Huawei, empresa tecnológica incluida en la lista negra, ha invertido al menos 30 millones de libras en universidades británicas a través de becas de investigación y donaciones.
The Epoch Times puede revelar que el gigante de las telecomunicaciones —considerado una amenaza para la seguridad nacional por el gobierno de Estados Unidos— es el mayor donante chino a instituciones de enseñanza superior en el Reino Unido.
En los últimos cuatro años, Huawei y su empresa HiSilicon, productora de chips avanzados, han gastado millones de libras en financiar proyectos de información, tecnología y comunicaciones dirigidos por expertos.
Una universidad recibió 10.7 millones de libras en subvenciones desde 2017.
La financiación ha desatado de nuevo la preocupación de los críticos, que afirman que la financiación de Beijing está poniendo a las universidades, y a las ciudades donde tienen su sede, en riesgo de sufrir daños «enormes».
Las revelaciones se producen pocos días después de que una de las principales universidades de Canadá dijera que cortaba lazos con Huawei.
La Universidad de Waterloo anunció que dejará de trabajar con el gigante tecnológico chino cuando finalice su contrato este año para «salvaguardar la investigación científica» en la institución, según declaró la vicepresidenta de Investigación de la universidad, Charmaine Dean.
El Servicio Canadiense de Inteligencia y Seguridad advirtió anteriormente a las instituciones académicas canadienses de que las asociaciones de investigación pueden ser vehículos para el espionaje, comprometer la propiedad intelectual y permitir que los avances tecnológicos caigan en manos de China u otros regímenes.
Dean dijo en una declaración escrita que poner fin a la asociación de la universidad con Huawei dejará un vacío en la financiación de la investigación que ella espera que las empresas canadienses y el gobierno ayuden a llenar.
Investigación sobre IA y la nube
Los 30 millones de libras de financiación de la universidad por parte de la empresa de telecomunicaciones se han obtenido a partir de un análisis de The Epoch Times.
Las solicitudes de libertad de información (FOI) enviadas a más de 160 instituciones educativas mostraron que muchas recibían dinero de Huawei y sus otras filiales incluidas en la lista negra, así como de otras empresas de Beijing acusadas de delitos y abusos contra los derechos humanos.
De todas las instituciones británicas que respondieron a las preguntas sobre las fuentes de su financiación, casi todas habían recibido subvenciones o donaciones de Huawei o de sus empresas.
Algunas universidades —incluida la London School of Economics— se negaron a responder a las preguntas sobre sus fuentes de dinero en efectivo de Beijing , lo que significa que la cifra de varios millones de libras es probable que sea significativamente mayor.
De las que sí respondieron, la Universidad de Edimburgo confirmó que ha recibido 10,798,369 libras en subvenciones para investigación del gigante del 5G.
Desde 2017 hasta 2022, la universidad escocesa ha confiado en Huawei para el apoyo financiero a proyectos tecnológicos llevados a cabo por su Escuela de Informática.
El año pasado, Huawei Technologies concedió una subvención para la «colaboración en investigación en aseguramiento de servicios basados en la nube». La universidad sólo quiso precisar que la financiación osciló entre 200,001 y 450,000 libras.
El mismo año recibió otras 222,257 libras para «investigación avanzada en el área de sistemas operativos informáticos».
En 2020, Edimburgo aceptó una ayuda en efectivo de 4.2 millones de libras de Huawei para su Laboratorio de Gestión y Procesamiento de Datos Distribuidos.
La empresa tecnológica también ha financiado múltiples becas y doctorados para la investigación en campos similares.
El Imperial College de Londres, especializado en ciencia, ingeniería, medicina y negocios, recibió 18,380,012 libras de fuentes chinas entre 2018 y 2022.
Huawei figura en la lista como una de las 20 organizaciones vinculadas a Beijing que aportan enormes sumas en efectivo para proyectos de investigación.
Según documentos de la FOI, 16 de los proyectos de la universidad fueron financiados por la empresa de telecomunicaciones en esos años.
Entre ellos figuraban investigaciones sobre aprendizaje automático de macrodatos, algoritmos robustos de seguimiento de manos articuladas y codificación segura de canales.
