El abogado que representó a la campaña de Hillary Clinton cuando proporcionó información al FBI sobre el rival de Clinton, Donald Trump, se dirige a juicio después de que un intento de desestimar su caso fuera rechazado por un juez federal.
Michael Sussmann, el abogado, será juzgado el 16 de mayo por un cargo de mentir al FBI.
Sussmann mintió cuando dijo que no estaba proporcionando la información en nombre de un cliente, según el equipo del abogado especial John Durham.
Sussmann, a través de sus abogados, había intentado convencer al juez de distrito Christopher Cooper, nominado por Obama, de que debía desestimar el caso, argumentando que la mentira de Sussmann era de carácter accesorio.
El impacto de la mentira era «trivial», dijo Sean Berkowitz, uno de los abogados, durante una reciente audiencia sobre la moción de desestimación, alegando que «nunca hemos visto un caso en el que alguien que proporcionó una información al gobierno fuera acusado por hacer una declaración falsa sobre algo distinto a la información».
Cooper dijo que es demasiado pronto para decirlo, señalando que los casos que Sussmann citó para apoyar la moción fueron todos a juicio.
«Así que, aunque Sussmann tiene razón en que ciertas declaraciones pueden ser tan periféricas o sin importancia para una decisión o función relevante de la agencia como para ser irrelevantes bajo [la ley federal] como cuestión jurídica, el tribunal no puede hacer esa determinación en cuanto a esta presunta declaración antes de escuchar las pruebas del gobierno. Por lo tanto, cualquier decisión de este tipo debe esperar hasta el juicio», escribió el juez en un fallo de 6 páginas.
La información que Sussmann proporcionó al entonces abogado general del FBI, James Baker, incluía tres «libros blancos» y archivos de datos asociados que, según Sussmann, respaldarían los reportes de los medios de comunicación sobre un canal de comunicación secreto entre la campaña de Trump y Alfa Bank, un banco ruso.
Las supuestas conexiones nunca han sido probadas y varios investigadores, incluido el abogado especial Robert Mueller, han dicho que ninguna prueba corrobora las afirmaciones.
Sussmann representaba entonces la campaña de Clinton —que también se presentaba a la presidencia— así como al Comité Nacional Demócrata.
El FBI abrió una investigación sobre la información de Sussmann, pero finalmente concluyó que no había «pruebas suficientes» para respaldar las acusaciones, según el acta de acusación de Sussmann.
La investigación reveló que el servidor de correo electrónico que supuestamente se comunicaba con Alfa bank no era propiedad ni estaba gestionado por la Organización Trump, sino que había sido administrado por una empresa de marketing masivo que distribuía anuncios para cientos de clientes, además de los hoteles Trump.
Si el FBI hubiera sido consciente de las partes que Sussmann representaba, la oficina podría haber sido más cautelosa a la hora de abrir una investigación, según Durham.
Sussmann se enfrenta a hasta cinco años de prisión si es condenado.
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