El Partido Comunista Chino (PCCh) puede estar interceptando comunicaciones desde cables submarinos, poniendo en riesgo todas las transmisiones telefónicas y de datos de internet que pasan a través de las principales redes en la región Asia-Pacífico.
Investigaciones actuales muestran que las ramas militares chinas vinculadas con el ciberespionaje mantienen operaciones cercanas a las principales estaciones de amarre del cable submarino (SCLS por sus siglas en inglés). Un informe filtrado que menciona fuentes de inteligencia en Estados Unidos, Japón y Australia -proporcionado a La Gran Época- muestra una investigación adicional sobre posibles empresas ‘pantalla’ chinas con finanzas misteriosas y vínculos dudosos situadas en puntos estratégicos críticos de transmisiones de datos clave.
El informe afirma que, si bien China tiene una “merecida reputación de ciberespionaje sofisticado”, a menudo se ignoran sus reiterados intentos de acceder a cables submarinos que transportan grandes cantidades de datos. Además describe una presunta operación en el Pacífico, centrada en las Islas Marshall y Nauru.
“Esto permitiría, con una facilidad sorprendente, el acceso de China a todas las transmisiones telefónicas y de datos entre Corea del Sur, Japón, Australia, Filipinas, Singapur y las bases estadounidenses en todo el Pacífico”, afirma. “Esto daría a China acceso a comunicaciones militares, económicas y financieras críticas”.
El informe demuestra que múltiples empresas ‘pantalla’ chinas pueden estar involucradas.
Según Agostino von Hassell, un oficial de inteligencia retirado y presidente de la consultora The Repton Group, que está familiarizado con la investigación, “El impacto clave es que esto representa una vía adicional de espionaje chino, usando tecnología casi anticuada, tal como hicieron los rusos cuando trataban de conectarse a cables de sonar submarinos”.
Hassell señaló que, si bien existe preocupación entre las agencias de inteligencia de que las empresas ‘pantalla’ chinas están robando datos de los cables submarinos, es muy difícil detectar esta forma de espionaje ya que “no deja rastro”.
Agregó que este caso es motivo de especial preocupación, ya que la presencia de una empresa ‘pantalla’ china próxima a las estaciones de amarre del cable en las Islas Marshall les otorgaría acceso a todos los datos transferidos entre países de la región, incluyendo Corea, Japón, Guam y Australia.
Esto no es sólo una amenaza para la privacidad, informó Hassell, sino también para las comunicaciones militares, las transacciones bancarias y los círculos políticos.
Sospecha de empresa pantalla
Un punto clave del informe se centra en una empresa llamada Acclinks, a la que señala que “lo más probable es que sea controlada por Beijing ”. A pesar de no tener una fuente visible de ingresos, la compañía tiene más de 28 millones de dólares en depósitos en cuentas bancarias que abarcan Australia, Islas Marshall y Taiwán.
Según Casey Fleming, CEO de BLACKOPS Partners, que asesora a altos directivos sobre seguridad nacional en algunas de las organizaciones más grandes del mundo, no es extraño que el PCCh utilice empresas pantalla para el espionaje.
“Este es uno de los cientos de métodos de espionaje”, reveló. “Son metodologías en tiempos de guerra, que son asimétricas, y que están reemplazando a la guerra convencional que todos conocemos”.
“El espionaje produce inteligencia”, afirmó, “y la inteligencia gana guerras”.
“Acclinks tiene un centro de “distribución” en las Islas Marshall, que no ha mostrado actividad alguna durante tres años, pero, como se indica en el informe, está ubicado en “el lugar perfecto para acceder a los principales cables submarinos”.
Hassel añadió: “No tienen ingresos conocidos. No hay una empresa matriz conocida”.
“Cuando establecieron sus operaciones en las Islas Marshall, tuvieron que invertir 3 millones de dólares, y pasaron dos años antes de conseguir ese dinero”, indicó.
Otra ubicación de la empresa en Nauru tampoco tiene operaciones comerciales evidentes, pero como se indica en el informe, “ha sido capaz de instalar un dispositivo de conmutación telefónica en Command Ridge, cercano a las principales instalaciones de transmisión de la Policía Federal de Australia”.
Además, el informe afirma que la empresa china de telecomunicaciones ZTE Corp. es un “actor principal” detrás de AccLinks, y que “ZTE está financiando todo el proyecto y ya invirtió millones de dólares en él”.
ZTE y otra empresa de telecomunicaciones china, Huawei Technologies Co. Ltd., fueron señaladas en un informe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en 2012 como amenazas a la seguridad nacional. El documento afirma que las empresas pueden estar proporcionando servicios de inteligencia chinos con acceso a redes de telecomunicaciones y pueden estar condicionados por el PCCh.
El informe señala: “Como lo demuestran muchos otros países a través de sus acciones, el Comité considera que el sector de las telecomunicaciones desempeña un papel fundamental en la seguridad de nuestra nación y, por lo tanto, es un blanco de los servicios de inteligencia extranjeros”.
En su sitio web, Acclinks declara que entrega productos y servicios a las Islas del Pacífico en las áreas de telecomunicaciones, software de facturación, comunicación de datos, servicios públicos de energía y equipos electrónicos. También afirma que la empresa tiene su sede central en la ciudad de Shenzhen, provincia de Guangdong en China.
En los documentos del gobierno de Nauru, Zhang Huafeng figura como CEO de Acclinks. Sin embargo, el informe filtrado reveló que Zhang no está vinculado a ninguna empresa de este tipo en China.
