Un exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijo el domingo que las escuelas pueden cerrar debido a un reciente aumento de COVID-19, pero que no cree que se vuelvan a imponer los confinamientos.
«No lo creo», dijo Richard Besser, jefe interino de los CDC durante la administración de Obama, cuando se le preguntó si la sociedad volvería a «paralizarse» debido a los duros decretos.
«Creo que lo que vamos a ver es el cierre de escuelas cuando los casos se propaguen por los colegios. Vamos a ver más recomendaciones para el uso de mascarillas. La razón por la que no va a ser lo mismo que al principio de la pandemia es que hay una vacuna, y hemos hecho un muy buen trabajo en la vacunación de las personas que están en mayor riesgo, es decir, las personas mayores, las personas con condiciones médicas subyacentes, los trabajadores sanitarios de primera línea», añadió.
Debería haber un impulso para que más personas se vacunen, «pero no va a ser el mismo tipo de situación que vimos hace un año», continuó Besser, actual presidente y director ejecutivo de la Fundación Robert Wood Johnson.
El número de casos de COVID-19 y hospitalizaciones por COVID-19 ha aumentado considerablemente en las últimas semanas. El promedio de siete días de casos aumentó más del 18 por ciento hasta el 13 de agosto, en comparación con la semana anterior, según datos federales. Los nuevos ingresos hospitalarios aumentaron casi un 30 por ciento durante el mismo período.
En Florida, California y en otros estados los ingresos hospitalarios han aumentado, según funcionarios. Tal aumento ha generado preocupaciones frente a una posible sobrecarga del sistema hospitalario y la suspensión de cirugías electivas.
El número de muertes en Estados Unidos de personas con COVID-19 también ha comenzado a aumentar. En un promedio de siete días aumentó un 21 por ciento, llegando a 492 muertes al 13 de agosto, aunque sigue siendo un 59 por ciento más bajo que el pico observado el 2 de agosto de 2020.
En respuesta a las tendencias ascendentes, algunos funcionarios en todo Estados Unidos han restablecido decretos, principalmente medidas para el uso obligatorio de mascarillas. Hasta el momento, no ha habido órdenes de cierre de negocios no esenciales. Esas órdenes del año pasado, impuestas por la mayoría de los gobernadores, devastaron la economía y provocaron un desempleo generalizado.
Besser dio sus declaraciones en el programa «This Week» de ABC.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Se espera que la cantidad de casos de COVID-19 continúe aumentando, dijo el domingo el Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, que incluye a los CDC.
«Esto está subiendo de forma muy pronunciada sin que haya señales de que haya llegado a un punto de disminución. Así que me sorprendería si no pasamos los 200.000 casos diarios de contagiados en las próximas dos semanas. Y eso es desgarrador teniendo en cuenta que nunca pensamos que volveríamos a estar en esa situación. Eso fue en enero y febrero. Eso no debería ser en agosto. Pero aquí estamos con la variante Delta, que es tan contagiosa, y esta situación desgarradora en la que 90 millones de personas siguen sin vacunarse y son presas fáciles de este virus, y ese es el lío en el que estamos», dijo Collins en «Fox News Sunday».
Las estadísticas muestran que la mayoría de las hospitalizaciones se encuentran entre aquellos que no están vacunados, pero Collins y otros altos funcionarios de salud han recibido críticas por minimizar o ignorar el creciente cuerpo de evidencia que indica que las personas que contraen COVID-19 y se recuperan disfrutan de inmunidad al mismo nivel o incluso a niveles más altos que los que reciben la vacuna.
“Hay 14 estudios que demuestran que la inmunidad natural es efectiva. Es duradera y es fuerte. Sin embargo, ha habido esta inexplicable negación”, dijo el Dr. Marty Makary, cirujano del Hospital Johns Hopkins, durante una aparición reciente en Fox News.
Makary se mostró en desacuerdo con un estudio publicado por los CDC en Kentucky que, según los investigadores, mostraba que las vacunas proporcionaban una mejor protección al virus de COVID que la inmunidad natural.
“En el estudio la tasa de infección posterior en aquellos con inmunidad natural fue del 0.09 por ciento. Los que están vacunados en ese período de tiempo tuvieron una tasa de inmunidad del 0,03 por ciento. La conclusión es que es extremadamente rara la infección posvacunación en ambos grupos”, dijo.
Sin embargo, Besser se posicionó del otro lado.
“Aquí, lo que se está viendo es que las personas que están vacunadas tienen un nivel más alto, un nivel de protección más fuerte. Por lo tanto, incluso si tuvo una infección por COVID, debería recibir la vacuna».
Aun así, Collins señaló que los datos muestran que la efectividad de la vacuna está disminuyendo a medida que pasa el tiempo, un hecho que algunos atribuyen a las nuevas variantes del virus del PCCh que han surgido.
La disminución de la eficacia llevó a los reguladores de medicamentos a autorizar una inyección de refuerzo para algunas personas inmunodeprimidas y a los CDC a recomendar el refuerzo para esas personas.
«Justo el viernes, el grupo asesor de los CDC, y el director de los CDC lo aceptó, aprobaron una tercera vacuna para las personas inmunodeprimidas», dijo Collins. «¿Qué pasa con el resto de nosotros? Nuevamente, estamos viendo estos datos casi a diario. Sin embargo, existe la preocupación de que la eficacia de la vacuna pueda comenzar a disminuir con el paso de los meses. La variante Delta es un problema que debemos enfrentar. (…) Es posible que necesitemos refuerzos, tal vez comenzando primero con los proveedores de atención médica, así como con las personas en hogares de ancianos, y luego avanzando gradualmente».
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