El teniente general Michael Flynn, exjefe de la inteligencia militar y asesor de seguridad nacional, presentará una moción contra la sanción que le impuso el Pentágono por presuntamente haber violado la Cláusula de Emolumentos al dar un discurso pagado en Rusia en 2015.
«Estoy defendiéndome de eso», dijo Flynn al presentador de «Facts Matter» de EpochTV, Roman Balmakov, durante una reciente entrevista.
El Departamento de Defensa decidió cargar a la cuenta de jubilación de Flynn los casi 40,000 dólares que le pagaron en efectivo y en servicios en especie por asistir y dar una entrevista en el escenario en un evento de aniversario de 2015 de la televisión rusa patrocinada por el Estado, RT.
Flynn dijo previamente que su asistencia fue organizada por su oficina de oradores. El Pentágono reconoció que Flynn informó al departamento de su asistencia, fue informado antes y después.
«Fui y realicé una sesión informativa clasificada antes. Hice una sesión informativa clasificada después, lo que significa que vas a obtener una evaluación de contrainteligencia», dijo a Balmakov, explicando que la gente de las agencias gubernamentales pertinentes transmitiría el tipo de información que están buscando de las personas con las que podría hablar durante el viaje.
«Luego intentas conseguir las respuestas para esas personas. Y vuelves y les devuelves esas respuestas», dijo. «Eso es lo normal. Los diplomáticos, los funcionarios retirados del gobierno, como yo, harían cosas así de forma rutinaria».
Ahora, el Pentágono dice que Flynn violó la Cláusula de Emolumentos de la Constitución, que prohíbe a los miembros militares recibir cualquier cosa de valor de gobiernos extranjeros sin autorización.
Flynn dijo que planea presentar una moción contra la sanción.
«Hay que hacer las cosas por carta, ¿no? Y tiene un coste legal. Es decir, esto es lo que hacen. Intentaron desgastarnos, a todos nosotros. Van a intentar desgastar al pueblo estadounidense», dijo.
El evento de RT recibió la visita del presidente ruso Vladimir Putin, que se sentó brevemente junto a Flynn en una mesa antes de dar su discurso y marcharse, según dijeron previamente otros asistentes a The Epoch Times.
La asistencia de Flynn fue utilizada posteriormente por el FBI para abrir un caso de contrainteligencia contra él como parte de la investigación Crossfire Hurricane sobre la supuesta colusión entre Rusia y la campaña presidencial de Donald Trump en 2016. La investigación no logró establecer tal colusión. El FBI utilizó información falsa pagada por la campaña de la oponente de Trump, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, para obtener órdenes de espionaje sobre el asesor de la campaña de Trump, Carter Page. Al menos dos de las órdenes no eran válidas y dieron lugar a una vigilancia ilegal, según reconoció la oficina.
El caso Flynn estaba plagado de contradicciones e incoherencias. Los agentes del FBI ya habían decidido cerrar su caso a principios de enero de 2017, pero mandos superiores intervinieron para mantenerlo abierto con la justificación de que Flynn podría haber violado la Ley Logan al discutir con diplomáticos extranjeros las prioridades de la administración entrante durante el periodo de transición. Los funcionarios del Departamento de Justicia rechazaron entonces la teoría legal. La Ley Logan de 1799, que prohíbe la diplomacia no autorizada, nunca ha sido procesada con éxito. El gobierno solo la había utilizado dos veces, hace más de un siglo.
Flynn fue acusado en 2017 de mentir al FBI durante una entrevista en enero de 2017. Se declaró culpable ese mismo año, pero luego retiró su declaración. El Departamento de Justicia retiró la acusación en 2020, después de que el fiscal general William Barr ordenara a un fiscal externo que revisara el caso. El fiscal concluyó que parecía que el propósito del FBI para entrevistar a Flynn era tratar de atraparlo en una mentira, lo cual no es un propósito legítimo de investigación.
Luego, en un movimiento inusual, el juez que llevaba el caso se negó a conceder la desestimación, y solo abandonó el caso después de que Trump perdonara a Flynn.
Flynn está ahora demandando al FBI y al Departamento de Justicia por sus presuntos esfuerzos para removerlo como asesor de seguridad nacional de Trump.
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