Un experto en seguridad y gestión publica explicó recientemente la raíz histórica y étnica de la influencia que tiene el expresidente de Bolivia, Evo Morales, en el sur de Perú donde es el epicentro de los disturbios violentos en las últimas semanas, que dejan un saldo de al menos 50 muertos.
En días recientes distintos funcionarios de Perú, Bolivia y Chile, han denunciado que Evo Morales estaría influyendo en las violentas protestas desatadas en la región sureña de Puno, en Perú.
Pedro Yaranga Quispe especialista en seguridad integral y gestión pública con sede en Lima, dijo en una entrevista reciente que la influencia de Morales en la zona sureña del país se debe en gran parte a la identidad con la que se identifican las comunidades campesinas nativas.
“Gran parte de Bolivia y un sector importante de la parte sur de Perú tiene alguna identidad. Esa identidad es de las comunidades campesinas nativas conocidas como los aymaras”, dijo a The Epoch Times en Español. Señaló que en el caso de Bolivia, la procedencia nativa dentro de la población es aproximadamente del 60%, “es decir, ellos definen en elecciones”.
“En el caso peruano no es tanto, pero es considerable”, dijo Yaranga, explicando que en el caso del sur de Perú es un sector de la población que está involucrado en distintas actividades de la sociedad como el comercio.
Yaranga explicó que el sector sureño de Puno que colinda directamente con Bolivia son aymaras, “pero al mismo tiempo gente muy progresista, [es decir] que buscan continuamente el progreso. A tal punto que en Lima tenemos un sector comercial importante en tejidos y ellos tienen una participación importante”.
Aunque también señaló que históricamente los aymaras han sido un sector “considerado como contestatario—una especie de rebeldes”, quienes “siempre han tenido relación con la parte de los aymaras de Bolivia y ellos se sienten la nación aymara”.
Señaló que las similitudes entre los aymaras de Perú y Bolivia, por ejemplo, su vestimenta, costumbres y su identidad parecida, ha llevado a que ambos grupos se entiendan en un contexto político.
“Ese es el caso que el señor Evo Morales lo quiera aprovechar al máximo”, dijo. “En la parte de los aymaras, el señor Evo Morales, antes de ocupar la presidencia, él los representó. Luego el ingreso a la zona cocalera de Bolivia también para ganarse todo el apoyo, a tal punto que los aymaras en el 2006 lo declaran como el ‘Gran Cóndor’”, dijo sobre el título de caudillaje tradicional del pueblo étnico.
Esto hacía revivir la historia de un aymara anterior que en el siglo 1700 forjó la resistencia indígena a la invasión española.
“Entonces el renacimiento de ese Mallku [Cóndor], de ese dirigente aymara sería Evo Morales”, dijo Yaranga. Este es el pueblo que llevó a que Morales gobernara durante 14 años Bolivia.
El analista dijo que los aymaras son conscientes de que Morales ha cometido una serie de errores, “no dicen delitos, [dicen] errores”, afirmó. Y dijo que aunque Morales dejó el cargo, aún tiene gente que ha estado trabajando con él.
“Es más, él preparó a un sector de los aymaras, a quienes se les conoce como los Ponchos Rojos, una especie de personas procedentes de los aymaras, pero especialistas más en trabajo político ideológico y algunos consideran como el brazo armado de Evo Morales”, explicó.
Yaranga dijo que los Ponchos Rojos han cruzado a Perú en años anteriores, por ejemplo, mencionó que en el 2005 cuando fue el Andahuaylazo un intento de sublevación donde murieron cuatro policías y dos reservistas, que estuvo relacionado con Bolivia.
“Después de esa fecha, la gente que ha trabajado con el señor Evo Morales ha tenido ingresos directos a Perú consecuencia de todo eso, y lamentablemente los gobiernos de turno de Perú no se percataron”, dijo Yaranga.
Y explicó que el partido MAS de Bolivia, que lidera Morales, tiene representación hasta en cuatro regiones de Perú—en Cusco, en Apurímac, en Arequipa y en Puno.
“Él es el que después acuña esa palabra de pelear por la nueva Constitución, porque eso es lo que también hizo en Bolivia”, indicó. “La nueva Constitución es un poco ensanchar la misma Constitución para que representantes como el señor Evo Morales tenga permanencia casi continua en la conducción de la presidencia. Eso, al parecer, habrían pretendido hacer con el señor Pedro Castillo de Perú, porque con él tenía mucha amistad”.
Y Yaranga dijo que exmilitantes del grupo terrorista Sendero Luminoso, junto con expresos también habrían tenido participación en el golpe de estado “y muchos de esos dirigentes hasta en horas de la mañana, continuamente se reunían con el señor Pedro Castillo, quienes le habrían jurado de que iban a sostener”, no resultó como Castillo había calculado.
Respecto a si la influencia de Morales al sur de Perú tuvo relación con los disturbios recientes, Yaranga dijo que “esas particularidades se están difundiendo. Lo que pasa es que en el camino todavía no se ha demostrado”.
Pero señaló que a raíz de las protestas han surgido diversos cuestionamientos, como los ingresos de municiones en el país y además el tipo de municiones, que según los especialistas dijo, son aquellas llamadas dum dum que no tienen circulación en Perú salvo en el mercado negro.
También dijo que los disturbios producidos al sur de Perú tienen como objetivo destruir la democracia peruana para crear una nación por parte de los aymaras.
“El lenguaje que sale por la parte sur de Perú, colindante con Bolivia, es esa pretensión de independizarse, decir: ‘nosotros somos los aymaras’, pero ya no solo los aymaras, porque han ampliado un poco la parte de aymaras Puno, un poco también la parte de Arequipa”, dijo. “Pero en esta ocasión ya lo han ampliado de Puno a Arequipa, a Cusco, incluso hasta la parte de la sierra central del Perú, pretendiendo que esa es la nueva nación y que nada tendría que ver con Lima”.
“Pero esas pretensiones obviamente son pues, trabajadas seguramente desde hace años, con influencia totalmente boliviana”, dijo. Aunque señaló que se trata de un “discurso político”, no uno reivindicativo, como también ha sucedido en otras partes de Latinoamérica con el voto de castigo del hartazgo de la población por la corrupción.
Pero en Perú, la particularidad es, según Yaranga, “que casi los gobiernos continuos no han sido evidentemente de derecha, sino de tendencia de izquierda”.
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