Tras el ataque a varios presos el 6 de enero y el posterior confinamiento en la cárcel del Distrito de Columbia, el representante de los Estados Unidos Louie Gohmert (R-Texas) exige un control del bienestar de los reclusos.
Tal y como reportó The Epoch Times, «todo comenzó sin previo aviso. Un preso del 6 de enero salió de su celda sin mascarillas. Cuando todo terminó, la cárcel estaba bajo confinamiento y varios reclusos habían sido rociados con gas pimienta, esposados y puestos en aislamiento. Las tabletas de los reclusos fueron rápidamente confiscadas, pero no antes de que varios presos tuvieran tiempo de enviar mensajes de texto, exponiendo la brutal verdad de lo ocurrido». Muchos de esos mensajes fueron obtenidos por The Epoch Times. Según un mensaje de texto, «Una [improperio] acaba de pasar en la Instalación Correccional de Tratamiento de Washington D.C. alrededor de las 9:46 de la mañana del 5 de septiembre.
La autora de las presuntas agresiones fue la teniente Crystal Lancaster, la guardia encargada de la zona de aislamiento conocida como «El hoyo» en la CTF. Uno de los presos agredidos era Ryan Nichols.
Según una petición de hábeas (pdf) presentada ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Distrito de Columbia, por el abogado de Nichols, Joseph McBride, Lancaster «abusa verbal y mentalmente de los reclusos». Lancaster «también supervisa a oficiales y guardias que hacen lo mismo, y es sospechosa de introducir drogas en la prisión». Lancaster, famosa entre los presos del 6 de enero y sus familiares por ser especialmente vulgar y brutal, había sido expulsada del módulo del 6 de enero por abusos verbales y por robar el correo de los reclusos, según la esposa de uno de ellos. No está claro por qué estaba en el módulo J6 en el momento de las presuntas agresiones.
La propia instalación de D.C. tiene un largo historial de condiciones infrahumanas.
En entrevistas exclusivas con The Epoch Times, la esposa y el padre de Ryan Nichols dijeron que no era la primera vez que Nichols sufría abusos por parte de los guardias de la cárcel de D. C. La última vez que Nichols fue puesto en aislamiento fue en represalia por la petición de habeas, en la que se denunció a Lancaster por ser abusiva con los presos y por su presunto papel en introducir drogas en la cárcel.
La mañana del 7 de septiembre, dos días después de la agresión a su marido y a los demás presos, Bonnie recibió una serie de desgarradores mensajes de texto de su marido en los que describía su estado físico y mental mientras estaba en régimen de aislamiento.
«[El representante] Loui Gohmert ya ha hecho todo lo que podía hacer», dijo Don, el padre de Nichols, a The Epoch Times. La esposa de Nichols, Bonnie dijo que Gohmert «ha hecho más que nadie».
Un «claro conflicto»
The Epoch Times se puso en contacto con la oficina del congresista Gohmert el 8 de septiembre y le proporcionó las capturas de pantalla de los mensajes de texto enviados por los presos del 6 de enero a sus familiares durante el ataque. En una carta fechada el 12 de septiembre (pdf), obtenida en exclusiva por The Epoch Times, Gohmert arremetió contra Ronald Davis, director del Servicio de Alguaciles Federales en Washington, D.C., por los continuos e incontrolados abusos de los presos del 6 de enero en el Centro de Detención de D. C. y los aparentes esfuerzos por encubrirlos.
«Aunque ya ha enviado dos cartas en las que expresa su confianza en las normas de detención y seguridad del Departamento Correccional del Distrito de Columbia, las continuas condiciones y circunstancias denunciadas por los presos del Centro de Detención de D. C…. presentan un claro conflicto entre su evaluación y la de los detenidos», escribió Gohmert. «Por esta razón, es necesario llevar a cabo otro control de bienestar para garantizar que mi elector, Ryan Nichols, un veterano del Cuerpo de Marines dado de alta con honores y con trastorno de estrés postraumático, y todos los demás presos están a salvo y no corren actualmente un grave riesgo de sufrir daños corporales e incluso la muerte».
Gohmert también informó a Davis que el mismo día en que su oficina recibió su respuesta más reciente, «expresando su confianza en el centro de DC», fue el mismo día en que Gohmert recibió «detalles sobre el aparente ataque» a los presos del 6 de enero, «que terminó en un confinamiento con al menos tres presos rociados con gas pimienta y arrojados al confinamiento solitario».
Para demostrar aún más la falta de «rendición de cuentas por parte del personal abusivo y violento», Gohmert también señaló cómo las tabletas de los presos y el sistema electrónico de quejas estaban apagados.
