El expresidente Donald Trump ha seguido reforzando su promesa de emprender la deportación nacional “más grande en la historia de Estados Unidos”. Un experto en migración evalúa si la propuesta de Trump es viable dada la fuerte crisis migratoria que enfrenta el país.
Trump, principal candidato republicano para ocupar la Casa Blanca, se dirigió a sus partidarios en el Coastal Carolina University, en Conway, Carolina del Sur por casi dos horas el sábado por la tarde. Durante su discurso, prometió tomar fuertes medidas para resolver la crisis de inmigración ilegal que ha venido azotando al país.
“En mi primer día pondré fin a todas las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden y comenzaremos la operación de deportación nacional más grande en la historia de Estados Unidos. No tenemos más opción”, dijo el republicano, en medio de fuertes vítores.
Esta no es la primera vez que Trump habla sobre sus estrictos planes para luchar contra la inmigración ilegal. Durante un foro ciudadano organizado por Fox News en enero, el expresidente dijo que la deportación era su solución para detener la crisis fronteriza.
“Llevaremos a todos de regreso al lugar de donde vinieron”, señaló, añadiendo que utilizaría “todos los recursos y autoridades” de los gobiernos estatales y locales para lograr este objetivo. “Pasaremos porciones masivas de la aplicación de la ley federal a la aplicación de la ley migratoria”, dijo durante su conversación con Fox News.
The Epoch Times se contactó con la campaña de Trump para solicitar más detalles sobre su plan de deportación.
Un sistema migratorio sin credibilidad
Actualmente, Estados Unidos puede detener y deportar a inmigrantes extranjeros que participen en actos delictivos, sean una amenaza para la seguridad nacional o violen su visa. Sin embargo, la administración de Joe Biden ha impuesto importantes restricciones a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), encargados de encontrar, detener, procesar y expulsar a los inmigrantes que estén ilegalmente en el país.
Las directrices del memorando de septiembre de 2021 emitido por el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, señalan que el hecho de que un extranjero se encuentre ilegalmente en Estados Unidos no es razón suficiente para tomar medidas coercitivas contra dicha persona.
Para Andrew Arthur, miembro del Centro de Estudios de Inmigración (CIS), este impedimento para ICE es una forma de quitar credibilidad a los sistemas de inmigración de Estados Unidos.
“Tenemos alrededor de un millón de personas que ya tienen órdenes finales de expulsión de los Estados Unidos y que todavía están aquí”, dijo a The Epoch Times. “Esas directrices de Mayorkas imponen restricciones a los agentes de ICE y a la expulsión de personas que están bajo órdenes finales de deportación. Si no podemos expulsar a las personas al final de ese proceso, el sistema de inmigración de este país no tiene credibilidad”, añadió.
“Y así ya no hay ninguna razón por la que cualquier migrante no venga ilegalmente, porque si lo consiguen, se quedarán aquí; así que valdrá la pena su dinero y su tiempo para venir ilegalmente a los Estados Unidos”.
Más de 142,000 inmigrantes ilegales fueron deportados en el año fiscal 2023 –casi el doble del año anterior–, según las cifras publicadas por la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en su informe anual (pdf). Casi 70,000 de los deportados tenían cargos o condenas por actividades delictivas, más de 3000 eran pandilleros conocidos o sospechosos y 139 eran terroristas conocidos o sospechosos. Entre los expulsados, 108 eran fugitivos extranjeros buscados por sus gobiernos por delitos como homicidio, violación, secuestro, y tráfico de drogas.
Desde que Biden asumió el cargo como presidente en 2021, prometió crear un sistema migratorio más humano y anunció que no implementaría el Título 42, una política de la era Trump que permitía expulsar rápidamente a los inmigrantes que cruzaban la frontera ilegalmente. Sin embargo, su estrategia fue desvaneciéndose a medida que los cruces ilegales alcanzaron récords históricos, superando los 2 millones de detenciones en 2022.
“De las personas que llegaron ilegalmente y no fueron expulsadas bajo el Título 42, a más del 88% se les permitió quedarse o fueron liberadas en los Estados Unidos– estamos hablando de 3.3 millones de personas liberadas”, dijo Arthur. “Y eso ni siquiera incluye los 1.7 a 2 millones de migrantes que escapan de los agentes”.
“Biden ha superado a todos los demás presidentes de la historia con respecto a la liberación de personas en los Estados Unidos, y también está expulsando a muchas menos personas que las administraciones anteriores; de hecho, las expulsiones de los Estados Unidos alcanzaron su punto máximo bajo la administración Obama”, añadió el experto.
La promesa de deportación de Trump: ¿Es posible?
Durante su mitin en Carolina del Sur, Trump también criticó al presidente Joe Biden por tener el “peor plan fronterizo” y destacó las acciones que tomó durante su administración para frenar la crisis en la frontera. “Todo lo que el presidente tiene que hacer es decir: ‘Cierren la frontera’, como lo hice yo. No se necesitan proyectos de ley”, añadió.
“Hace tres años teníamos la frontera más segura en la historia de nuestro país. Terminamos con la [política de] captura y liberación, la tuvimos pero los liberamos en México. Construimos tremendos cientos de kilómetros de muro, conseguimos que México nos diera 28,000 soldados de forma gratuita justo en nuestra frontera. Y creamos la frontera más fuerte que jamás hayamos tenido”, señaló.
Algunos se han mostrado escépticos con el plan de deportación de Trump, sin embargo Arthur, ex juez de migración, dijo que esta medida sí es posible.
“Si se implementan políticas que alienten a las personas a salir de Estados Unidos legalmente y que impidan que las personas que están aquí ilegalmente trabajen en Estados Unidos, entonces todo será mucho más fácil”, dijo. “Si la gente no puede ganar dinero, se irán a su país. Esto no es solo salir en camionetas blancas a buscar personas para deportar, porque no podrás identificarlas. Pero si se implementan otras políticas y realmente expulsan a personas de Estados Unidos, entonces quienes vienen ilegalmente sabrán que la ley se cumple”.
“Así que sí es factible y hay una variedad de propuestas sobre cómo se haría, pero la parte más importante es tener la voluntad de salir a hacer algo, y la administración Biden simplemente no tiene la voluntad de hacerlo”, añadió. “Esto hará que sea más difícil para la administración Trump o cualquier administración futura reducir el número de personas que están aquí ilegalmente”, advirtió.
Asimismo, Arthur señaló que la ayuda de los estados en la lucha contra la inmigración ilegal “será crucial” para el siguiente presidente, y que incluso algunas ciudades como Nueva York y Chicago están reconsiderando si quieren seguir siendo santuarios.
“Algunos de ellos se resisten cuando la cifra de inmigrantes ilegales disminuye, pero hay cosas que una administración presidencial puede hacer para forzar el cumplimiento por parte de los Estados”, señaló. “La otra cosa es que hay ciertos estados como Florida, Texas, y Carolina del Norte, que no solo están dispuestos, sino también interesados, en trabajar con el gobierno federal para reducir el número de inmigrantes ilegales”.
El analista dijo que cree que el nuevo Congreso también se mostrará interesado en ayudar a resolver la crisis migratoria con la próxima presidencia.
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