En un artículo anterior, «Exceso de fósforo en alimentos y medicinas: Una preocupación creciente», se profundizó en los problemas que causa el elemento químico P (Fósforo) como aditivo en nuestros productos alimenticios y medicamentos.
Aunque necesitamos fósforo como componente importante de las células y los tejidos, el ADN, el ARN, los huesos y los dientes, un exceso de algo que es bueno, podría ser perjudicial. En nuestro organismo, el problema se manifiesta en los riñones, que son los principales órganos eliminadores del exceso de fosfato.
En este artículo exploraremos la influencia del fósforo en nuestro medio ambiente, lo que a su vez afecta aún más la salud humana.
Para establecer esta conexión, debemos comprender que somos similares a las plantas, al menos en lo que respecta a la absorción y el uso de fósforo. El elemento con el número atómico 15 en la tabla periódica es un nutriente clave para las plantas. Las células vegetales lo necesitan para promover la división celular y estimular el desarrollo de las extremidades en crecimiento. El fósforo transfiere energía, nutrientes y características genéticas, y ayuda en la fotosíntesis y la transformación de almidones y azúcares.
En consecuencia, la industria del campo y la jardinería nos recomienda fertilizar correctamente para obtener una vegetación abundante y unos hermosos campos de flores y hortalizas. Aquí radica el primer problema.
Cómo alimentar correctamente el jardín de su casa
Una búsqueda rápida en línea de «fertilizante más común para huertos familiares» da como resultado consejos como el del Servicio de Extensión AgriLife de Texas A&M: «La mayoría de los jardineros deberían usar un fertilizante completo con el doble de fósforo que nitrógeno o potasio. Un ejemplo sería 10-20-10 o 12-24-12. Estos fertilizantes suelen ser fáciles de encontrar».
De hecho, son demasiado fáciles de hallar para aquellos de nosotros que vivimos en los 39 estados donde los jardineros domésticos pueden comprar libremente abono fosforado. Si vive en los 11 estados restantes (Illinois, Maine, Maryland, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Nueva York, Vermont, Virginia, Washington y Wisconsin), tenga en cuenta que la venta de fertilizantes de fósforo está prohibida para su jardín a menos que demuestre con una análisis de suelo que su porción de tierra carece del elemento, pero hablaremos sobre el tema «análisis de suelo» más adelante.
* Enmiendas de nutrientes para su césped
Si bien muchos de nosotros ya no cultivamos jardines para alimentarnos, la mayoría de los propietarios están orgullosos del césped verde y abundante que enmarca sus casas. Un hermoso césped es la imagen de toda la vivienda, a la vista tanto de los transeúntes como de los visitantes. Por eso, muchos no escatiman los gastos extra en el cuidado del césped y abonos.
Los fertilizantes multiuso que se venden con frecuencia en los centros de jardinería vienen con tres números. Usted verá algo así como 5-5-5 o 10-10-10, lo que significa que se obtiene una cantidad igual de nitrógeno, fósforo y potasio.
Los céspedes, por otro lado, especialmente cuando están establecidos, no necesitan una gran cantidad de fósforo. Purdue Extension ofrece un PDF descargable llamado «Datos sobre el fósforo y el césped». En el se explica que el césped maduro se cuida mejor con fertilizantes especiales bajos en fósforo. Pero, ¿Por qué la preocupación?
Exceso de escorrentía y lixiviación de fósforo
A diferencia del nitrógeno o el carbono, el fósforo no produce gases. Cuando el suelo se ha llenado del elementos, el exceso de fósforo se desplaza con el agua. Esto sucede a través de tres vías:
• Escorrentía superficial
• Lixiviación
• Flujo subterráneo
Imagine que cae una lluvia intensa sobre su jardín y césped. Unos días antes aplicaste suplementos nutritivos como estiércol o compost (orgánico) o abono (inorgánico). Desafortunadamente, no ha realizado un análisis del suelo y no sabe que su suelo está saturado con fósforo y no podrá retener más. ¿Adónde se desplazará?
* Eutrofización: la proliferación de algas como peligro para la salud
La proliferación de algas es un fenómeno natural. Según el National Ocean Service, los primeros colonos europeos describieron ocasiones similares ya en el siglo XVI en Florida, cuando los exploradores hablaron de las aguas rojas tóxicas que mataban la vida silvestre marina y a los peces.
