Kathleen Buhle, exesposa del hijo del presidente Joe Biden, Hunter, dijo que no tuvo control sobre las finanzas de la familia durante sus 24 años de matrimonio, según sus nuevas memorias y su primera entrevista televisiva sobre su matrimonio.
“Escribir y reconocer esto fue una de las partes más difíciles para mí”, dijo Buhle el 14 de junio en “Good Morning America” de ABC News.
“Es vergonzoso decir que cedí todo el control financiero a mi esposo”.
«Me gustaban las cosas bonitas», añadió. «Y no quería pensar en el coste que suponían».
Buhle estuvo casada con Hunter desde 1993 hasta 2017, cuando la aventura de Hunter Biden con la viuda de su difunto hermano se hizo pública por primera vez. Buhle, de 52 años, dijo que no recibe pensión alimenticia de su excónyuge.
Fue en 2003 cuando Hunter regresó por primera vez de un centro de rehabilitación por sus problemas de abuso de drogas. En ese periodo Hunter le dijo a Buhle que le debían dinero de los impuestos, pero le aseguró que había elaborado un plan para devolverlo.
En las memorias «If We Break» (Si Rompemos), que sale a la venta el 14 de junio, Buhle escribió sobre el momento que vivía en Delaware junto a sus tres hijas mientras Hunter viajaba a Washington.
“Empezó muchos emprendimientos… un fondo de inversión inmobiliario y luego una empresa de tecnología. No entendía nada de eso, o qué partes de sus negocios realmente generaban ingresos para nosotros”, escribió. “Me preocupaba que viviéramos por encima de nuestras posibilidades, pero no hice nada para cambiarlo”.
“La forma en que Hunter y yo manejamos el dinero era que cada vez que lo necesitaba, lo llamaba. Más de una vez mi tarjeta de débito fue rechazada en una tienda. Tendría que llamar a Hunter para transferir dinero a mi cuenta. Hunter y yo conducíamos buenos autos y teníamos una hermosa casa, pero íbamos rápido en esa rueda de hámster y apenas nos manteníamos”.
En una entrevista de 2019 con ABC, se le preguntó a Hunter si le habrían pedido que formara parte del directorio de la empresa energética ucraniana Burisma “si su apellido no hubiera sido Biden”.
«No sé. Probablemente no. No creo que haya muchas cosas que hubieran pasado en mi vida. Si mi apellido no fuera Biden”, dijo en ese momento.
Buhle se mostró evasiva cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con su declaración.
«No del todo. Intentar que alguien analice qué partes de su vida, ya sabes, provienen de sus padres no es, en mi opinión, un ejercicio saludable», dijo. «Así que creo que siempre ha reconocido el beneficio y la ventaja de venir de una familia prominente».
También eludió una pregunta sobre si cree que Hunter ha utilizado su apellido para «repartir favores o buscar beneficios».
“Vi a alguien que amaba a su padre, respetaba a sus padres y estaba orgulloso de ser su hijo”.
Las enmarañadas relaciones comerciales de Hunter con China y con otros países han generado un fuerte rechazo de los republicanos en los últimos años.
Peter Schweizer, autor de un libro en el que se detalla la infiltración financiera de Beijing en la cúpula de Estados Unidos, declaró anteriormente a The Epoch Times que habría hecho sonar las alarmas si la familia de Jimmy Carter o de Ronald Reagan hubiera recibido millones de empresarios rusos vinculados a la KGB.
«Eso es lo que ha ocurrido aquí. Todo lo que estamos haciendo es sustituir la KGB por el Ministerio de Seguridad del Estado chino. Es exactamente la misma historia y eso debería hacer sonar las mismas alarmas», dijo.
Buhle dijo que no tendría nada que decir si la llamaran a testificar en la actual investigación a Hunter Biden.
“He enterrado mi cabeza en la arena”, dijo.
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