice, reconoció que las tasas de infección de la nueva variante ómicron están aumentando, pero las evidencias indican que estas no están dando lugar al mismo nivel de ingresos hospitalarios que los brotes anteriores.
«Lo que sabemos de Sudáfrica nos anima a pensar que hay menos hospitalizaciones y que el número de días que permanecen en el hospital, si es que lo hacen, también es menor que con variantes anteriores», declaró Eustice al programa Today de Radio 4 de la BBC.
«En este momento no creemos que las evidencias apoyen más intervenciones que las que hemos hecho», dijo el ministro, añadiendo que el gabinete mantendrá COVID-19 bajo «revisión muy estrecha».
«Si se da el caso de que empecemos a ver un gran aumento de hospitalizaciones, entonces tendríamos que actuar más», indicó a continuación.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y el secretario de Salud, Sajid Javid, confirmaron el lunes que no impondrán más restricciones, al menos antes de Año Nuevo.
La decisión de Inglaterra fue acogida por la industria de la hostelería como un «salvavidas» para el sector fuertemente golpeado. Por el contrario, sus homólogos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han tenido que someterse a estrictas restricciones desde el domingo o lunes.
El director de hostelería, William Lees-Jones, escribió previamente en Twitter que los primeros ministros de Escocia y Gales, Nicola Sturgeon y Mark Drakeford, tienen «prohibida la entrada de por vida» a su cadena de pubs JW Lees Brewery. El martes añadió que estaba «ansioso por que los pubs estén abiertos en Nochevieja en Inglaterra sin más restricciones».
La doctora Sarah Pitt, profesora especializada en virología en la Universidad de Brighton, dijo que no cree que tenga sentido tener diferentes restricciones del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en las cuatro naciones.
«Si la gente no puede ir a una fiesta de fin de año en Gales o Escocia, simplemente traspasarán las fronteras hacia Inglaterra, ¿no es así, llevando así potencialmente el virus y propagándolo… y luego llevándolo de vuelta a casa», dijo Pitt a la radio LBC, añadiendo que tiene sentido «tener algunas medidas para tratar de detener la propagación del virus en este momento».
Por su parte, Paul Hunter, profesor de medicina de la Universidad de East Anglia, afirmó que el aumento del número de casos de COVID-19 parece haberse ralentizado con respecto a hace una semana.
«Los casos están aumentando en personas mayores y, por supuesto, en personas de más de 60 años. A la vez, este es el grupo que tiene más probabilidades de ir al hospital y las hospitalizaciones también están aumentando, pero hasta ahora nada obvio como personas en las unidades de cuidados intensivos», dijo Hunter a BBC Breakfast, añadiendo que «la cosa más importante que puede uno hacer para protegerse a si mismo y a su familia es tener la dosis de refuerzo», lo que supondría «una gran diferencia».
El profesor también dijo que COVID-19 tendrá que ser tratado eventualmente como un resfriado común y que a las personas que den positivo se les debería permitir «seguir con su vida normal», añadió, aunque «tal vez no todavía».
«Así que personalmente creo que es poco probable que hagamos algo así mientras sigamos lidiando con ómicron, pero una vez que hayamos pasado la Semana Santa, tal vez, entonces deberíamos empezar a mirar hacia atrás, dependiendo, por supuesto, de cuál sea la enfermedad en ese momento», dijo el médico.
El director ejecutivo de NHS Providers, Chris Hopson, escribió el lunes en una serie de tuits que, aunque todavía es demasiado pronto para saber cómo ómicron había afectado a las personas mayores durante las reuniones navideñas, los hospitales no están actualmente «informando de un gran número de pacientes con problemas respiratorios graves del tipo COVID que necesiten cuidados críticos».
También indicó que muchas de las personas hospitalizadas con COVID-19 ahora son «COVID incidentales» —personas hospitalizadas por otras razones y que luego dieron positivo en el virus del PCCh— y que los hospitales no están actualmente sobrecargados por el aumento de los casos de COVID-19, sino por «la combinación actual de ausencias del personal, la atención urgente muy ocupada, los casos de atención planificada que ya no pueden retrasarse y la por la ampliación de la campaña de la dosis de refuerzo».
A la pregunta de si los trabajadores sanitarios infectados por el virus del PCCh deberían finalmente poder hacer su vida normal, Hopson dijo que la idea «claramente no se aplicaría y no debería aplicarse a las personas que trabajan dentro del NHS», donde ellos tratan a pacientes vulnerables, pero es «algo que tenemos que estudiar» para la sociedad en general.
Con información de The Associated Press.
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