Un exoficial de la CIA se declaró culpable ante una corte federal en Honolulu, de los cargos de conspiración de espiar para el régimen chino, durante una década, anunció el Departamento de Justicia el 24 de mayo.
Alexander Yuk Ching Ma, ciudadano estadounidense nacionalizado, fue detenido en 2020 y acusado de conspiración para transferir información altamente secreta a los servicios de inteligencia del régimen chino.
El Sr. Ma, que trabajó para la CIA de 1982 a 1989, conspiró con su pariente consanguíneo, también exoficial de la CIA, para proporcionar información clasificada de defensa nacional estadounidense al régimen chino.
Durante su permanencia en la CIA, Ma obtuvo una autorización altamente secreta y firmó varios acuerdos de confidencialidad en los que reconocía su deber de proteger los secretos del gobierno estadounidense. Tras dejar la agencia, Ma vivió y trabajó en Shanghai, China, antes de trasladarse a Hawai en 2001.
En particular, su pariente consanguíneo tenía acceso a información altamente secreta de la CIA, incluidas «las identidades de oficiales encubiertos de la CIA», según un documento judicial.
El documento dice que los dos exoficiales de la CIA conspiraron con funcionarios de inteligencia chinos para compartir información clasificada de defensa nacional durante una década.
Según los fiscales, la trama de espionaje comenzó con tres días de reuniones en habitaciones de hotel de Hong Kong en 2001, en las que Ma y su pariente se reunieron con funcionarios del ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de China, la principal agencia de inteligencia del régimen. Durante estas reuniones, los dos exoficiales de la CIA proporcionaron información altamente clasificada sobre el personal, la estructura interna, las operaciones y los métodos de comunicación de la CIA. Parte de estas reuniones fueron grabadas en vídeo, mostrando al Sr. Ma recibiendo y contando 50,000 dólares en efectivo por los secretos que divulgaron.
El acuerdo de culpabilidad reveló que el Sr. Ma buscó empleo en el FBI, con el objetivo de recuperar el acceso a la información clasificada, para la inteligencia china. En 2003, solicitó un trabajo como lingüista contratado en la Oficina de Campo de Honolulu del FBI.
Conociendo sus vínculos con la inteligencia china, el FBI contrató al Sr. Ma como parte de un plan de investigación para vigilar sus actividades. Desde agosto de 2004 hasta octubre de 2012, trabajó como lingüista contratado, revisando y traduciendo documentos en chino en un lugar externo.
Según la fiscalía, durante los seis años siguientes Ma copió, fotografió y robó documentos clasificados con regularidad. Llevaba consigo los documentos e imágenes robados en frecuentes viajes a China y los entregaba a los responsables chinos. A menudo regresaba de estos viajes a China con sustanciosos pagos en efectivo y regalos caros, incluidos nuevos palos de golf.
Según los fiscales, el Sr. Ma admitió que convenció a su pariente de la CIA para que revelara las identidades de al menos dos personas que aparecían en las fotografías que le habían entregado espías chinos. El Sr. Ma confesó que era consciente de que el régimen chino podría utilizar esta información para perjudicar a Estados Unidos, pero que lo hizo deliberadamente de todos modos.
Los documentos judiciales mostraron que en 2019, el Sr. Ma se reunió con un agente encubierto del FBI que él creía que era un oficial de inteligencia chino. Durante estas reuniones, el Sr. Ma confirmó que trabajaba para la inteligencia china y aceptó 2000 dólares en efectivo como una «pequeña muestra» de agradecimiento por su trabajo para el régimen chino. También se ofreció a volver a trabajar para la inteligencia china.
En una última reunión con el agente encubierto del FBI en agosto de 2020, antes de su detención, Ma volvió a aceptar más dinero por sus anteriores actividades de espionaje y expresó su voluntad de apoyar al régimen chino, afirmando que quería que «la madre patria» triunfara.
El acuerdo de culpabilidad exige a Ma que coopere con las autoridades estadounidenses, lo que incluye someterse a interrogatorios por parte de las agencias gubernamentales. Si la corte lo acepta, se enfrentará a una pena de 10 años de prisión.
Intentos de Espionaje
El caso es uno de los muchos intentos de espionaje del régimen chino contra personal militar y de inteligencia estadounidense. En 2019, el exagente de la CIA, Jerry Chun Shing Lee, recibió una condena de 19 años de prisión tras declararse culpable de conspirar para proporcionar información clasificada a la inteligencia china, después de su retiro de la agencia en 2010.
A principios de este año, un exmiembro de la Marina estadounidense fue condenado a 27 meses de prisión por facilitar al régimen comunista chino información militar sensible de Estados Unidos a cambio de sobornos. En 2021, una exmarinera de la Marina estadounidense también fue condenada a 30 meses de prisión y a pagar una multa de 20,000 dólares por conspirar con su marido para enviar ilegalmente material militar sensible a China.
Estos casos ponen de relieve los esfuerzos de inteligencia del régimen chino en Estados Unidos. En 2020, el director del FBI, Christopher Wray, dijo que la agencia investigaba un nuevo caso de contrainteligencia chino cada 10 horas. El Sr. Wray también señaló que la oficina tenía más de 2000 investigaciones de contrainteligencia relacionadas con China en ese momento.
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