El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Mark Green (R-Tenn.), presentó un proyecto de ley destinado a mantener la influencia del régimen chino fuera del Departamento de Estado.
El proyecto de ley, denominado No CCP Consultants Act, prohibiría al secretario de Estado suscribir, renovar o ampliar contratos relativos a «servicios de asesoramiento y asistencia» con determinadas entidades, incluidos los gobiernos de China y Rusia.
«Nosotros debemos protegernos contra el Partido Comunista Chino y su red de espionaje», declaró el representante Green a The Epoch Times el 31 de octubre, añadiendo que su proyecto de ley salvaguardará los materiales sensibles manejados por el Departamento de Estado.
Entre las entidades mencionadas en el proyecto de ley figuran el ejército chino, las agencias de seguridad e inteligencia del régimen chino, las empresas chinas que el Departamento del Tesoro ha sancionado por apoyar el «Complejo Industrial-Militar Chino» y otras que el Pentágono ha catalogado como vinculadas al ejército chino.
El proyecto de ley prohíbe la colaboración del Departamento de Estado con contratistas de consultoría que hubieran trabajado con alguna de tales entidades chinas durante el año anterior. La legislación también requiere que los contratistas que busquen realizar servicios de consultoría al Departamento de Estado revelen información sobre el trabajo con las entidades cubiertas en los cinco años anteriores.
Cualquier entidad china “directa o indirectamente” bajo el control del PCCh también sería prohibida, según el proyecto de ley, así como cualquier entidad estatal rusa y aquellas que enfrenten sanciones de Estados Unidos por Ucrania.
“Cualquiera que tenga al PCCh como cliente debe ser consciente del tipo de régimen con el que está haciendo negocios”, dijo el legislador a The Epoch Times. “Este régimen comete ciberataques periódicamente contra Estados Unidos y hace todo lo que está en su poder para debilitarnos a nosotros y a nuestros aliados. El PCCh no tiene reparos en difundir desinformación, propaganda y mentiras descaradas. El tipo de empresa que quiere hacer negocios con el PCCh no debería ser confiable para que trabaje con nuestro Departamento de Estado”.
Las preocupaciones sobre el espionaje chino atrajeron la atención internacional cuando un globo espía chino sobrevoló Estados Unidos en febrero, pasando por varias bases militares sensibles.
El régimen chino también apuntó al Departamento de Estado en su recopilación de inteligencia. Una operación de piratería respaldada por el Estado chino, que duró un mes desde mayo, robó aproximadamente 60,000 correos electrónicos de funcionarios del Departamento de Estado en un momento en que el secretario de Estado, Antony Blinken, estaba entablando conversaciones con Beijing.
En una declaración que acompañó la presentación del proyecto de ley, el representante Green dijo que el régimen chino es una “amenaza directa a nuestra seguridad nacional” que “roba nuestras tecnologías avanzadas”. Por otra parte, añadió, la China comunista “ha puesto sus manos en nuestras grúas portuarias, los teléfonos de nuestros niños a través de TikTok, los terrenos cercanos a las instalaciones militares, nuestras tierras de cultivo, nuestra cadena de suministro y la devaluación del dólar”.
Además de materiales confidenciales, el Sr. Green señaló que el Departamento de Estado también tiene en su poder inteligencia clasificada y datos de millones de estadounidenses a través de pasaportes y visas. Como resultado, sería “una tontería” permitir que cualquier consultor vinculado al PCCh se acerque al Departamento de Estado.
«Cualquier consultor o empresa que haya trabajado para un gobierno adversario debería tener una señal de alto en su camino cuando se trata de ser contratado por el Departamento de Estado», dijo el Sr. Green. «Hay demasiado en juego».
Si se promulga la ley, el secretario de Estado, después de consultar con los jefes de las agencias ejecutivas federales, incluido el secretario de seguridad nacional, necesitaría revisar las regulaciones de adquisiciones del Departamento de Estado, incluidas las normativas, para implementar la prohibición contra las entidades cubiertas.
En los últimos años, el Departamento de Justicia y el FBI han intensificado sus esfuerzos para abordar la infiltración china, desde presentar cargos contra investigadores estadounidenses y chinos por presunto robo de propiedad intelectual hasta casos de contrainteligencia contra exfuncionarios de inteligencia estadounidenses acusados de enviar secretos al régimen chino.
En 2013, una corte estadounidense condenó personalmente a un ciudadano chino, Liu Sixing, a 70 meses de prisión por exportar ilegalmente secretos comerciales militares estadounidenses a China. Liu robó miles de archivos sobre electricidad de su empleador, L-3 Communications, un contratista de defensa con sede en Nueva Jersey. Los archivos contenían información sobre los sistemas de guía estadounidenses para misiles, cohetes y drones.
Candace Marie Claiborne, exempleada del Departamento de Estado, fue sentenciada a 40 meses de prisión en 2019 por proporcionar documentos internos del Departamento de Estado a China a cambio de dinero y obsequios. Los documentos que robó incluían temas que iban desde economía hasta visitas de dignatarios entre China y Estados Unidos.
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