Expertos de Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda advirtieron de cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) está utilizando empresas como Huawei para infiltrarse y controlar sectores clave en los países occidentales, según escuchó el lunes una comisión de la Cámara de los Comunes.
Carolyn Bartholomew, presidenta de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China, dijo al Comité Especial de la Cámara de los Comunes sobre las Relaciones entre Canadá y China que mientras los gobiernos occidentales utilizan la tecnología de las empresas chinas en la construcción de ciudades inteligentes, es probable que estén dando al PCCh y a sus empresas afiliadas acceso «directa o indirectamente a cosas como el control del tránsito, el control de los suministros de agua», lo que podría ser utilizado contra estos países.
Durante la audiencia, Bartholomew se refirió a un reporte publicado por el periódico holandés De Volkskrant el 17 de abril, según el cual la mayor empresa de telecomunicaciones móviles de los Países Bajos, KPN, había encargado a la consultora Capgemini en 2010 una investigación interna sobre la seguridad del uso de la red central de Huawei.
El informe de Capgemini reveló que Huawei fue capaz de penetrar en el sistema de KPN, obteniendo acceso a sus 6.5 millones de usuarios, incluido el primer ministro holandés. Huawei sabía incluso a qué números accedía la policía y el servicio de inteligencia holandés, el Algemene Inlichtingen en Veiligheidsdienst.
«He sospechado de Huawei todo el tiempo», dijo Bartholomew. «Creo que ese concepto de que son libres e independientes del gobierno chino es ridículo».
«Todos tenemos preocupaciones en la comisión sobre cómo las telecomunicaciones chinas pueden ser utilizadas tanto para acceder a datos, acceder a información, recopilar inteligencia y, de nuevo, detener las cosas, si quieren hacerlo», dijo.
Michel Juneau-Katsuya, experto en seguridad nacional e inteligencia y exempleado del Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá, dijo a la comisión que el PCCh ha creado «empresas de fachada» con el fin de recopilar información de inteligencia para el régimen chino. Aunque varias de estas empresas de fachada se crearon en Hong Kong antes de que Reino Unido devolviera la colonia a China en 1997, algunas de ellas también han llegado a Canadá.
«Varias de las empresas eran de las llamadas ‘de fachada’, vinieron aquí para obtener información, y parece que querían colaborar con empresas canadienses, pero una vez que obtuvieron la información básica que necesitaban, volvieron a desaparecer», dijo Juneau-Katsuya.
Juneau-Katsuya se refirió al Instituto Confucio (IC) de China, del que dijo que son «satélites de espionaje» que también realizan labores de espionaje para las autoridades chinas. Señaló que al director del Instituto Confucio de Nuevo Brunswick se le pidió que abandonara Canadá en 2019 debido a actividades sospechosas.
La provincia ha anunciado planes para eliminar los programas de IC de su sistema educativo para 2022.
«En todo el mundo estamos viendo muchos incidentes diferentes, basados en los Institutos Confucio o con otras empresas, que han robado tecnología e información», dijo Juneau-Katsuya.
Añadió que el régimen chino y el crimen organizado también «confabulan hasta cierto punto» en Canadá, lo que actualmente está siendo investigado por una indagación sobre lavado de dinero en la Columbia Británica. La investigación está estudiando cómo las bandas chinas y el crimen organizado utilizan los casinos y la s bienes raíces para lavar dinero.
Anne-Marie Brady, profesora de la Universidad de Canterbury, dijo a la comisión que las actividades de injerencia política del PCCh, a menudo conocidas como trabajo del Frente Unido, dirigidas a Canadá y otros países incluyen varias medidas activas.
En primer lugar, el PCCh busca controlar a la diáspora china y utilizarla como sus agentes. La segunda, según Brady, es la «captura de élites», en la que el PCCh «captura» y utiliza a las élites políticas y económicas extranjeras para sus actividades de espionaje. La tercera es una estrategia de información global en la que China trata de inclinar los discursos internacionales a su favor.
«Se puede ver cómo la interferencia política encaja con la política exterior mucho más agresiva de China, como una herramienta de la política exterior, es un medio para lograr los objetivos de China sin la fuerza militar, para debilitar la oposición a los objetivos de China (…) incluso para establecer colaboraciones dentro de nuestras élites, para obtener información y tecnología. En otras palabras, espionaje, para controlar las diásporas, para controlar el discurso de la diáspora, y para controlar el discurso internacional sobre temas de interés para China», dijo Brady.
Bartholomew dijo que, aunque el PCCh hace uso de todas estas herramientas para impulsar sus influencias y expandir su autoritarismo, es importante «establecer una distinción entre el PCCh y el pueblo chino», que a menudo también es víctima del régimen comunista.
«Los países de todo el mundo están experimentando el tira y afloja del deseo de poder, influencia y primacía del PCCh», dijo Bartholomew. «Compartimos el reto de enfrentarnos a las operaciones de influencia del PCCh, y debemos trabajar todos juntos en respuestas eficaces».
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