Con una gorra militar y saludando desde su silla de ruedas, el veterano de la Segunda Guerra Mundial, Ermando Piveta, dejó el martes el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia.
Se convirtió así en el brasileño de mayor edad en recuperarse del virus del PCCh.
Al salir, recibió aplausos, ovaciones y un grandioso homenaje de parte del personal de salud, quienes hicieron dos filas para verlo pasar.
En su honor, sonó la trompeta de un soldado para homenajear a quien fuera segundo teniente en las fuerzas del Ejército brasileño durante la Segunda Guerra Mundial y prestó sus servicios en África.
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«Ganar esta batalla fue para mí más grande que ganar la guerra», dijo sobre su lucha contra el virus. «En la guerra matas o vives. Aquí tienes que luchar para vivir», agregó a Reuters.
Hace un par de semanas, Pivieta dio positivo a la enfermedad de COVID-19, razón que lo llevó a internarse en una clínica en cuidados intensivos, después de desarrollar neumonía.
A pesar de su edad, no tuvo que depender de un respirador y su recuperación se debió a su buen estado físico derivado de su vida en el Ejército y de los genes longevos de su familia, según informó el director del hospital.
Brasil es el país latinoamericano con más casos del virus del PCCh, el cual ha infectado a 262 personas y provocado la muerte de 1532, de acuerdo con información del Ministerio de salud de dicho país.
Por eso, la recuperación de personas como Pivieta se convierten en un aliciente en medio de un panorama sombrío.
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