Un grupo de 43 expertos en seguridad nacional publicó el 11 de enero una carta abierta en la que critican a las organizaciones de noticias y a las publicaciones científicas que descartaron la posibilidad de que la pandemia de COVID-19 pudiera haber sido el resultado de una filtración de laboratorio.
La carta está dirigida «A los editores, autores y colaboradores de las principales publicaciones científicas, médicas y periodísticas de todo el mundo». Entre los destinatarios figuran The Lancet, Nature Medicine, The New York Times y la revista TIME.
La carta fue coordinada por la Coalición Vandenberg, e incluía firmas del presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul (R-Texas), el exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos Robert O’Brien, el ex viceconsejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos Matthew Pottinger, y analistas de la Fundación Heritage, el Instituto Hudson, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) y otros analistas de seguridad y política exterior.
«Las principales revistas científicas censuraron las voces discrepantes; muchos redactores científicos de los principales medios de comunicación promovieron narrativas o afirmaron conclusiones no corroboradas por pruebas; los periodistas no hicieron ni siquiera intentos superficiales de sacar a la luz los posibles conflictos de intereses de sus fuentes», afirma la carta.
«Esto sirvió para obstaculizar los debates políticos nacionales e internacionales sobre cómo mitigar futuras pandemias de cualquier origen: natural, accidental o deliberado».
La carta acusa a editores y reporteros de organizaciones de noticias y publicaciones científicas de sofocar el debate sobre los orígenes del virus.
La carta hace referencia a un artículo de Fox News sobre un tuit de mayo de 2021 de un periodista del New York Times que decía: «Algún día dejaremos de hablar de la teoría de la fuga de laboratorio y quizá incluso admitamos sus raíces racistas. Pero, por desgracia, ese día aún no ha llegado».
La periodista del New York Times borró el tuit el mismo día que lo escribió.
«Nuestra seguridad y prosperidad dependen del debate científico riguroso, la investigación y la erudición, así como de unos medios de comunicación intrépidos e independientes», continúa la carta.
«La responsabilidad tanto de los científicos como de los periodistas es hacer preguntas difíciles y buscar la verdad. Al descartar o estigmatizar prematuramente ciertas cuestiones —desde el comienzo mismo de la pandemia— muchos científicos y periodistas destacados incumplieron su deber».
La carta seguía enumerando «fallos notables» de las diversas publicaciones informativas y científicas. Una declaración de The Lancet de febrero de 2020 «afirmaba sin pruebas que cuestionar el supuesto origen natural del COVID-19 constituía ‘desinformación’ y una ‘teoría de la conspiración'», afirma la carta.
Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, figuraba como coautor de la declaración de febrero de 2020 de The Lancet. EcoHealth Alliance trabajó directamente con los laboratorios chinos de Wuhan para investigar los coronavirus. Posteriormente, The Lancet se preguntó si Daszak tenía «intereses enfrentados» al ser coautor de la declaración de 2020.
Los autores de la carta también señalaron que un informe de Nature Medicine, que «se convirtió en uno de los artículos de revista académica más citados de la historia» había «estigmatizado de forma efectiva a cualquiera que cuestionara si el brote podría haberse originado en un laboratorio».
En la carta también se afirmaba que el New York Times había dado una «cobertura sesgada» a una edición preliminar de un artículo «en la que se afirmaba la prueba ‘dispositiva’ de que la pandemia se originó en un mercado húmedo de Wuhan, sin una cuidadosa historia de seguimiento después de que esa afirmación específica no superara un proceso de revisión por expertos en la revista Science, y cuando otros datos pusieron en duda la premisa de la investigación».
The Lancet, Nature Medicine, el New York Times y la revista TIME no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Un informe (pdf) publicado en octubre del año pasado por el personal de supervisión del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de EE. UU. concluyó en octubre que la pandemia de COVID-19 «fue muy probablemente el resultado de un incidente relacionado con la investigación» en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) en Wuhan, China.
Con información de Ivan Pentchoukov.
De NTD News
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