WASHINGTON— Un exmiembro de los Oath Keepers, Jason Dolan, testificó el 19 de octubre que desde que se unió al grupo nunca escuchó que los miembros planearan irrumpir en el Capitolio el 6 de enero de 2021.
Durante el interrogatorio, Dolan declaró que los Oath Keepers no tenían intención de atacar el Capitolio ni de impedir la certificación de los votos del colegio electoral. Él no fue testigo de ninguna conversación en línea o en persona sobre que los Oath Keepers planificaran ser violentos o planearan entrar por la fuerza en el Capitolio el 6 de enero. Tampoco oyó hablar de derrocar al gobierno.
El abogado defensor, Philip Linder, le preguntó si alguien, el 6 de enero de 2021, dijo, «¡Oye, vamos con nuestras armas de fuego a D.C. y a volvernos locos!». Dolan respondió que no. Linder le preguntó si hubo alguna conversación sobre sacar las armas y tener una pelea. «No, no exactamente», dijo Dolan.
Aunque Dolan estuvo con Kenneth Harrelson, uno de los acusados en el juicio, en los terrenos del Capitolio, no recuerda haber hablado con él sobre si debían entrar en el Capitolio o no. Dolan dijo que entró en el Capitolio porque la multitud entró.
La mañana del 6 de enero, puso su teléfono en modo avión para ahorrar batería y poder hacer fotos y vídeos durante el día. Unos meses más tarde, borró cualquier prueba que mostrara que estaba dentro del Capitolio después de enterarse de la detención de Harrelson, en mayo de 2021.
En una de sus fotos, los Oath Keepers se situaron entre los manifestantes y Harry Dunn, un agente de la policía del Capitolio. Dolan dijo que los Oath Keepers estaban defendiendo a Dunn de los manifestantes y que Harrelson aseguró verbalmente a Dunn que estaba a salvo.
Mientras estaba dentro del Capitolio, Dolan confirmó que no destruyó nada, ni agredió a nadie, ni entró en la Cámara de Representantes.
Dolan se declaró culpable de dos de los cinco cargos: conspiración y obstrucción de un procedimiento oficial. Ante la corte declaró que estuvo detenido durante unos 20 días y negó haber mantenido cualquier conversación con el gobierno sobre su testimonio para el juicio de los Oath Keepers.
A un abogado defensor le dijo que accedió a cooperar con el gobierno, aprovechando la oportunidad de reducir su condena. Aceptó testificar, decir la verdad, dijo Dolan, pero no inventar historias.
Si cambia de opinión o deja de cooperar en algún momento, Dolan no sabe qué pasaría con él. «Yo supongo que podría ser peor».
Dolan aún tiene que conocer su sentencia. Se arriesga a pasar seis años en prisión.
Él se retiró del ejército en 2014. Al respecto indicó que disfrutó del tiempo que sirvió al país. Hace más de dos décadas fue desplegado a Irak. A la consejera Juli Haller le dijo que nunca fue diagnosticado con depresión y que no buscó ayuda médica para su consumo de alcohol. Ella le habló del trastorno de estrés postraumático (TEPT) y él respondió que nadie le habló de ello.
Durante su testimonio para el juicio de los Oath Keepers, no mencionó a Jessica Watkins ni a Thomas Caldwell, dos de los acusados en el juicio.
El gobierno estadounidense acusó a Harrelson, Watkins, Caldwell, Stewart Rhodes y Kelly Meggs de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, complicidad, conspiración para impedir que un funcionario desempeñe sus funciones, destrucción de bienes del gobierno, desorden civil y manipulación de documentos.
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