Zhang Huafeng no respondió a una solicitud de hacer comentarios al respecto.
Zhang también figura como accionista mayoritario y CEO de Acclinks Nauru Ltd. Inc., copropiedad del gobierno de Nauru. Aunque no se puede confirmar, el informe afirma que la empresa china Acclinks podría estar intentando establecer una joint venture con el gobierno de Nauru en telecomunicaciones y electrónica.
También hay vínculos entre la empresa de Nauru y una empresa con un nombre similar que figura en la base de datos de Panama Papers de entidades offshore que fueron expuestas alrededor del mundo. Registrada en las Islas Vírgenes Británicas, Acclinks Communication Inc. cuenta con Liang Liyong como accionista, quien también es director de la empresa de Nauru.
La existencia de múltiples subsidiarias de Acclinks sugiere que es “muy probable” que los directores chinos de la empresa estén buscando formas de canalizar efectivo fuera de China continental y hacia entidades offshore, concluyó el informe.
Una búsqueda en internet también reveló que el nombre chino Zhang Huafeng está relacionado con varios puestos gubernamentales chinos: aparece en la lista como director de la Oficina de Telecomunicaciones Depto. de Negocios de Clientes Principales del distrito de Lintong (en la ciudad de Xi’ an, provincia de Shaanxi); persona de contacto para la filial estatal de China Telecom Co. en Nanhe provincia de Hebei; y secretario de la sucursal del partido de la compañia de Telecomunicación del distrito Mingshan de la provincia de Sichuan . El informe no pudo confirmar si la identidad del Zhang Huafeng asociado a Acclinks correspondía a ese título.
Interceptación de datos desde cables
El PCCh tiene una conocida presencia militar y de espionaje en las estaciones de amarre de los cables submarinos, y que varios miembros de la comunidad internacional de seguridad creen que se están utilizando para espiar datos.
Según un informe del Project 2049 Institute, un grupo de expertos en seguridad, una unidad de hackers militares chinos, Unidad 61398, “tiene conectividad de fibra óptica con el centro de monitoreo de Internet de China Telecom”, ubicado en el Parque de Información de China Telecom en el distrito de Pudong, Shanghai.
La Unidad 61398 es la Segunda Oficina de la agencia de inteligencia de señales del PCCh, que se encuentra en el Tercer Departamento de la rama de guerra de su ejército, el Departamento de Estado Mayor.
El Departamento de Justicia de los EE.UU. dio a conocer en mayo de 2014 los carteles de búsqueda de oficiales de la Unidad 61398. Los cinco agentes fueron acusados de 31 delitos, que podrían equivaler a cadena perpetua para cada uno de ellos si fueran arrestados. China no tiene un tratado de extradición con los Estados Unidos.
“Hassell señaló que mientras que espiar cables de cobre era común durante la Guerra Fría, espiar la gran cantidad de datos que pasan por las redes actuales es un fenómeno nuevo. Dijo: “Los chinos tienen la mano de obra y el poder informático para clasificar estos datos. Hace un par de años no podías hacerlo porque no tenías suficiente tecnología informática”.
“La tecnología de clasificar el tráfico de mensajes por palabras clave y, básicamente, utilizando la inteligencia tradicional altamente avanzada, se puede obtener una gran cantidad de patrones e información”, recalcó.
Según el Instituto del Proyecto 2049, “La Segunda Oficina también administra una estación de trabajo en la Isla Chongming de Shanghai”, cerca de la Estación Submarina de Cable Submarino Chongming. “La estación de amarre es el punto de entrada y salida del 60 por ciento de todo el tráfico telefónico e Internet que entra y sale de China”.
Además, afirma el instituto, la Segunda Oficina también supervisa una estación de trabajo cerca de otra importante estación de cable submarino en Chongming Island, “y probablemente una unidad cerca de la estación de cable Nanhui[distrito en Shanghai]”.
“Los elementos de la Segunda Oficina con acceso directo a las estaciones de amarre por cable de fibra óptica podrían amortiguar el tráfico de comunicaciones que entran y salen de China”, afirma, añadiendo que, como guardianes de esa información, la Segunda Oficina podría haber obtenido “grandes volúmenes de datos extraídos por otros grupos de espionaje cibernético que operan en toda China”.
Otras estaciones de cable submarino tienen una presencia militar del PCCh similar. El Instituto del Proyecto 2049 señala que la Cuarta Oficina, encargada de las operaciones de inteligencia electrónica del PCCh, está presente en muchas de las mismas áreas; y los miembros de la comunidad de reconocimiento técnico del ejército chino “pueden tener acceso a estaciones de amarre similares ubicadas en la ciudad costera oriental de Qingdao[ciudad costera oriental de la provincia de Shandong], Shantou [ciudad costera sudoriental en la provincia de Guangdong] Hong Kong y más recientemente en Fuzhou [ciudad costera oriental en la provincia de Fujian”.
Según Daniel Wagner, fundador de la empresa de gestión de riesgos Country Risk Solutions, “esto no debería sorprender a nadie», dada la «inclinación del PCCh por el espionaje industrial a escala industrial”.
“China es líder en espionaje industrial, así que ¿podríamos imaginar que este no sería el caso de que estuvieran haciendo algo parecido para aumentar sus esfuerzos y mantenerse a la vanguardia?”, afirmó.
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