Al menos cinco grupos de estudiantes estadounidenses realizaron viajes a Beijing en solo un mes este enero, desde que el líder chino Xi Jinping anunció su plan de renovar la amistad juvenil China-Estados Unidos a finales del año pasado, según un informe. Los críticos advierten que el régimen extendió con éxito sus técnicas de lavado de cerebro a suelo estadounidense, con el objetivo de convertir a jóvenes estadounidenses inocentes en sus agentes autoritarios.
Durante su visita a San Francisco el año pasado, Xi anunció su plan de invitar a 50,000 jóvenes estadounidenses a China en programas de intercambio y estudio en los próximos cinco años, en una cena organizada por U.S. Friendly Organizations.
Según el informe del medio estatal chino Xinhua, el 4 de enero Xi le envió una carta a Sarah Lande, una amiga suya en el estado estadounidense de Iowa, en la que explicaba su plan de invitar a 50,000 jóvenes estadounidenses a China en programas de intercambio y estudio en los próximos cinco años.
El 10 de enero, Xi y su esposa, Peng Liyuan, volvieron a mencionar los programas en su respuesta a una tarjeta de felicitación del Año Nuevo chino enviada por profesores y alumnos del instituto estadounidense Lincoln, animándoles a participar en los programas de intercambio y estudio en China, informó Xinhua.
Sin embargo, los académicos estadounidenses advirtieron que los últimos programas de intercambio están convirtiendo a los jóvenes estadounidenses en agentes del Partido Comunista Chino (PCCh).
Desde que Xi anunció el plan, estudiantes de posgrado de Columbia, jugadores de tenis de mesa de Virginia, estudiantes universitarios de la California Student University-Long Beach, estudiantes de secundaria de Muscatine, Iowa, e incluso alumnos de primaria de Utah, ya finalizaron su visita en apenas un mes, escribieron Jeanette Tong, investigadora de Citizen Power Initiatives for China, y Evan Osborne, economista que imparte clases en la Wright State University, en su artículo de opinión publicado en Yibao el 16 de febrero.
Advirtieron que estos viajes gratuitos no son en absoluto una experiencia normal de estudio en el extranjero de otra cultura como Francia o Japón, su principal objetivo es «claramente cultivar actitudes favorables a la China del PCCh entre los jóvenes estadounidenses», rezaba el artículo.
El artículo presentaba los itinerarios de las visitas, que incluyen el arreglo rutinario de la antigua cultura y cocina chinas, una visita a la fábrica de Tesla, al National Gene Bank, a las modernas metrópolis y a los proyectos de construcción a gran escala que engañan a los estudiantes para que crean en el rápido desarrollo y la superioridad del sistema social comunista, mientras mantienen a los estudiantes en la oscuridad sobre el lado cruel del Estado autoritario, como la multitud de cámaras de vigilancia, los campos de concentración, la supresión de la religión y los derechos humanos, y la ignorancia de la contaminación, la vida subestándar y la pobreza entre la mayoría de la población.
A través de los estudiantes chinos «anfitriones», los estudiantes estadounidenses estrecharon lazos con ellos rápidamente e incluso «sin sospechar nada» se descargaron la conocida red social china, la aplicación WeChat, y algunos «incluso fueron invitados a estudiar y a plantearse un futuro trabajo en China», decía el artículo.
Según los autores, «el PCCh quiere más visitantes estudiantiles de este tipo, y que todos acepten la narrativa del PCCh, según la cual el sueño de Xi de que China domine el mundo es inofensivo, sus acciones contra el orden mundial y los valores democráticos y sus amplias violaciones de los derechos humanos son benignas».
Se cree que la juventud estadounidense se convirtió en el objetivo del lavado de cerebro de Xi. El programa pretende cultivar a los futuros partidarios de Xi con el cultivo ideológico y emocional del PCCh para inculcar los llamados «genes rojos» y convertir a la inocente juventud estadounidense en «meros instrumentos involuntarios para su modelo autoritario», decía el artículo.
Los autores recordaron a las instituciones que planifican estos viajes que sean conscientes de que el destino del viaje no es China, sino «la China del PCCh, un lugar donde un partido orwelliano lo controla todo», e instaron encarecidamente a los estudiantes a estar plenamente informados con formación previa al viaje desde la perspectiva estadounidense en temas como la situación actual y las razones del deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China, el propósito del PCCh al patrocinar estos viajes, las cuestiones de derechos humanos, la amplia vigilancia de la población, los riesgos de seguridad de WeChat, etc.
Al final, los autores advirtieron: «Los valores de la democracia y la libertad que defiende Estados Unidos están ahora bajo el ataque integral del PCCh».
El sábado, Cai Xia, redactora jefe de Yibao, renombrada estudiosa del partido político y la ideología, dijo en la plataforma de medios sociales X, que el PCCh adoptó tales tácticas sobre las naciones africanas.
Dijo que el PCCh ha invertido mucho en traer a numerosos jóvenes estudiantes de naciones africanas a China. A estas personas se les proporcionan generosos subsidios de subsistencia, y la Universidad de Shandong llega incluso a asignar tres universitarias chinas a cada estudiante africano como «compañeras de estudio».
«Esta estrategia emplea tanto incentivos financieros como seducciones sexuales para preparar nuevos agentes para el PCCh dentro de los países africanos», escribió Cai Xia.
En la actualidad, el plan de Xi de llevar a 50,000 jóvenes estadounidenses a «experimentar China» en un plazo de cinco años pretende «empezar por los jóvenes», buscando identificar y cultivar agentes del PCCh en Estados Unidos.
Cai Xia instó al público estadounidense a «permanecer extremadamente vigilante al respecto y no permitir que el engaño del PCCh ciegue los ojos de sus hijos y envenene sus corazones».
Haizhong Ning contribuyó a este artículo.
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