Sin embargo, las industrias y las prácticas agrícolas actuales contribuyen al aumento de estas Floraciones Algales Nocivas (FAN).
Una de esas memorables floraciones de algas ocurrió en 2016 en el lago Okeechobee de Florida. Otro «florecimiento de cianobacterias sin precedentes» tuvo lugar un año después, en septiembre de 2017, en el lago Erie de Michigan; la lista es larga y, en los últimos años, los incidentes han aumentado. La Bahía de San Francisco se vio afectada en julio de 2022, los funcionarios de Florida tuvieron que emitir una alerta de peligro para la salud en noviembre de 2023 e incluso uno de mis propios hijos se enfermó al nadar en un pequeño lago en el oeste de Massachusetts.
El verdadero peligro proviene de una gran cantidad de organismos que prosperan en agua dulce o salada. El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental informa sobre la proliferación de algas en su sitio web y enumera los siguientes efectos sobre la salud según el tipo de organismo:
• Gastrointestinales (náuseas, vómitos)
• Neurológicos (una sensación de flotación o debilidad muscular)
• Sensibilidad abdominal, dolor o insuficiencia hepática aguda.
• Calambres musculares, convulsiones, parálisis.
• Problemas respiratorios, especialmente para asmáticos.
• Dolores de cabeza y ojos saltones.
Una revisión de 2022 publicada en la revista Toxins informa sobre los peligros de la proliferación de cianobacterias y advierte que «las toxinas y carcinógenos liberados por las cianobacterias pueden enriquecerse a través de la cadena alimenticia, poniendo en peligro la salud humana» a través de la ingesta de alimentos, bebidas o las actividades recreativas en aguas contaminadas.
El Departamento de Salud del Estado de Nueva York informa a los lectores con una hoja informativa de preguntas frecuentes en línea con detalles sobre las «Algas verdiazules nocivas». Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten a las personas que sean conscientes de que las toxinas de las algas se acumulan principalmente en los órganos internos de peces, mariscos y crustáceos y que no coman pescado de ríos o lagos contaminados.
La pérdida de zonas recreativas para nadar, practicar esquí acuático, paseos en bote o motos acuáticas debido a la proliferación de algas es otro problema importante; considere la inhalación de las proliferaciones tóxicas cuando se mezclan con pequeñas gotas de agua o rociadores, que pueden inhalarse mientras se disfruta de un día en el lago.
Además, la sobrecarga de nutrientes crea «zonas muertas» en los lagos y otras aguas dulces que causan la muerte de peces y animales acuáticos. Ecosistemas enteros son vulnerables al ataque de organismos diminutos.
Análisis de suelo: una obligación responsable
La imagen de arriba es un valioso recurso visual para resumir las zonas de escorrentía. Claramente, el problema no es causado únicamente por los campos de los agricultores fuertemente fertilizados (para ser honesto, el sector agrícola es cada vez menos culpable: menos fertilizante significa menores gastos para los agricultores), sino por el escurrimiento residencial de las calles, jardines y céspedes de los vecindarios.
Una responsabilidad razonable seria realizar una prueba de suelo. La mayoría de las oficinas locales de servicios de extensión cooperativa ofrecen análisis de suelo con instrucciones detalladas a bajo costo o, en algunos condados, incluso de forma gratuita. «Una prueba de suelo es un análisis químico», informa el servicio de extensión de la Universidad de Kentucky y examinará «nutrientes vegetales como fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y zinc. (Zn)».
Los resultados de las pruebas de suelo generalmente se obtienen después de algunas semanas e informan al jardinero o al propietario en detalle qué enmiendas de nutrientes necesitan para el cuidado de su terreno específicamente. Esto no sólo ahorra gastos innecesarios, sino que garantiza que los jardines de flores, frutas, verduras y el césped se gestionen de forma ideal y produzcan lo mejor posible.
Un inesperado responsable: nuestras adorables mascotas
Es posible que nuestros compañeros caninos no sean lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en la escorrentía de fósforo. Sin embargo, el número de mascotas ha aumentado constantemente en los últimos años y sus excrementos deben ir a alguna parte. Desafortunadamente, no todos los dueños de mascotas siguen las señales para recoger los excrementos de su perro.
