China exporta su tecnología y «know-how» en vigilancia y control a Ecuador y Venezuela, señaló recientemente el escritor argentino Agustín Barletti.
El Sr. Barletti autor del libro: “El hambre del dragón: El plan de China para comerse al mundo», recordó que en China hay al menos 540 millones de cámaras de videovigilancia instaladas, es decir, una cada tres personas donde pueden detener a una persona en cuestión de minutos por el complejo sistema de cámaras y vigilancia que hay.
«¡Es un gran hermano gigante! Si le sumamos las aplicaciones obligatorias que tienen que tener en los celulares los chinos, prácticamente hay un control total», dijo en una entrevista reciente con el programa “China en Foco” de NTD, medio afiliado a The Epoch Times.
«Bueno, ese sistema de vigilancia de cámaras lo incorporó a Ecuador, y hoy lo está usando el Servicio de Inteligencia Ecuatoriano», agregó. «Ahí ya depende de cada gobierno para qué lo quiere usar, pero la herramienta la tiene».
Trasladado ese sistema de operación estatal donde los ciudadanos son vigilados, en febrero del 2011 el gobierno de Ecuador acordó instalar un sistema de vigilancia de diseño chino que fue financiado con prestamos chinos a cambio de petróleo a través de empresas chinas, como la empresa estatal tecnológica CEIEC y la empresa tecnológica china Huawei prohibida en EE. UU., según una investigación de The New York Times del 2019.
Se pretendía que el sistema que comenzó a emplearse en 2016 se usara en el Servicio de Seguridad Integrada ECU-911 para enfrentar el crimen, pero el NYT reportó en 2019, que las imágenes de videovigilancia también fueron destinadas a la extinta Secretaría Nacional de Inteligencia (Seinain).
En el caso de Venezuela, este sistema de control al estilo chino se traduce en el «Carnet de la Patria» del líder socialista Nicolás Maduro, «un documento electrónico vinculado a muchas aplicaciones obligatorias de que hay que bajar obligatoriamente», explicó el escritor.
«De esa manera Maduro puede ver absolutamente qué hace o qué no hace cada uno de los venezolanos», dijo.
El carnet se usa en Venezuela para controlar acceso a programas sociales además para pagos de productos básicos como el combustible desde el 2018.
Con el «Carnet de la patria» el régimen de Maduro puede obtener una gran cantidad de datos de los venezolanos desde redes sociales hasta la afiliación política que no pueden borrarse del sistema, según el medio venezolano Tal Cual.
El sistema del carnet fue importado por el régimen venezolano tras un viaje de una delegación a la empresa china de telecomunicaciones ZTE Corp de China años antes de su implementación, donde pudieron ver que Beijing desarrollaba una tarjeta inteligente con la que podrían además de identificar a las personas, controlar su comportamiento social, político y económico, según Reuters, en referencia al sistema del crédito social de China.
El crédito social chino implica que, según el comportamiento calificado por el régimen de los ciudadanos, quienes están siendo vigilados y documentados a través de una gran red de datos obtendrían recompensas como servicios públicos o préstamos.
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