Una exestrella de la serie de «The Real Housewives of New York City» ha presentado una demanda por discriminación laboral contra los productores del programa y la cadena Bravo Media, acusándolos de utilizar la «violencia psicológica» para presionarla a recaer en el alcoholismo.
Leah McSweeney, quien protagonizó el programa de 2020 a 2021, presentó la demanda en el Distrito Sur de Nueva York el 26 de febrero.
Figuran como demandados el presentador y productor ejecutivo del programa Andy Cohen, Bravo Media, NBCUniversal Media, Warner Bros., Discovery, la productora Shed Media US y los productores John Paparazzo, Lisa Shannon y Darren Ward.
«Donde hay humo, hay fuego», comienza la demanda. «Los demandados discriminaron, atormentaron, desmoralizaron, degradaron, acosaron y tomaron represalias contra la Sra. McSweeney porque es una mujer con discapacidades, como el trastorno por consumo de alcohol y diversos trastornos de salud mental, todo ello en beneficio de dar publicidad a la serie».
Los abogados de la Sra. McSweeney, de cuarenta y un años, continúan acusando a los demandados de crear un ambiente de trabajo «hostil» y una «cultura laboral viciada» que «dependía únicamente de presionar a sus empleados para que consumieran alcohol».
Los productores de Bravo no mantuvieron un ambiente de trabajo seguro ni «adaptaron las discapacidades de la Sra. McSweeney, incluido el trastorno por consumo de alcohol y los trastornos mentales», afirma la demanda.
En cambio, los acusados, sabiendo que la Sra. McSweeney sufría un trastorno por consumo de alcohol, «se confabularon con sus colegas para presionar a la Sra. McSweeney para que bebiera, tomando represalias contra ella cuando quiso mantenerse sobria y negándose intencionadamente a proporcionarle adaptaciones razonables que contribuyeran a sus intentos de mantenerse sobria y poder trabajar», según la demanda.
Los productores emplearon la violencia psicológica
Además, los productores del programa «utilizaron una violencia psicológica intencionadamente armada para romper la psique de la Sra. McSweeney», según la demanda, incluyendo supuestamente impedirle visitar a su abuela moribunda «amenazándola implícitamente con despedirla y recortarle el sueldo si abandonaba el lugar de rodaje».
“Los demandados también conocían los trastornos bipolares, de depresión y ansiedad de la Sra. McSweeney. Sin embargo, en lugar de participar en el proceso interactivo para proporcionar a la Sra. McSweeney adaptaciones razonables, los demandados la atraparon para que se quedara sola en un país extranjero y manipularon a sus compañeros de reparto para que traumatizaran a la Sra. McSweeney», afirma la demanda.
Por otra parte, la demanda acusa a los productores de dar a la Sra. McSweeney críticas negativas de rendimiento y de afirmar que sus escenas en el programa eran «aburridas» porque no recaía en el alcoholismo.
La demanda agrega que la Sra. McSweeney estuvo sobria durante aproximadamente nueve años antes de unirse a «Real Housewives».
Tuvo una recaída cinco meses antes de unirse al programa y lo reveló durante la grabación de su audición, que ese era el caso, añaden sus abogados.
A pesar de la recaída inicial, la Sra. McSweeney recuperó su sobriedad cuando comenzó a filmar la duodécima temporada del programa y expresó su deseo de permanecer sobria ante los productores y otros miembros del elenco, según la demanda.
Los abogados de la Sra. McSweeney dicen que su cliente sufrió pérdida de ingresos, angustia emocional severa, ansiedad mental, pérdida del disfrute de la vida, pérdida de reputación y humillación como resultado de las “políticas y prácticas de empleo ilegales y discriminatorias” de los demandados.
La exestrella de reality shows busca una compensación monetaria no especificada.
En una declaración a Los Angeles Times, un representante del Sr. Cohen dijo: «Las acusaciones contra Andy son completamente falsas».
The Epoch Times se puso en contacto con un portavoz de NBCUniversal Media Group, propietario de Bravo, para solicitar comentarios.
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