El Departamento de Ciencias Vegetales y del Suelo de la Universidad de Kentucky ha puesto en marcha un programa único y, a primera vista, peculiar. Bajo el título «No hay P en mi césped«, añadieron un componente de excremento de perro a la investigación sobre el fósforo que estaba aportando. Dado que Kentucky «ocupa el tercer lugar en el país por número de perros per cápita (el 45,9% de los hogares de Kentucky tienen 1,9 perros)», parece una adición digna de mención.
Los resultados mostraron que un perro produce alrededor de 275 desechos sólidos al año, lo que se traduce en 85 libras por perro al año. Esto significa que los caninos aportan 4,0 millones de libras de fósforo en Kentucky. Con un 99,9 por ciento de P en forma inorgánica, el estiércol canino fue el que más fósforo aportó en comparación con otros estiércol y compost.
¡Vaya! ¿Esto le convencerá para recoger los excrementos de su mascota?
Calidad del agua, agua potable
El exceso de fósforo no sólo ingresa a lagos, ríos, arroyos y otras extensiones de agua, sino también a los sistemas de alcantarillado y plantas de tratamiento de agua. En algunas zonas, los canales de drenaje de aguas pluviales no están conectados al sistema de alcantarillado, lo que significa que todo lo que corre por la cuneta desemboca directamente en el río más cercano.
Por otro lado, las alcantarillas combinadas están conectadas a los sistemas de las plantas de tratamiento, que pueden saturarse, especialmente en eventos climáticos severos: su desbordamiento conduce a la «zanja, arroyo, río o lago» más cercano, y por lo tanto, evita la ruptura de tuberías, la acumulación de aguas residuales en los sótanos y/o inundaciones de las calles», informa la Agencia de Protección Ambiental de Ohio.
Un estudio de 2023 investigó las cianobacterias y sus implicaciones en los “ecosistemas acuáticos, pero también en la disponibilidad de agua tratada” en un río y un lago en Polonia. La floración estacional de algas afectó la calidad del agua y los investigadores confirmaron la correlación entre los «indicadores fisicoquímicos de la calidad del agua», incluido el exceso de nutrientes como el fósforo y el nitrógeno.
La Agencia de Protección Ambiental ofrece una hoja informativa descargable de 12 páginas titulada «Cianobacterias y cianotoxinas: información para sistemas de agua potable» para cualquier persona interesada en conocer a detalle sobre este peligro bacteriano y los riesgos a la salud.
Piense dos veces en los limpiadores domésticos
En 2010, diecisiete estados prohibieron los detergentes para vajilla con fósforo añadido (Illinois, Indiana, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Montana, New Hampshire, Nueva York, Ohio, Oregón, Pensilvania, Utah, Vermont, Virginia, Washington y Wisconsin). Sin embargo, los jabones enriquecidos con fosfatos siguen siendo populares para su uso en cocinas y lavanderías debido a sus cualidades para eliminar grasas y aceites, así como para ablandar el agua.
Un artículo publicado en Data Brief revisa la liberación global de fósforo debido a los detergentes y ofrece una perspectiva interesante sobre el futuro de los limpiadores sin fosfatos. Los escenarios descritos incluyen los efectos de los agentes ecológicos para lavar vajillas y lavar ropa en función de cuántos países introduzcan detergentes sin fósforo para el año 2050.
Algo menos teórico es un pdf descargable que ofrece la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Nueva York sobre «Preocupaciones por el fósforo con el uso de detergentes», que señala los riesgos para la salud relacionados con el uso de dichos limpiadores: «náuseas, diarrea e irritaciones cutáneas». La Organización River Kennet de Inglaterra también publica consejos prácticos bajo el título: «Un hogar limpio no tiene por qué significar un río sucio», que se aplica en cualquier lugar del planeta donde se viva.
Seguramente tendrá más preguntas después de leer estos dos artículos sobre el «Dilema del Fósforo». Espero que le haya aportado alguna idea y le despierte la curiosidad personal sobre cómo crear un ambiente equilibrado de fósforo dentro y alrededor de usted, mejorando así su salud y bienestar general y el del planeta.
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