El exjefe de la Patrulla Fronteriza Rodney Scott explicó a los miembros de la Cámara de Representantes que el proceso de investigación utilizado para mantener a los delincuentes fuera de Estados Unidos sólo es preciso en los casos en que los agentes tienen acceso a información correcta.
Según el exjefe de fronteras, los agentes no tienen información sobre los inmigrantes de «la gran mayoría del mundo», incluidos los inmigrantes ilegales de países como la nación africana de Mauritania.
El Sr. Scott declaró ante el Subcomité Judicial de la Cámara de Representantes sobre Integridad, Seguridad y Cumplimiento de las Leyes de Inmigración, durante una audiencia celebrada el 14 de septiembre, que el proceso utilizado por los agentes de protección de fronteras sólo es tan bueno como la información a la que tiene acceso el gobierno federal, que, en términos globales, es bastante limitada.
El testigo, que actualmente es Investigador Principal Distinguido para la Seguridad Fronteriza en la Fundación de Políticas Públicas de Texas, prestó servicio durante 29 años en la Patrulla Fronteriza estadounidense antes de jubilarse como Jefe de la Patrulla Fronteriza en agosto de 2021.
Las preguntas sobre los inmigrantes ilegales procedentes de Mauritania surgieron después de que salieran a la luz datos sobre el aumento de las detenciones de personas incluidas en la lista de vigilancia terrorista por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza.
Según los legisladores, de 2017 a 2020, la Patrulla Fronteriza se encontró con 14 inmigrantes ilegales incluidos en la lista de vigilancia terrorista.
Pero de 2021 a 2023, esa cifra se disparó a 263, y 149 de esos encuentros se produjeron en 2023 sólo hasta este momento.
Aunque varios legisladores expresaron su preocupación por las posibles «fugas» conocidas y desconocidas que también podrían haber sido problemáticas, el representante Andy Biggs (R-Ariz.) interrogó al Sr. Scott sobre la posibilidad de que quienes no figuran en ninguna lista a la que tenga acceso Estados Unidos puedan tener conexiones terroristas.
El Sr. Biggs preguntó si había naciones desde las que viajaban inmigrantes ilegales de las que los funcionarios federales «no pueden obtener ningún antecedente».
El Sr. Scott respondió: «Eso sería la inmensa mayoría del mundo. Tenemos muy poca información. Actuamos en función de lo que tenemos, pero si pensamos en la población total del mundo, tenemos datos muy, muy minúsculos».
El Sr. Biggs preguntó específicamente por las personas procedentes de la nación de Mauritania, diciendo que la patrulla fronteriza de su estado natal, Arizona, ha observado un fuerte aumento de inmigrantes ilegales procedentes de esa zona.
El legislador citó una llamada de un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en la que afirmaba que en su sector de Arizona habían detenido a un grupo de 250 mauritanos.
Según el Sr. Scott, Mauritania es un país sobre el que la CBP no tiene acceso a información de antecedentes, y los individuos procedentes de esa zona habrían sido en gran medida no investigados.
«Alarmismo»
Pramila Jayapal (D-Wash.), miembro de rango del comité, pidió que el comité considerara los «hechos», señalando durante su declaración inicial que nunca ha habido un ciudadano estadounidense muerto debido a ataques terroristas de un individuo que haya entrado ilegalmente en Estados Unidos a través de la frontera sur.
«Así es», prosiguió la demócrata de Washington. «Ni un solo estadounidense ha resultado herido o muerto por un terrorista que cruzara nuestra frontera sur sin autorización. Así que no caigan en el alarmismo republicano».
«Esta audiencia sólo pretende asustar a la opinión pública para demonizar a los inmigrantes y ganar puntos políticos baratos mientras nos dirigimos a las próximas elecciones», dijo la Sra. Jayapal, señalando a continuación que las personas incluidas en la lista de vigilancia terrorista que fueron detenidas fueron sometidas a investigación por el Departamento de Seguridad Nacional.
También afirmó que la reforma bipartidista de la inmigración podría disuadir la inmigración ilegal creando «vías legales reales para que la gente entre en Estados Unidos para estar con sus familias, escapar de situaciones terribles en sus países y contribuir a nuestra economía, nuestras comunidades y nuestro país».
Durante su discurso de apertura, el presidente del Comité, Tom McClintock (R-Calif.), afirmó que las órdenes ejecutivas de la Administración Biden han «abierto nuestras fronteras al mundo al detener la construcción del muro fronterizo, rescindir la política de permanecer en México y prohibir que el ICE aplique las deportaciones ordenadas por los tribunales».
5.7 millones de ilegales
El Sr. McClintock citó información que indica que 5.7 millones de extranjeros ilegales de más de 160 países han cruzado ilegalmente nuestra frontera desde el cambio de política de la administración Biden, y más de 2.6 millones de esos individuos han sido liberados en Estados Unidos. Esa cifra es superior a la población de Nuevo México.
También han entrado otros 1.7 millones que se sabe que están «fugitivos». Eso supone una población ilegal adicional del tamaño de Virginia Occidental, y como no tenemos acceso a la mayoría de las bases de datos de delincuentes extranjeros», dijo el Sr. McClintock. «Sabemos poco de los antecedentes penales extranjeros de estos 2.6 millones de inmigrantes ilegales cuando han sido liberados en nuestras comunidades».
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