EXCLUSIVA: CDC no divulgarán revisión sobre casos de miocarditis post-vacunación

Por Zachary Stieber
11 de octubre de 2022 1:46 PM Actualizado: 11 de octubre de 2022 1:46 PM

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos no divulgarán su revisión sobre eventos de inflamación cardíaca posterior a la vacunación contra COVID-19.

Los CDC han estado extrayendo datos de los informes enviados al Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas, sobre miocarditis post-vacunación, una forma de inflamación del corazón.

Pero la agencia dice que la ley federal le impide divulgar los resultados.

Las extracciones de datos «son consideradas como registros médicos que no se pueden divulgar en su totalidad», dijeron los CDC a The Epoch Times en una carta reciente, en respuesta a una solicitud en virtud de la Ley de Libertad de Información.

Una de las exenciones de la ley dice que las agencias pueden retener materiales que están «específicamente exentos de divulgación por ley, si esa ley (i) requiere que los asuntos sean retenidos del público, de tal manera que no deje ninguna discreción sobre el tema; o (ii) establece criterios particulares para la retención o se refiere a tipos particulares de asuntos que deben ser retenidos; y (B) si se promulgó después de la fecha de promulgación de la Ley de Libertad de Información de 2009, cita específicamente este párrafo».

Los CDC se remitieron a la Ley de Servicios de Salud Pública, promulgada en 1944, que establece que los informes sobre lesiones causadas por vacunas y otra información que pueda identificar a una persona no se pondrán a disposición de ninguna persona, excepto la que recibió la vacuna o un representante legal de esa persona.

La información buscada está disponible a través del sitio web de los CDC sin detalles que puedan identificar a los pacientes, dijo también la agencia.

Los CDC indicaron que no tienen una definición formal de la «extracción» de datos, pero que significa el proceso de revisión de los registros médicos, incluidos los informes de autopsia y los certificados de defunción y los registros de datos de una base de datos. «Por favor, tenga en cuenta que esta definición significa que cualquier dato extracto, por el hecho que se originan en los registros médicos, también se considera registros médicos», dijo un funcionario encargado de los registros de los CDC a The Epoch Times, en un correo electrónico.

Encubrimiento

Según Barbara Loe Fisher, cofundadora y presidenta del Centro Nacional de Información sobre Vacunas, el hecho de negarse a divulgar los datos plantea problemas de transparencia.

«La obstinada negativa de los funcionarios que dirigen las agencias sanitarias federales responsables de proteger la salud pública a confesar a los estadounidenses lo que saben sobre los riesgos de la vacuna contra COVID es sorprendente», dijo Fisher a The Epoch Times en un correo electrónico.

También señaló que los CDC han financiado sistemas de historiales médicos electrónicos que recogen información sanitaria personal y que la agencia comparte los datos con una serie de terceros, como contratistas e investigadores.

«Sin embargo, ¿los funcionarios de los CDC afirman que no pueden divulgar la información de la extracción, que carece de identificación seleccionada de los registros médicos de las personas que han sufrido miocarditis o han muerto después de las vacunas contra COVID? Esto parece y se siente como un encubrimiento de los verdaderos riesgos de las vacunas contra COVID», dijo Fisher.

Ella pidió una investigación al Congreso sobre lo que describió como «la inquietante falta de transparencia por parte de los funcionarios de la agencia federal, que concedieron a los fabricantes de la vacuna contra COVID una autorización de uso de emergencia (EUA) para distribuir ampliamente las vacunas en diciembre de 2020 y han recomendado y promovido agresivamente las vacunas para su uso obligatorio desde entonces».

Respuesta inicial

En respuesta a una solicitud separada en virtud de la Ley de Libertad de Información, los CDC dijeron inicialmente que no realizaron ninguna extracción de datos ni produjeron ningún informe sobre la miocarditis post-vacunación. Tal solicitud pidió las comunicaciones entre el 2 de abril de 2021 y el 2 de octubre de 2021.

La agencia también dijo falsamente que no se conocía una relación entre la miocarditis y las vacunas contra COVID-19 basadas en el ARN mensajero, durante ese tiempo.

La posible relación entre esas vacunas, fabricadas por Pfizer y Moderna, se conoció a principios de 2021. Muchos expertos reconocen ahora que el vínculo es probable o definitivamente causal.

Los CDC emitieron más adelante una corrección sobre la afirmación falsa, así como una afirmación de que la agencia comenzó un tipo de extracción de datos de los informes del VAERS ya en febrero de 2021.

Los CDC dijeron en su corrección que las extracciones de datos de la miocarditis comenzaron a realizarse en mayo de 2021.

Al notificársele que su respuesta era falsa y pedirles que hicieran una nueva búsqueda en las comunicaciones, la oficina de registros no respondió.

Las apelaciones se presentaron tanto en dicho caso como tras la respuesta más reciente, por retener los registros.

La Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, dijo en una conferencia de prensa en abril de 2021 que la agencia no había detectado una relación entre las vacunas y la miocarditis. La base de esa declaración sigue sin estar clara.

Parte de un patrón

La negativa a proporcionar las extracciones de datos de la miocarditis es parte de un patrón de los CDC y de su socio, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Los CDC todavía no han hecho públicos los resultados de la extracción de datos, ni a The Epoch Times, ni al senador Ron Johnson (R-Wis.), ni a una organización sin ánimo de lucro llamada Children’s Health Defense. La agencia también se negó a proporcionar los resultados de un sistema de control diferente, V-safe, a una organización sin ánimo de lucro llamada Informed Consent Action Network, que luego la demandó ay acaba de recibir el primer tramo de información.

La FDA, por su parte, se niega a publicar los resultados de otro tipo de análisis sobre los datos del VAERS, alegando que no puede separar los resultados de las comunicaciones internas que están protegidas. La agencia también está reteniendo las autopsias realizadas a las personas que murieron después de recibir las vacunas contra COVID-19, señalando las excepciones establecidas en la Ley de Libertad de Información.

Junto con el senador Johnson, otros legisladores están presionando al menos a una de las agencias para que publique los datos, afirmando que no hacerlo es ilegal.


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