«Esto es evidentemente incorrecto», escribió Gohmert, «y espero sinceramente que no desestime estos informes tan graves que vienen directamente de la cárcel y que están corroborados con pruebas fotográficas».
Gohmert también reprendió a Davis por la «violación de la política en relación con el uso de la fuerza y el uso de municiones químicas».
«Incluso la resistencia pasiva, que no se mostró en este incidente, no autoriza ni debe autorizar a un miembro del personal a utilizar municiones químicas de manera tan agresiva», escribió Gohmert, añadiendo que ha estado advirtiendo de «la hostilidad y el castigo excesivo que sigue siendo repartido inconstitucionalmente por carceleros llenos de odio que tienen autoridad».
«No todo está bien»
En una entrevista con Gohmert sobre el incidente de la cárcel de DC y su posterior carta a Davis, el congresista de Texas expresó su frustración por las repetidas garantías de Davis de que «todo está bien».
«No estaba bien en absoluto entonces y no está bien en absoluto ahora», afirmó Gohmert. «Decía: ‘puedes confiar’, y eso es lo que me encendió. Esta gente está siendo maltratada. Su ‘confianza’ está completamente fuera de lugar».
«Ya sea que quieras llamarlo tortura o abuso», Gohmert dijo que las cosas que estos guardias pueden hacer en una prisión de los Estados Unidos son indignantes. «Simplemente está mal», dijo, y añadió que cuando un alguacil de Estados Unidos dice que «todo está bien», las personas que están siendo maltratadas no tienen ningún recurso frente al delito. También expresó su desprecio por las pruebas que demuestran que tanto Lancaster como Kathleen Landerkin —la subdirectora de la cárcel de D.C., «que odia a los conservadores con pasión, especialmente si les agrada Donald Trump»— pueden abusar de los presos del 6 de enero sin rendir cuentas.
Según una carta del 16 de diciembre de 2021 (pdf) enviada por la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) a Muriel Bowser, alcaldesa del Distrito de Columbia, Landerkin ha «demostrado un patrón consistente de falta de respeto hacia los miembros del Congreso y los compañeros del personal penitenciario, además de mostrar una antipatía pública hacia cualquiera que apoye al presidente Donald J. Trump».
El hecho de que Davis parezca «estar satisfecho» con las condiciones y el trato de los presos en el centro de DC tiene a Gohmert «profundamente preocupado». El empeño de Davis en «informar con confianza de que todo está bien» cuando tantas cosas están «tan obviamente mal» le recuerda a Gohmert la «ceguera de los superiores en Abu Ghraib justo antes de que la verdad saliera a la luz».
«Informes de abusos e incluso de tortura»
Para Gohmert, nunca ha habido un momento en la historia de Estados Unidos en el que los estadounidenses hayan sido tratados de forma tan horrible simplemente por no estar de acuerdo con quienes ostentan el poder político. Describió la arrogancia de quienes dicen estar en contra del abuso de los derechos humanos en todo el mundo, pero ven como aceptable el trato de los prisioneros del 6 de enero.
«Fue un acto de abuso», insistió Gohmert sobre lo ocurrido en la cárcel de Washington. «Es una mancha en el historial de Estados Unidos. Es una mancha en nuestra reputación en todo el mundo».
También está convencido de que las recientes declaraciones pronunciadas por el presidente Joe Biden han dado muestras de aprobación de este tipo de abusos y han fomentado más hostilidad contra cualquiera que se atreva a apoyar a Donald Trump o a abrazar el movimiento Make America Great Again, también conocido como MAGA. Recordó cómo Hitler utilizó un lenguaje similar para poner a la nación en contra de los judíos con el fin de hacer aceptables las atrocidades que les infligía.
«Es como con los demócratas en este momento, cualquier cosa que hagas a los conservadores no es suficiente», lamentó Gohmert. «Es exactamente como lo pinta Orwell en 1984».
«Como funcionario electo y miembro de la raza humana, no puedo quedarme de brazos cruzados al escuchar estos informes de abuso e incluso de tortura y aceptar que estas son realidades que como ciudadanos debemos aceptar en los Estados Unidos de América en 2022», concluyó Gohmert en su carta a Davis. «Por lo tanto, le insto una vez más a que actúe como si hubiera vidas que dependen de la exactitud y la prudencia personal de su análisis, porque lo son».
The Epoch Times se puso en contacto con Davis para pedirle comentarios.
«Puedo confirmar que Ronald L. Davis, el director del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos sí recibió una carta del representante Louie Gohmert el lunes 12 de septiembre», respondió Shauneteh Kelly, de la Oficina de Asuntos Públicos, a The Epoch Times. «Sin embargo, sería prematuro para el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos discutir el contenido y la respuesta del USMS a la carta».
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