Huawei también donó sumas desconocidas para el Salón Académico de Comunicaciones Inteligentes del Imperial College, talleres y seminarios de IA y proyectos en «centros de datos de próxima generación».
Como reveló anteriormente The Epoch Times, la universidad londinense también recibió dinero en efectivo de China National Offshore Oil Corporation, una petrolera estatal acusada en el pasado de tener vínculos con el narcotráfico y de cometer abusos contra los derechos humanos en Birmania.
También se dice que la empresa ha colaborado con el Partido Comunista Chino para enviar a los empleados que practican Falun Gong a campos de trabajo e instalaciones de lavado de cerebro a menos que renuncien a sus creencias.
Amenaza para la seguridad nacional
Dos de las universidades más prestigiosas del Reino Unido, Cambridge y Oxford, también recibieron importantes fondos de Huawei.
En los últimos cuatro años, la Universidad de Cambridge se embolsó 2.6 millones de libras en becas de investigación.
También aceptó unos 10 millones de libras en donaciones de la empresa de telecomunicaciones, según documentos de la FOI.
De esas donaciones, siete se sitúan entre 100,000 y 499,000 libras, cinco entre 500,000 y 999,000 libras y una entre 1.2 y 4.9 millones de libras.
Cambridge dijo que esas donaciones se destinaron a informática, apoyo a estudiantes, ingeniería y «matemáticas del milenio».
La Universidad de Oxford recibió financiación para una sola beca de investigación de Huawei en 2018: una suma en efectivo de entre £ 100,000 y £ 249,000 para un proyecto sobre la solidez de la IA.
Múltiples otras universidades recibieron donaciones más pequeñas pero significativas de Huawei o de su empresa productora de chips HiSilicon.
Entre ellas está la Universidad de Reading, que en 2021 firmó un acuerdo de investigación de 50,000 libras para «identificar los factores clave que influyeron en el programa 5G de Huawei» en el Reino Unido.
En 2022, el gobierno británico ordenó que la tecnología de Huawei debía retirarse de todas las redes públicas 5G para finales de 2027.
La prohibición británica de Huawei en 5G se produjo tras la orientación del Centro Nacional de Ciberseguridad de que la seguridad de los productos de la empresa —como los equipos utilizados en los emplazamientos de las antenas de telefonía y las centrales telefónicas— ya no puede gestionarse debido al impacto de las sanciones estadounidenses.
La empresa fue incluida en la lista de amenazas a la seguridad nacional en 2020, y se prohibió a las empresas estadounidenses utilizar subvenciones para comprar sus equipos.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos advirtió anteriormente de que los equipos de telecomunicaciones de Huawei podrían ser utilizados por el régimen chino para espiar a ciudadanos estadounidenses.
Enorme riesgo
Mark Sabah, director para el Reino Unido y la UE de The Committee for Freedom in Hong Kong Foundation, dijo que las universidades se han puesto en un enorme riesgo al aceptar sólo enormes cantidades de financiación de fuentes como Huawei.
«El mero volumen de inversión de empresas chinas, todas ellas vinculadas al Partido Comunista Chino, expone el riesgo que corren las universidades británicas si el gobierno decide imponer quién y de dónde pueden proceder las donaciones», declaró a The Epoch Times.
«Es una estrategia de alto riesgo por parte de las universidades y que podría causar un enorme daño al sector de la educación superior, así como a las ciudades británicas en general.
«Porque si las universidades empezaran a perder dinero y estudiantes, no han hecho planes suficientes para mitigar el riesgo de esas inversiones».
Sabah dijo que el gigante tecnológico no solo ha invertido millones en las universidades británicas, sino también en otros proyectos, incluido un intento de gestionar la red 5G del Reino Unido.
«El gobierno, con razón, impidió que eso sucediera debido a la oposición masiva», añadió.
«El siguiente paso es estar cuestionando quién está dando dinero a nuestras instituciones de educación superior, por qué están dando dinero en tales cantidades y si esas universidades están poniendo en marcha un plan de mitigación de riesgos en caso de que alguna vez se retire esa financiación».
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